Aclaraciones + Prólogo

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Aclaraciones

Advertencias de contenido:

Lenguaje soez
Violencia y maltrato
Asesinato y escenas explícitas
Abuso psicológico y físico
Escenas +18
Entre otras...

Escenario de la obra:

Espacio: ambientado en Italia.

Tiempo: Imaginario.

Organizaciones:

Nuevo Régimen: Liderado por una persona que gobierna de forma dictadora.

El Clan: Preceden del Nuevo Régimen e imponen las leyes de este para ser cumplidas.

Ls Rebeldes: grupo adversario que busca que la equidad y la democracia sean restablecidas.

*°*

Prólogo


El ser humano es como el mar. Quieto, con un sonido que casi te adormece y te atrapa, pero cuando lo hace no te suelta, te destruye volviendote así carnada para sus adentros.

Toda la vida estaremos rodeados de personas que quieren vernos destruidas, y esas personas alguna vez también fueron lastimadas igualmente. Pero todo es así, una terrible cadena que consume al más desafortunado.

Ella lastimosamente fue una de las desafortunadas, una joven a la que la vida le enseñó a golpes el otro lado devastador de esta. "El otro lado de la luna", como decía.

—¡Levántate de una vez maldita rebelde!— aquella voz hizo que levantara su mirada.

Observó con mucho odio al hombre parado frente a ella. Un maldito cobarde que espera a que sus víctimas estén débiles para atacar, pensó.

Lo miró directamente a los ojos al decirle: —Pudrete infeliz.

Solo bastó decir esas palabras para que aquel hombre levantara su mano y la golpeara directamente en su rostro ya casi irreconocible.

Sus piernas tambalearon y por instinto cayó al suelo, pero sintió un fuerte tirón en su cabello que la obligó a ponerse de pie. El hombre la sostuvo con mucha fuerza y la llevó a rastras fuera de la celda en la que ella se encontraba, rumbo a su cita con la muerte.

Apenas y podía sostenerse por si misma, su rostro se encontraba en sangre viva, con varios cortes alrededor de su cuerpo y además de esto, descalza y sin ropa. Por otro lado, a cada paso que daba se escuchaba más el bullicio de la gente, algunos abucheando, otros alegres por el espectáculo que estaban próximos a ver.

Al llegar a las puertas que dan a la multitud estas se abrieron, y como ella supuso, miles de personas estaban expectantes a lo que iba a suceder. Sus ojos se dirigieron a la gran tarima donde se encontraba él, aquel causante de sus pesadillas.

De repente sintió un fuerte golpe en la parte trasera de sus piernas que la obligó a caer y salir de su estupor, causando aplausos y vitoreos de la gente, y una sonrisa de satisfacción a su verdugo al verla indefensa a sus pies.

Este levantó la mano, obligando a los otros al silencio y luego hace una seña a sus hombres. —Pónganle de pie.

Entre dos la tomaron de los brazos y ya no se resistió, ella quería ver a los ojos a aquel hombre que tanto daño le había hecho. Él pasó un dedo delicadamente por su rostro, ignorando que este estuviera totalmente destruido.

—Adelantaste las cosas mi florecilla, lo lamento pero tu lo quisiste así— dijo para luego tomar un mechón de su cabello y mirarlo como si fuera lo más interesante del mundo.

Ella apartó su cara de golpe y le escupió la cara para después fulminarlo con la mirada.

—Lo quieras o no, yo soy tu castigo, nunca vas a hallar la felicidad y querrás morirte por ello— le respondió con una sonrisa que reflejaba todo menos miedo de lo que iba a pasar en aquel momento.

Este limpió su rostro, sin embargo, su mirada cambió a una de fuego puro, una sonrisa bailó en sus labios cuando ejerció presión en su hombro y la arrodilló ante él causando una mueca de dolor por su parte.

—Mi felicidad está en verte así, humillada por mí— tomó con fuerza sus mejillas y un gemido de dolor salió de su garganta—. ¿Quién diría que la Reina de los rebeldes estaría arrodillada ante mí?.

De repente se escuchó a la multitud vociferando: —¡Merece la muerte! ¡Asesina! ¡Manipuladora! ¡Quemenla viva!.

Este al escuchar enderezó su postura y dijo: —Hay que darle al pueblo lo que quiere— volteó hacia el público y levantó las manos generando algarabía cuando gritó —. ¡Aquí termina la caída de los rebeldes!.

Por otro lado, la joven se negaba en aceptar aquel cruel destino. Todo por lo que había luchado derramándose entre sus dedos. No, se dijo, y una sonrisa macabra se plasmó en sus labios. 

Pero mi querido Demonio, si este baile apenas comienza...

Antes de despedirnos | EN PROCESO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora