En España...

124 8 7
                                    

No sé bien cuánto tiempo dormí, pero cuando desperté, me encontré con algo impresionantemente hermoso: era el océano y pude observar con toda claridad, la diferencia de horarios; por un lado estaba soleado y por el otro, oscuro sin luz alguna.

- ¿Lindo no?

Toda adormilada pero sonriendo contesté:
- Hola mami! ¿Dormí mucho?

- Como 5 horas bebé. - reí por su linda forma de llamarme. Me llama así desde que tengo memoria y eso me trae hermosos recuerdos de mi infancia.

- ¡Oh! Ya despertó. - Jacobo se volteó hacia mi - ____ ¿cómo te sientes? ¿Nerviosa?

- Un poco. ¿Falta mucho para llegar?

- No, ya falta poco. ¿Preparada?

- Si estar preparada es temblar de los nervios como perrito chihuahua, sí, vaya que lo estoy. - los tres reímos ante mi comentario.

Me acomodé en mi asiento, me puse los audífonos y me dispuse a escuchar música.

Después de unas horas...

- Se les informa a todos los pasajeros que estamos por aterrizar, favor de abrochar sus cinturones.

- Oh por Dios. ¡Ya llegamos!

- Tranquila cariño, todo va a estar bien.

- Ok, pensaré algo bonito. ¡Dios que nervios! - en verdad estaba super nerviosa. Desde que era una niña pequeña había deseado viajar a España, y ahora ese anhelo se estaba cumpliendo.

Por fin aterrizamos y bajamos del avión. Al llegar al aeropuerto me sentí emocionada a más no poder.

- Bien, acabo de llamar al chófer de la empresa, dice que nos espera fuera de aquí. Cuando salgamos ¿les gustaría ir a desayunar a algún restaurante?

- Sí, la verdad muero de hambre.

- Esta bien ___, vamos. ¡Ah! Por cierto. Bienvenidas a San Fernando de Cádiz.

Salimos de ahí, y nos subimos al auto que nos esperaba. Nos dirigimos a un bonito restaurante ubicado en el centro de la ciudad. En el camino, pude apreciar lo grande y bonita que ésta era.
Llegamos y pedimos nuestros alimentos. Durante nuestra estancia en ese lugar, Jacobo nos mencionó muchos lugares que podíamos visitar, obvio la idea nos encantó.
Al terminar, nos llevaron al hotel donde nos hospedaríamos. ¡Era enorme y hermoso!
Nos guiaron hasta nuestra respectiva habitación, que más bien parecía un departamento, y corrí hacia un gran balcón desde donde se podía apreciar todo.

- Bueno, las dejo para que terminen de instalarse.

- Gracias Jacobo, por todo, por brindarle esta oportunidad a mi hija.

- No es nada señora. Su hija tiene un gran talento y mucho potencial. Y para mí es todo un honor ayudarla a cumplir este que es su sueño.

- Aún así, muchas gracias.

- Bueno me retiro. Que tengan un lindo día. ¿____?

Dirigí mi atención hacia Jacobo:
- ¿Sí?

- Nos vemos a las 4:00 de la tarde en el linving del hotel.

- Ok. ¡Buen día Jacobo!

- Dime Yei. - después de eso, se fue, y yo me dediqué a admirar el hermoso lugar.

Mientras tanto en otro lugar de San Francisco...

- ¡¡Bueeeenos días familiiaa!!

- Buenos días hijo. ¿Ya extrañabas hacer eso cierto?

- ¡Sí! ¿Tu no mamá?

- rió - ¿Por qué crees que pregunté cariño?

- ¡Por eso te amo madre! - abracé a mi mamá y le dí besos por todo el rostro haciéndola reír.

- mi mamá aún riendo, como siempre suele hacerlo me miró leyendo mi mente - Ya, dime, ¿qué quieres Abraham?

- Fingiría que no quiero nada haciéndome el ofendido, pero no le puedo mentir a esta hermosa mujer que Dios me ha dado como madre. - le dí más besos.

Si alguien tenía el don de hacer reír imparablemente, debo admitir que soy yo.

- Solo dilo.

- ¿Puedo adoptar un perrito? - junté mis manos para suplicar, hice un puchero con mi boca y me puse a su altura, a lo cual ella no pudo evitar reír.

- ¡¿Otro?! Pero hijo, ya tienes a zimba...

- Lo sé... pero sólo imagina la tierna carita del pequeño perrito en tus brazos.

- ¿Y cómo le pondrías?

- Mmmmm... - pensé un poco cuando me llegó a la mente el nombre perfecto - ¡Macareno!

- ¡¿Macareno?! - rió un poco y se dirigió a la cocina. No me iba a dar por vencido hasta tener a mi pequeño macareno en brazos, así que la seguí.

- Si, ¿qué tiene de malo?

- Nada, es solo que ¿crees poder hacerte cargo de otro perro? Además, no quiero que sea un perro muy grande ¿ok?

- emocionado y con una enorme sonrisa en el rostro pregunté - ¿Eso es un sí?

- rió antes de contestar (creo que hoy desperté para alegrarle el día a mi madre a más no poder) - Sí, sí puedes adoptar un perro.

- ¡Gracias mamita hermosa! - la abracé super emocionado y nos dispusimos a desayunar con Tony y papá.

- Bro, ¿me acompañas a adoptar un perro?

- ¿A macareno?

- Con que ya sabías del perro ¿eh?

- Mamá, no paró de mencionarlo desde la semana pasada.

- Esta bien chicos. Por ahora a desayunar.

- Ok papá. Y sí, yo te acompaño Abe.

Una vez adoptado nuestro pequeño macareno...

¡Por fin estábamos en casa con mi perrito en brazos. Ya casi se llegaba la hora de reunirme con Yei, así es de que me dispuse a presumir al nuevo miembro de la familia Mateo a mis Abrahamers hermosas. Tomé una foto de macareno y yo (multimedia), la compartí en redes sociales y continué jugando con mi pequeño.


****

Volviiií!!!

que pensarán "¡ya era hora!" y , lo , demoré muchísimo en escribir de nuevo, es que el muy marica de mi teléfono ya no tenía espacio en la memoria y tuve que desinstalar Wattpad y hasta ahora lo pude recuperar, y es por eso que este cap. está largo. Espero y les guste.
Les mando un abrazote!!

Pd: ¿Alguien más amó cómo se ve Abraham abrazando un perrito con tanto cariño? Porque aparte de que se ve super guapo y sexy en esa foto (en todas claro), el perrito le da el último retoque para un infarto total CX ok ya pues.

Amor Sin MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora