ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 3

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Wang Yibo acomodo la silla del comedor para sentarse de frente mirando a Xiao Zhan.

—Woah—exclamó el menor.

Con unas ojeras del demonio se encontraba el mayor fulminando a Yibo.

Zhan golpeó la mesa

—Tu!

Los que estaban a su alrededor dejaron de comer y pusieron atención al chisme.

Mientras que Zhan maldecía al menor Yibo retiraba un recipiente de la bolsa de yute.

—Come—le decía mientras le pasaba los palillos.

Xiao Zhan percibió que lo estaban observando desvió su mirada al comedor que se encontraba de frente encontrándose con un grupo de chicos mirándolo, esto hizo que todos desvíen la mirada a su plato de almuerzo.

—Zhan-ge..

—No me llames así—retó el mayor.

—Xiao Zhan..—lo llamó por su nombre.

—Si no comes mi madre se enojara.

El pelinegro observo aquel recipiente que le entregaba el menor dentro de él se encontra con unos ravioles de tagmian que rápidamente reconoció que eran propios de la ciudad de Luoyang, la ciudad natal de Yibo.

Los ravioles de tagmian tenían una forma de luna creciente bien definidos con un envoltorio bien delgado y de color de jade.

Zhan tomó los palillos y comenzó a comer.

Luego que termino de comer tomo unas servilletas que se encontraban a su alcance.

—¿Estuvo bien?—cuestionó Yibo

—Si tu madre es una excelente cocinera—expresó con una sonrisa-me gustaría aprender de ella.

—¿te gusta cocinar?

—Si, al principio lo hacía porque mi hermana le tenía miedo a la cocina pero después me comenzó a gustar.

—¿Y a tí Didi?

Cuando dijo Didi Yibo se avergonzó quería salir corriendo como lo hizo el día de ayer pero no, no iba perder cara delante de Xiao Zhan y los chismosos de enfrente que seguían mirándolos.

—No

—No?-preguntó el mayor.

—bueno mis padres no me dejan entrar a la cocina.

—¿Por qué?—Xiao Zhan quiso saber.

Yibo soltó un "Casi quemó la casa"

Con respecto al "casi quemó la casa" Yibo no lo decía solo de broma, el menor le comenzó a contar la historia completa sin quitar ningún punto ni coma.

Hace un año su madre se puso a preparar galletas aunque no las terminó de preparar porque recibió una llamada urgente de su esposo.

—Yibooooooo—Gritó la señora Wang.

—seguro está durmiendo o con el celular.

La casa de los Wang no era considerada casa sino una mansión por lo tanto la madre de Yibo volvió a gritar para que lo escuche de donde sea que estaba su hijo.

—Si—hablaba Yibo con pereza mientras bajaba las escaleras.

—tengo que salir es urgente—concluyó—te dejó a cargó las galletas que están en el horno.

—está bien mamá-decía mientras se sentaba en el sofá del living y prendía la Tv.

—Ah eso sí, que no se te quemen—agregó mientras abría la puerta.

Pasaron más de medio hora, Wang Yibo se levantó para ver cómo estaban la galletas.
Se paró delante del horno mientras observaba las galletas por la puerta de vidrio del horno, quiso abrir la puertecilla del horno pero se quemó.

—Mierda.

Abrió la llave para mojar toda su mano.

—Aiyo, maldita sea esto duele.—Lloriqueo

Tomo unas servilletas de tela, abrió el horno busco unos palillos de quién sabe dónde y dió vuelta a una galletas.Las galletas que preparó la señora Wang eran de chocolate por el contrario a Yibo le pareció extraña la galleta que dió la vuelta por la parte de arriba notaba Yibo que le faltaba cocer mientras que por el otro lado estaban color negras, pero según él eran por el chocolate, volvió a cerrar el horno y se fue a sentar en el sofá.

Después de "tres horas"de esperar Wang Yibo estaba cabeceando no podía dormirse o si no...percibió un olor a quemado salto del sofá y se fue lo más rápido a la cocina pasando los pasillos de su enorme casa bueno mejor dicho mansión cuando un fuerte golpe sonó.

El horno estalló.

Yibo que se encontraba corriendo quedó petrificado.

—Oh no

Salió en busca del extintor que por suerte tenían sus padres, mientras corría para el depósito.Su celular sonó, era su madre.

—Hijo estoy en camino con tu padre,¿Cómo están las galletas?solo eran VeINtE mINuTos.

—bien buenas—continuó—porque no van a cenar con tu esposo.

Yibo por fin llegó al depósito, se llevó el extintor y siguió corriendo.

—Ja! Eso fue lo que le dije pero el solo dice que estamos viejos para eso—decía la señora Wang mientras subía al auto.

—¿hijo estás corriendo?—inquirió su madre.

—estoy haciendo ejercicio sabes mamá el atletismo es bueno.

Después de haber hecho" atletismo", Yibo llegó a la cocina con el extintor, encontrando vidrios quebrados en el piso que eran de la puerta del horno, cenizas esparcidas por el suelo y unas galletas ardiendo en fuego mientras que otras hechas cenizas.

—Lo siento madre tengo que colgar.

—jaJajajajajajajajaja—comenzó a reír.

—Xiao Zhan no te rías-intervino el menor.

—perdón, perdón jajaja

Xiao Zhan encontraba divertida la historia Yibo y las galletas bien buenas, mejor dicho las galletas "bien negras".

—¿qué pasó después?—preguntó curioso el mayor

—mi madre me regañó mientras que mi padre le dijo a ella que tenía la culpa por no decirme que eran solo veinte minutos.

—Zhan-ge—intervino—cuéntame todo sobre ti.

Aunque el receso del medio día era de media hora, fue suficiente para que Xiao Zhan le cuente todo sobre él al igual que Wang Yibo, las risas estaban presentes y el día se pasó rápido.

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Xiao Zhan y Wang Yibo bajan las escaleras pegados hombro a hombro de la enorme universidad.

Mientras que el menor dejó de caminar cuando llegaron a un liso piso.

—¿Qué pasa?—preguntó el mayor.

Xiao Zhan se dió cuenta que era más alto que el menor pero solo con unos cuantos centímetros.

—Zhan-ge ya se que todo esto es muy apresurado—continuó—puede que te sientas incómodo pero ¿quieres salir a cenar mañana conmigo?

A Xiao Zhan le pareció lindo Yibo.

—claro Didi—el alto sonrió—hasta puedes presentarme a tus padres.

Aunque lo último lo dijo de broma, Wang Yibo se lo toma enserio.

𝘊𝘰𝘯𝘧𝘦𝘴𝘪ó𝘯 𝘪𝘮𝘱𝘳𝘦𝘷𝘪𝘴𝘵𝘢 (𝘠𝘪𝘻𝘩𝘢𝘯) BORRADOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora