Limpieza interna y externa

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La chica, Marja, cuyo nombre apenas sabía, sin hacer preguntas ni observaciones (como si algo de aquello fuese a ofender a Job de alguna manera y sin saber que pocas cosas podrían ofenderlo ya) se puso a limpiar y ordenar la casa sin miramientos. Era un total y absoluto asco ese lugar, del piso al techo y también en todos los rincones,  sin embargo,ella sabía que podía adecentarlo un poco, o un mucho, o por lo menos un importante y oportuno algo.

Mientras tanto, él la ayudaba con lo que podía y con lo que no también, aunque ella lo superaba en velocidad y conocimientos de limpieza, los cuales iba pasándole como una incallable guacamaya conforme actuaba sobre los distintos tipos de mugre.

Ambos exhaustos después de una larga jornada de impecable aseo, de alrededor de ocho o nueve agotadoras horas, se sentaron en el  destartalado sillón que antiguamente fue rojo, en un extraño silencio neutro, sin ser cómodo o incómodo aún y sin esperar nada.

Entonces ella comenzó a hablar como expresando con todo su ser  y su tono de voz, que esta vez necesitaba respuestas a todas sus preguntas y no se iría o cedería sin ellas–Yo....Leí esto por accidente, estaba en el buzón de la puerta y se cayó cuando lo abrí para limpiarlo, esa hoja y esto– dijo mostrándole una gran cantidad de billetes en un fajo mal atado con una liga y la dichosa hoja, mal doblada y un poco arrugada, sus pequeñas manos temblaban.

Al leer la nota, sin mucho detenimiento, el pobre muchacho se dió cuenta de que ella sabía lo único que él no quería que supiese y también, de que su casa no era un lugar tan seguro como él pensaba.

Allí estaba la prueba de todo,  esa carta sin sobre, ni firma, ni remitente que era de la persona menos deseada, reconocía esa letra.

La carta de Bartolomé decía lo siguiente:

Tu pago viene junto con la carta.En cuanto la leas llámame, mandame un mensaje o ve a mi oficina. Te necesito. La imagen de tu cuerpo no me deja en paz y lamento lo que hice, estuvo mal.

Dios. Eso era malo. Él no quería volver a trabajar para él nunca más, lo que significaba que ahora no podía quedarse allí, debía mudarse, lejos, muy lejos de allí. Quizá a otra ciudad antes de que le pasara algo peor –sé que quizá no tenga derecho a preguntar, y puedes ignorar mi pregunta como hiciste con todas las anteriores pero ¿Qué significa eso?– y Job entró en pánico, y cuando entraba en pánico todo empeoraba.

Mariposa-EDITANDO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora