Sangre.
Líquido rojo carmesí con un brillo de oro profundo.
El líquido rojo de la vida se deslizó por su piel, creando líneas marrones que recorrieron su cuerpo. El olor a óxido saturó el aire en humos espesos y embriagadores y el olor desencadenó una ola de náuseas a través de su sistema. Su cuerpo intentó tambalearse hacia arriba en una arcada seca. Pero aun así, permaneció congelada en el suelo, atrapada en su lugar.
El sonido de su sangre goteando sobre las baldosas de mármol parecía atronar en sus oídos. Se hizo eco. Fuerte y ensordecedor con cada fuerte salpicadura. Fue un recordatorio. Un recordatorio de que la sangre era la fuerza vital de todos los seres humanos. El combustible para su sistema. Era algo sin lo que no podía vivir.
Y ella estaba perdiendo mucho.
Montones y montones de eso.
Su visión se volvió borrosa. Las luces sobre ella pulsaban y envolvían su visión borrosa. ¿Se estaba muriendo? ella no sabía. No podía pensar. Todo lo que podía hacer era sentir. Siente el calor dejando su cuerpo constantemente. Sentir el frío y profundo vacío que le dolía en el pecho como una herida abierta. Siente la tristeza desgarradora que teñía su garganta.
Duele, quería gritar. Quería gritar, quería sostenerse y sollozar en el suelo. Necesitaba una salida, necesitaba un método para escapar del dolor. Necesitaba alivio; ella necesitaba paz; ella necesitaba tranquilidad.
Necesitaba calor, pero no podía hacer nada con su inmovilización actual.
Todo lo que podía hacer era sentir la frialdad... y aceptarla.
Entonces... ella lo sintió.
Las suaves yemas de los dedos rozando su brazo.
Esos dedos se movían de manera erótica. Girando y girando en un camino que se posó en un remolino de calor debajo de su piel. Envió escalofríos de placer que viajaron por su columna vertebral, forzando a que la piel de gallina saliera a la superficie sobre su cuerpo y provocando un calor interior dentro de ella.
Los dedos se arrastraron sobre los rastros de sangre húmeda, deslizándose por sus brazos y sobre las puntas de sus senos. Su respiración se aceleró cuando esos dedos se deslizaron sobre el centro de su pecho, finalmente descansando en el valle entre sus senos. Ella se estremeció. Todo su ser se llenó de un profundo y oscuro deseo que le obligó a soltar un grito ahogado. Un suave gemido exhalado que logró escapar de su cuerpo petrificado.
Entonces sus labios capturaron los de ella.
Eran como la miel, sedosos y almibarados en su húmedo calor de boca abierta. Eran como el sol, cálidos y radiantes, llenos de cientos y miles de emociones que no podía identificar. Su beso la completó, forzando burbujas de felicidad a estallar y espumar dentro de ella. Chisparon y bailaron en su pecho como los fuegos artificiales en el cielo nocturno.
La brecha dentro de ella se llenó constantemente mientras el oro se acumulaba en la grieta dentro de su pecho.
Y las lilas florecieron de la sangre que manaba de su cuerpo.
ESTÁS LEYENDO
My Soulmates are IDOLS 1 | Limelight🎇| 18+ [SoulBond Series]
Ficção AdolescenteSus dedos se deslizaron más abajo sobre su trasero, ahuecándolos mientras la levantaba y la alejaba de su polla. -Volveré a representar una versión R21 de nuestra primera reunión-. -¿R21?- Ella se burló, sus labios formando una sonrisa descarada. -¿...