𝕶𝖚𝖗𝖔𝖘𝖍𝖎𝖙𝖘𝖚𝖏𝖎 𝖓𝖔 𝕹𝖊𝖛𝖊𝖗𝖑𝖆𝖓𝖉 // TPN X Kuroshitsuji A.U

𖣔Rᴀʏ... ¿¡Mɪᴄʜᴀᴇʟɪs?!𖣔

12:25 A.M

-Oscuridad, soledad y silencio. Esas eran las palabras para describir lo que Ray estaba viviendo en su cama, con fiebre alta y tratando de no toser tanto para no despertar a nadie-.

-El algún momento, horas antes, Emma había creído que William Minerva había llamado desde quién sabe dónde hasta el refugio, pero solo era un mensaje grabado.
Y mientras tanto, Anna junto a otros niños habían descubierto una habitación que parecía haber sido habitada por un maniático cegado por la soledad y locura-.

-Pero eso era hace unas horas, volvamos a lo de ahora-.

-Sintiéndose cansado, débil, y ya sintiendo que el pecho le iba a explotar por el ardor, junto a una migraña terrible. Su cuerpo no dejaba de temblar, se hacía el fuerte y se decía a sí mismo: "deja de exagerar, no te estás muriendo".
Aunque pareciera que sí-.

-Ciel parecía ir despertando poco a poco, aunque Ray estaba intentando ser silencioso, no lo logró con el joven "conde"... Si es que aún se le puede llamar así-.

-El sonido ahogado por las mantas de alguien que pareciera estar sufriendo lo despertaron. La oscuridad del lugar no le ayudaba a buscar quién era aquel que estaba en esas condiciones, aún dormido y procesando todo, con prestar poca atención a la voz, supo que era Ray-.

-Entendió perfectamente su estado, él en su niñez e incluso actualidad se ponía así. Estaba seguro que si no fuera por su egoísmo, estaría peor o igual que él-.

-Pensó en solo intentar ignorarlo y volver a dormir. Con apenas volver a cerrar los ojos, dormía como koala. Pero al escuchar a Ray haciendo esfuerzos por levantarse, supo que eso no iba a pasar ahora-.

-¡El desgraciado se estaba muriendo! ¡¿Y a él se le ocurre levantarse?!-

-Con sueño y algo de frustración, se levantó de su colchón en el que estaba acostado y trató de decirle a Ray que volviera a recostarse. Esperaba a que el chico no estuviera tan mal como para estar alucinando-.

—Ray... no te puedes parar, vuelve a dormir. Así me dejas dormir a mí también —dijo el joven directamente mientras se rascaba la cabeza y luchaba por que su voz sonara despierta—.

-El chico de cabello azul, al ver que estaba siendo ignorado y Ray no dejaba de luchar con sus piernas temblorosas para pararse, agarró la manga de su buzo para detenerlo-.

—Ray, por favor... —Habló con voz ya algo enojada y el ceño fruncido—.

-Tenía los ojos cerrados, los abrió lentamente para ver a Ray, mirándolo con... una expresión que no sabría explicar. Era entre enojada y sorprendida. Y... No... ¡Ese brillo rojo de nuevo!-

-Ciel apenas se dio cuenta de ese detalle, abrió los ojos aún más y se olvidó de querer dormirse, Ray con un movimiento brusco le apartó la mano que estaba agarrando su ropa. De una manera inexplicable...
Desapareció, en un parpadeo ya no estaba en aquella habitación que apenas estaban estrenando para dormir-.

—¿Ray...? —El chico buscó con la mirada, mirando alrededor. No veía nada más que los niños durmiendo plácidamente—.

-Por amor a Londres, ¿a dónde se fue y cuándo?-

-Gateó hasta llegar a su mochila para agarrar un abrigo, una bufanda y el arma pequeña que le dio Sebastian, por si acaso-.