Capítulo 31: El arma, la reina y el soldado

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N.T. : Les recuerdo que esta historia es traducida así que todo lo siguiente que leerán es de la historia original de ZeroSenpai.

Notas:

"Habla normal"

'Pensamiento'

(Magia silenciosa)

[Magia normal]

{Cambio de ubicación, hora o punto de vista}

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Hola! ¡Este es principalmente un capítulo para restablecer las cosas antes de comenzar con el siguiente arco!

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¡ESTE CAPÍTULO NO HA SIDO SUPERADO AÚN!

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Capítulo 31: El arma, la reina y el soldado

La niña tarareaba una vieja melodía mientras miraba a la luna, era una noche muy tranquila. La luz de la luna iluminando los techos de la capital, creando un espectáculo de luces solo admirable desde su posición. Las estrellas brillantes en el cielo, un regalo que los dioses bendijeron a los mortales, decían algunos.

Aburrido, absolutamente aburrido, no es que su vida haya sido mucho más durante el último siglo.

Su deber sagrado obligándola a permanecer mayormente allí, como guardiana de un salón silencioso, eso era lo que su madre deseaba, ¿no? El monstruo adorable que no podía dejar de amar y odiar al mismo tiempo.

Sin darse cuenta, como si actuara por puro instinto, su mano izquierda subió para cepillarse el cabello dejando al descubierto por unos instantes las orejas puntiagudas que se escondían detrás de ellas.

Se sentía aburrida, incluso tratar de resolver el acertijo conocido como el Cubo de Rubik ya no parecía tan entretenido. Un pensamiento blasfemo según los más devotos pero afortunadamente ella no se consideraba como tal aun con la sangre corriendo por sus venas.

Mirando hacia atrás en su línea hizo que emergiera el pensamiento de su padre, apretó su mano libre en un puño. 'Bueno, esa es una mala manera de arruinar una noche...' suspiró mentalmente mientras trataba de alejar el pensamiento desagradable.

Pero incluso entonces, cuando su mente no estaba controlada por una furia a sangre fría, todo lo que quedaba era puro aburrimiento.

Ella ya había probado todos los alimentos posibles que la Teocracia tenía para ofrecer y había coaccionado a algunos de los Cardenales para que algunos de los chefs del imperio y del Reino Santo vinieran a cocinar sus platos típicos. Aunque dudaba que algo en el mundo pudiera superar la tortilla de tía Nazaire, sintió que un poco de gracia se le subía a la boca con solo pensarlo.

"¿Todavía estás despierto a esta hora?"

La voz familiar la sacó de su mente. Ni siquiera se molestó en darse la vuelta y solo miró al orador.

"Solo los niños se acuestan cuando sus padres les dicen que… ¿a qué viniste aquí, chico?"

Dijo en su habitual tono monótono. El pelinegro no respondió de inmediato, no tenía las agallas para hacerlo. Incluso si se lo consideraba un hombre adulto, todavía no era más que un niño para ella.

"Fui enviado por los cardenales para ver cómo estabas, Lady Zesshi".

La mujer de cabello blanco y negro sintió ganas de reírse de diversión ante esa frase del mensaje verdadero.

Overlord: La Bruja y El HechiceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora