Capítulo 14: Otelo y Desdémona

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♣♠♣ Roma ♣♠♣

Afuera vi a Stephano, estaba todo golpeado su cara, su labio partido y creo que le dolían las costillas porque estaba doblado, más allá estaba Ignacio él solo tenias unos golpes en su cara, creo que el que salió más mal parado fue Stephano.

Vi venir a Ignacio donde me encontraba, pidió disculpas, a lo que le respondí que no se preocupara, al fin solo se defendió.

-De verdad Ignacio mil disculpas y solo que esto no afecte los negocios que tienes con la empresa.

-No te preocupes por eso Roma, yo sé separar las cosas.

Vi a Stephano venir, tenía que detenerlo o se golpearían otra vez, por lo tanto le pedí a Ignacio que se fuera, que no quería más problemas, antes de que llegara Stephano, gracias al cielo me hizo caso y se fue.

-¿Porque le dijiste que se fuera?- Stephano estaba golpeado y hasta un poco tomado, de ahí que no le atinara casi ni un golpe a Ignacio ¡si será bruto!

-¿Querías seguir peleando? estás todo golpeado- dije señalando lo obvio, él solo me miraba de una manera que no podía descifrar, no sé si era rabia o deseo, era extraño- además Ignacio es importante para la empresa no te puedes pelear de esa forma con él, vamos te llevaré a tu departamento.

-Y lo defiendes, que chistoso- se llevó una de sus manos y limpio la sangre que corría por su barbilla, su labio estaba muy maltratado.

-No defiendo a nadie Stephano, además tú lo golpeaste sin razón, el tipo solo se defendió.

-¿Sin razón? ¿Te parece poco todo lo que te toqueteo?

-Solo bailábamos- lo grité, tal vez si le hablaba a gritos me entendía- y no me toqueteo, puso sus manos en mi cintura, que crees que soy una zorra que se deja tocar por cualquiera.

-No dije eso, además esto fue tu culpa te pedí que no salieras con él.

-Yo no tengo nada contigo Stephano, tu no me mandas, ni me puedes decir con quien salir, quiero que tengas eso claro, ni siquiera estando en una relación puedes pretender decirme que hacer o que no y luego eres un celoso, no era necesario reaccionar de esa forma, los golpes no solucionan nada.

-Si no quieres que reaccione así "no despiertes al monstruo de los ojos verdes" y al final solo saliste con él para molestarme y no te atrevas a negarlo- obvio que así fue, pero también era obvio que no lo iba a reconocer.

-¡No!

-Sabes que fue así Roma, ahora no vengas con esta mierda que es culpa mía porque la única culpable eres tú, ahora quédate con él si quieres, tanto que lo defiendes, no te molestaré más.

-No quiero estar con él y no puedes manejar así, yo te llevo- vaya idiota a ver si se estrella y entonces eso también será mi culpa.

-Si puedo- dijo muy tajante- no necesito tu ayuda o lastima, ciao.

Me dejo ahí sola y con la palabra en la boca, no quiso que lo acompañara vi su jeep alejarse tras una cortina de humo y olor a caucho quemado, creo que esta vez él tenía razón no debí salir con Ignacio, al menos no por la razón que lo hice, Stephano me pidió muchas veces que no lo hiciera, en la oficina, en la tienda de ropa y yo para que no se saliera con la suya lo hice, vi que Aramis y Mía se acercaban donde estaba, habían estado observando de lejos toda la discusión.

-¿Estás bien hermanita?

-No, nunca debí aceptar salir con Ignacio, esto es mi culpa y Stephano está muy enojado, no dejo que lo llevara y estaba todo golpeado y hasta borracho, le puede pasar algo.

Quiero ser Tu Amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora