Un nuevo amor

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Narra Hawks

Han pasado ya 5 años desde la última vez que vi a Utano, la guerra contra los villanos nos terminó costando varias vidas, sin embargo me las arregle para sobrevivir, las heridas que llevaba en el corazón eran incluso mas profundas que aquellas provocadas por los ataques de All For One, no solo perdí a mis compañeros, si no que también la vida que había construido con tanto esfuerzo durante todos esos años.

En aquellos días, me asegure de mantener contacto con Chieko, me tenia al tanto de la situación de Utano, mostraba mejoría en las actividades físicas, pero aun no recuperaba el habla y había pocas esperanzas de que sucediera, poco a poco perdi conexión con ellas, primero las respuestas tardaban días en llegar, luego semanas... hasta que el único sonido que podia escuchar a través de la vocina era un lamentable... "este número no existe"... me comia la cabeza día tras día investigando su paradero, pero se habían encargado de limpiar muy bien sus huellas, me preocupaba que pudiese haberles ocurrido algo y mi miedo no dejaba de crecer.

Un dia, lleno de ansiedad, tome un vuelo directo a América, estaba seguro de que lo ultimo que Chieko había mencionado, es que se encontraban en Los Ángeles, estuve casi dos meses buscando, pero era como tener una venda en los ojos, iba a ciegas, sin pistas, sin opciones, sin siquiera una corazonada, la empresa de Chieko tenia varias sedes, pero no encontré información sobre ella en ninguna, al menos me daba alivio no tener noticias de ningún tipo, eso significaba que se encontraban a salvo, probablemente a estas alturas, estaría usando una identidad falsa y seria complicado seguirle el rastro.

Volvi a Japón a continuar mi investigación, era lo único que ocupaba mi cabeza noche y dia, incluso cuando recordaba haber renunciado a Utano, quería volver a verla.

Probablemente llevaba medio año siguiendo pistas que me llevaban a un callejón sin salida y cada vez era mas frustante, pero cierta mañana, un hombre toco a mi puerta.

-Señor Hawks... ¿cierto?

-Si, soy yo, ¿en que puedo ayudarle?

No dijo nada, me miro con un silencio sepulcral y abrió su saco levemente, tomo un sobre y me lo entrego, no había nada por fuera, estaba completamente sellado, pero justo en la esquina inferior derecha pude notar una pequeña letra H, ¿de Hawks?... segundos despues mis ojos brillaron un momento... ¿H... Hayami?, pensé, el hombre frente a mi se giro dispuesto a irse.

-ESPERA... (lo tome de brazo, y me miro con indiferencia sin decir nada), ¿Quién te envio?

-... No lo se, solo se me ordeno la entrega sin falta.

Mi agarre sobre su brazo perdió fuerza, ese sujeto no mentía, me preguntaba porque las personas ya no me miraban con admiración, pero recordé que desde que me había obsesionado con encontrar la ubicación de Utano, mis obligaciones como héroe se quedaron atrás, ahora solo me veía como un demente, suspire y de inmediato volvi a mirar aquel sobre con curiosidad y esperanza, corri al interior de mi oficina y con las manos temblando, lo abri rápidamente, una sola hoja, eso era todo el contenido... un pequeño párrafo que me destrozo.

Hawks... lamento mucho que las cosas se dieran asi... Utano no recuperara nunca más sus recuerdos, es mejor que ya no la busques por tu propio bien, y el de ella, me duele decirlo, pero se ha vuelto a enamorar, incluso si rompe tu corazón saberlo, es mejor que no albergues falsas esperanzas, estoy decidida a proteger su sonrisa, por ello espero que puedas perdonarme y que sigas con tu vida por el amor que alguna vez tuvieron... deseo que encuentres la felicidad.

. . .

Sorprendentemente no derrame ni una sola lágrima, mi cuerpo estaba tenso, todos estos meses, en lo mas profundo de mi cabeza, sonaba con fuerza esa posibilidad, no había manera de describir todas las emociones que me inundaban... ¿encontrar la felicidad?... yo ya la había encontrado en Utano y no me cabia la certeza de que nadie mas me la podría dar, lleve ambas manos a mi cabello y lo revolví con frustración, hasta aquí llegaba mi viaje, no sabría decir si hubiese existido una diferencia entre haber muerto en la guerra meses atrás o este momento, era rendirme una segunda vez, pero de forma definitiva.

Nuestro hilo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora