"Normalidad"

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Oigan....no es por ser pedinche....pero me gustaría que comenten....aunque sea una cosa....aunque sea una mentada de ancestros por no publicar en siglos (publicaré más seguido)....lo que sea....para saber que opinan sobre la historia y bueno. Yo seguiré publicándola como sea (no soy chantajista, no es para conseguir votos ni reconocimiento, es para saber que piensan ustedes, aun si es algo que no me agrade o que me ponga triste ""nwn"" ((O.O)) tengo miedo ) sólo espero saber si les parece interesante la trama. Gracias.
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Una semana pasaría antes de que Marja y Job volvieran a encontrarse.

Increíblemente Job hizo lo que Bartolomé le pedía y todo se "arregló".Pudo volver a su trabajo usual.

Ella había adelgazado considerablemente y estaba muy pálida. Su salud había empeorado bastante y eso la afectaba incluso en el trabajo.

El chico cambió de calle, a una muy cercana a aquella donde lo aventó Bartolomé, pero aunque él no lo sabía; esa calle aún era cercana a ella. Cualquier lugar donde él estuviera, lo era.

El recuerdo de Marja no lo dejaba concentrarse en nada. De nuevo se sentía sucio y despertaba por las noches, con terribles pesadillas y con una insaciable necesidad de bañarse y tallarse hasta arrancarse la piel, igual que cuando empezó a trabajar.

Volverían a verse en el bar donde ella trabajaba.
Bartolomé había querido salir con alguien. Pero como era un enfermo desquiciado, no podía tener otra compañía que la comprada con dinero.

Así llegó Job, acompañando a su único cliente, sin esperar que fuese allí dónde ella era mesera.

Cuando la vió se le hizo un nudo en la garganta, pero se hizo el desentendido, al notar que ella no lo miraba.

Minutos después comenzó a sentir la tensión de una mirada en su nuca. Ella había notado su presencia.

Eso sólo significaba una cosa: la sarta de cosas incómodas que pasarían esa noche estaban por comenzar.

-¿Puedo tomar su orden? - dijo aquella vocecilla apagada. Era ella, ella iba a atender su mesa y parecía dispuesta a fingir desconocimiento al igual que Job.

Parecía entender que eso era trabajo y que él perdería dinero si lo molestaba.

Aún así, se notaba que quería hablar con él.

Job sentía su mirada alrededor de él casi todo el tiempo, y esperando poder hablar con ella fingió que lo llamaban de su pueblo y con una significativa mirada, la muchacha lo siguió.

- Creo que me miras demasiado, es incómodo para mí ¿Podemos resolver esto pronto? Estoy trabajando - dijo bajando la mirada y sonrojándose. Empezó a sentir ganas de arrancarse la piel como ya antes había pasado, todas las noches de esa semana - Yo... No planeaba incomodarte, lo siento mucho es sólo que... ¿Fué él quien te hirió? - dijo Marja con veneno en la voz.

El pobre hombre sabía que debía responder con la verdad - Sí, te pido que no hagas escándalos. Me costó mucho recuperar el trabajo y es mi única fuente de ingresos - ella asintió y le dijo - Deberías dejar esto, un mal día va a matarte, y no quiero llorar por un idiota y decir frente a su tumba "te lo dije" - dijo yéndose del lugar en el que estaban hablando.

Disculpándose con su dueño, Job; en este caso llamado "Ángel", volvió a la mesa y en el resto de la velada no tuvo más contacto que el visual con Marja.

Mariposa-EDITANDO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora