Capitulo 2: Amistad=Muerte

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—¡Suficiente!

El grito de el Viejo es lo único que detiene a el troglodita de casi dos metros que tiene a Sue contra los alambres que rodean la zona de batalla, lugar donde competimos a muerte para probar nuestras ventajas y mejorarlas en las prácticas.

Sí, esto es El cuartel. Un lugar donde te entrenan hasta hacer de ti una máquina de pelea, resistencia y otras habilidades que debe tener cada uno de nosotros.

—Lleven a Sue donde Mónique, ella sabrá que hacer— dice el viejo hacia dos de sus ayudantes.

Todos observamos como los dos tipos sacan a una Sue más muerta que viva para llevarla a la sala de curaciones, donde Mónique se hará cargo de ella.

La voz de el Viejo hace que dirijamos nuestra atención hacia él.

—Por lo visto, hoy Sue no tuvo un buen día.

Escuché risas. ¿Quién mierda se ríe después de ver a una persona casi muerta?. Ah espera, sí, los imbéciles del Cuartel.

—No quiero a incompetentes en este lugar, aquel que no pueda asumir el riesgo, bien puede irse y no volver nunca —habló el viejo con voz mortal.

Silencio.

Nadie decía nada, todos parecíamos perros siguiendo a nuestro amo. O más bien, todos temíamos a ser expulsados y no tener un lugar al cual ir, todos aquí teníamos una historia, ninguno tenía otro familiar o conocido que no fuésemos nosotros mismos, no conocíamos más nada.

—Eso pensé —dijo ante él silencio que se formó. —Ahora bien, ¿quién tiene las agallas de entrar ahí y luchar contra Rah?.

Otro silencio.

Pero esta vez, todos se miraban las caras, anhelando que alguien hablara antes de que el viejo...

—Esta bien —Dios no. —Ustedes así lo quisieron.

Hizo una pausa en la cual reparó en cada uno de los presentes. Desde el más joven hasta el más adulto, todos con buena condición física.

De repente se quedó viendo un punto fijo, volteé a ver quién acaparaba su atención y mi piel se puso de gallina.

Rebecca.

No, no y no. El viejo está loco, definitivamente lo está.

Rebecca es una de las jóvenes mas antiguas en este lugar, pero su destreza física nunca ha sido la mejor. Años de práctica y jamás se ha puesto al nivel de alguien como Rah, y el Viejo lo sabe perfectamente. Además, es una de mis mejores amigas.

—¿En serio vas a ponerla a competir?— se escuchó la voz de Rah.

—Tu te callas y no me cuestionas, niño.

Imbécil, ambos lo son.

Rebecca comenzó a caminar hacia el centro y al pasar por mi lado la sostuve del brazo. Ella me miró con los ojos bien abiertos.

—Ella no peleará con él— dije hacia el Viejo enfrentándolo.

Este sonrió con burla y contestó.

—¿Ah no?, entonces ¿quién lo hará?.

Deje de verlo fijamente para mirar a mi alrededor, reconocí un rostro del otro lado. Mi hermano, Hope, me miraba con suplica en sus ojos, el sabía lo que iba a hacer.

Lo siento hermanito.

—Yo— solté de golpe volviendo mi mirada hacia el Viejo.

Este soltó una carcajada al igual que Rah. Claro, todo por ser mujer, lo sé.

Antes de despedirnos | EN PROCESO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora