CAPÍTULO 24

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PoV Narrador.

Martes. Tarde.

Crazz: Sniff... Siéntate.

  El peludo terminó de recuperar el aliento mientras observaba como el chico se sentaba como le dijo. Este no se había movido ni un poco de donde estaba, quedando el arrodillado frente a un desnudo Marcelo.

Marcelo: Esto... ¿Me quedo así?

Crazz: Sí... - Muestra una gran sonrisa - Justo así.

  El humano pudo notar al girarse la sonrisa que este llevaba y como ahora está había crecido mucho más en su rostro. Contrario a lo que Marcelo u otro podría pensar, el verdadero festín para Crazz empezaba ahora.

  El hombre bestia sin ningún complejo ni nada se acercó, bajo su cabeza y se trago con bastante profundidad la verga de Marcelo.

Marcelo: ¡Haa!... Haa...

  Se la había metido completa en su boca a la primera y el mismo se apretaba contra este, provocandole un rico cosquilleo a quien complacía.

Marcelo: Haa... Haa...

  La hiena volvió a subir la cabeza, pero no soltaba el falo que estaba chupando. No parecía querer separarse ni un metro. Sino que incluso sacaba la lengua y lo relamia con esmero. Crazz parecía estar encantado mamando.

  El adolescente ya sospechaba desde el primer morreo que han tenido que su amante no es tan machote como creía. O sea si, tenía su lado de machote, pero también su lado más sumiso. Esto le confirmaba no sólo que su pareja sea versátil, sino que también esa no sería la primera que ya haya adoptado su rol de pasivo antes.

  Aun le sorprende bastante el hecho de tener a un hombre tan grande y musculoso como es Crazz de rodillas chupandole la polla a él, pero claro no iba a quejarse tampoco. Marcelo es claramente un pasivo, pero no es como rechazara la idea de poder sentirse o hacer de activo. Algo que tal vez no sea la gran cosa que una pareja gay quiera darse placer mutuamente de cualquier forma, pero él sabía bastante bien que no es muy usual que los activos quieran mamarle la verga a otro hombre.

  Ya que a muchos de los machos dominantes les gusta sentirse en control o el sentirse más hombres de lo que son, por eso no harían tal cosa, ya que solo les interesa su propio placer. Claro, que ya el chico estaba viendo que la cosa no era así con alguien versátil como la hiena que estaba a sus pies.

  Eso inundó sus pensamientos por unos momentos, pero al terminar volvió a sentir el buen trabajo que Crazz le estaba haciendo allí abajo. Haciendole incluso cerrar los ojos y acomodarse para disfrutarlo más. Le estaban dando ganas de felicitarlo, pero no se sentía seguro de hacerlo, así que solo se quedo en silencio y seguía disfrutando de la mamada.

  Sin dudas el animal salvaje tenía mucha experiencia, parecía un profesional en eso. Su cabeza subía y bajaba y casi no sentía sus dientes. Solo estaba su lengua húmeda y una caliente boca insaciable que no paraba de chupar.

  Sin embargo, a ojos de la hiena, veía como su chico gozaba de lo que le hacía, y por supuesto el también. Le hacía un poco feliz el saber que no había perdido su toque, a pesar del tiempo en que ya no lo había hecho más con nadie. Realmente no se había separado ni un poco de esa polla. Le gustaba su tamaño, su dureza y su grosor. No era tan grande como para atragantarse mucho, ni muy pequeña como para no sentirse nada. Es perfecta para él.

  Se la zampaba como si se tratara de un helado o de cualquier otro dulce. Le gustaba sentir ese característico olor a polla, junto a ese sabor amargo casi dulce que desprendía. Con una mano la sujetaba y con la otra manoseaba las bolas que colgaba. Hasta que finalmente se la saco, pero solo para pasarle la lengua por fuera y hablarle a Marcelo antes de tragarsela otra vez.

"Fantasy City" - Otra Historia Furry Gay/Yaoi +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora