Todorokis

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Los dulces labios de Keigo recorrían lentamente cada centímetro de mi piel, sus manos se deslizaban bajo mis prendas, las frías yemas de sus dedos me provocaban escalofríos, no quería que se contuviera, y claramente yo ya había dejado de hacerlo, los besos llenos de pasión con los que comenzamos, bajaron de intensidad, ahora estaban llenos de ternura al igual que sus caricias, a pesar de que nos estábamos dejando llevar, la manera en que lo estábamos haciendo estaba llena de amor y anhelo por el otro.

Cerré mis ojos, estaba disfrutando de su trato, comenzó a lamer y dejar cortos besos sobre mi cuello, mientras desabotonaba de abajo hacia arriba, la parte superior de mi pijama.

-Eres hermosa (dijo con voz baja, al mismo tiempo que se enderezaba para verme, sus ojos tenían un suave brillo a pesar de que las luces estaban apagadas).

Sujete su rostro con ambas manos y le sonreí, se acerco a mi rostro y nos besamos nuevamente, yo comencé a retirar su ropa también, primero empuje un poco su chaqueta, sentí como deslizaba los brazos y retiraba sus plumas para que fuera fácil de quitar, metí mis manos bajo su camiseta, los músculos de su abdomen se tensaron de inmediato, empecé a acariciarlos, estaban tan firmes y definidos y su piel tan suave, mi mirada seguía el movimiento de mis manos, estaba fascinada con su cuerpo, tanto que incluso solté un largo suspiro.

-¿Tanto te gusta mi cuerpo? (pregunto con algo de cinismo, sonriendo y levantando una ceja).

-¿Ehh? (me había tomado desprevenida), lo siento (solté una risita), eres magnifico ¿sabes?

-Es la primera vez que alguien me lo dice, pero ahora será imposible para mi ponerme feliz de escucharlo de otra persona que no seas tu.

-A mi... no me gustaría escuchar que alguien te diga cosas así.

-¿Te pondrías celosa? (su tono claramente decir que esta jugando conmigo).

-Si... (se sorprendió al escuchar mi respuesta) eres un gran héroe, inteligente, amable, divertido y muy apuesto, se que tienes tu club de fans ya que eres una persona pública, pero no puedo evitarlo, como tu novia... (cubrió su boca, aguantando la risa) no te rias tonto.

-Me parece adorable ver este lado tuyo, que seas posesiva es tan sexy (beso la comisura de mis labios y sin despegar su boca de ahi dijo...) y escucharte decir que eres mi novia, me hace tan feliz.

Continuamos nuestro juego de caricias y besos, sin embargo no podíamos llevarlo mas lejos esta vez, aun así me sentía algo mareada, mi cuerpo ardía, quería más de Keigo.

-Utano, no...

-¿Porque? (mis ojos suplicaban).

-No traje protección (dijo algo avergonzado).

-Jajaja... oh, ya veo, lo siento, me apresure mucho.

-Jajaja, no yo... no creí que podría pasar algo así, quiero decir... hoy tuviste bastante iniciativa.

-E-entonces dejémoslo para después (asintió, ambos estábamos avergonzados).

Me comenzaba a sentir impaciente ahora que ambos habíamos reafirmado nuestra plena confianza de esta manera y me asustaba un poco esta parte de mi que no conocía, la que codiciaba tenerlo.

Se acercaba la hora en que normalmente se iba, justo antes del amanecer, estaba completamente dormido, aferrándose a mi, sentía su tranquila y cálida respiración chocar entre mi cabello, era agradable verlo así, después de haber sufrido insomnio debido a sus pesadillas y su estado de alerta todo el tiempo, ahora podia ver en su expresión que soñaba con algo bueno, me gustaba tanto, verlo así de indefenso y de todas las otras formas en que solo yo lo conocía.

Nuestro hilo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora