Lobos de favonius |Bennett & Razor|

Desdén.

Sinceramente este es un fanfic que ya no quería tocar. No entiendo por qué, pero los ánimos que tenía al escribirlos no perduraron, supongo que la vergüenza al leer cómo escribía cuando apenas lo inicié fue más fuerte que yo y ahora estamos así. Quería dejarlo y listo, pero no dejan de llegarme notificaciones y me cuesta entender por qué hay gente que siente algo mientras lee esto.

La idea de volverme más apático con mis creaciones me deprime, ruego que no se trate de eso.

No pienso escribir más capítulos, pero para no dejar la historia inconclusa quiero escribir aunque sea un resumen que contenga absolutamente todo, desde donde lo dejé hasta el final. No son capítulos como tal, pero con que sepan cómo termina todo estoy mejor.

Sí, te veo a ti, comentario que confiaba en que algún día actualizaría, esto es por ti /besito

La historia seguiría con Razor adaptándose más a Mondstadt, pero disociaría constantemente al pensar en los distintos eventos que lo llevaron hasta acá, tanto su estadía en el reino de los lobos como el conocer a Bennett. Este termina conversando con Bárbara, de paso ayudándola con algunos pacientes en la catedral resaltando a un caballero sordo en un mal estado emocional, pues su sordera se debe a un mal golpe que de dió cumpliendo con su labor. Este les cuenta que todo ocurrió en una batalla reciente con unas "bestias despiadadas" las cuales Razor distingue como sabuesos por algunas vagas descripciones que este les da. No es nada que le encienda mucho las alarmas, sólo decide salir de su nube de pensamientos y seguir ayudando a Bárbara en lo que pida.

Más adelante saltamos con Fischl y Bennett, ambos se encontraban en la sala del antes mencionado con la fogata encendida. Resaltan lo raro que es que de pronto llueva de forma tan constante en Mondstadt (Han pasado aproximadamente cuatro días desde el capítulo anterior, los cuatro días llovió) Pero no le toman mucha importancia a esto porque estaban distraídos jugando al juego de cartas (TCG pues). Luego de cada una de sus movidas sueltan alguna frase, así mantienen una conversación sin rumbo aparente hasta que Bennett menciona a Bárbara, logrando una distracción por parte de Fischl para así eliminar una de sus cartas. La conversación desemboca en la inhabilidad que tienen los dos para ser "normales" con sus crushes. (Por supuesto, con eso no suero decir que su forma de expresar atracción sea incorrecta o extraña, sino que la palabra"normal" vendría siendo usado con una connotación de auto burla por parte de los dos por sentir que sus interacciones con ellos son demasiado cringy) Por supuesto la conversación continúa entre risas, con Fischl presumiendo que por lo menos ella alcanzó a invitar a Bárbara a salir mientras que él no daba el paso. Bennett termina pidiéndole un consejo a lo que Fischl se lo da, aclarando que la mejor forma de invitar a salir a alguien es regalarle algo y actuar cool. Fischl termina ganando el juego. Bennett termina por preguntarle si tiene hambre para ir a hacerle algo de comer, Fischl acepta y en cuanto Bennett se va hasta la cocina nota un libro extraño sobresaliendo de su mochila. Sólo ve la portada por encima con curiosidad y observa la primera página dándose cuenta de que es un diario, al percatarse de eso lo cierra inmediatamente y finge no haber visto nada.

El vals está más cerca que nunca.

Bennett termina por hacer un esfuerzo para seguir su consejo, pero todo termina maliendo sal. Algo termina pasando con sus regalos o Razor está tan ocupado que ni siquiera capta que lo están invitando a salir, por lo que Bennett termina por frustrarse un poco. Cada que tiene momentos así le llegan visitas extrañas de Eros (el oc, ese 🗿) en donde siempre le cuestiona lo feliz que es en Mondstadt, la pregunta termina sin ser efectiva hasta una noche en particular en la que Bennett termina por pelearse por primera vez con sus padres. En esta última visita de Eros recuerda la cantidad de problemas que ha tenido a lo largo de su vida olvidándose de las cosas buenas, por lo que del coraje le expresa que no es feliz y gracias a eso termina aceptando impulsivamente su invitación para irse con él. Más tarde sube uno de sus padres con intenciones de reconciliarse pero no lo encuentra en ningún lado, este entra en pánico y corre a avisarle al otro.