Todo lo que tengo es mi corazón (y mi orgullo)

Capítulo 10: El departamento de Eda

Amity se quedó mirando el complejo de apartamentos durante una vergonzosa cantidad de tiempo. Estaba temblando en su asiento, los labios le hormigueaban ante el mero recuerdo del tiempo que ella y Luz habían pasado en la biblioteca ese mismo día.

"Vamos, Blight," ella respiró. "Puedes hacerlo, eres fuerte, valiente, poderosa y ruda, puedes hacerlo."

Continuó animándose a sí misma mientras salía del auto y se dirigía adentro, subiendo escaleras y contando los números de las puertas.

"Claro, ella es linda, realmente... realmente, realmente jodidamente linda. ¿Y qué? Puedes hacerlo, no te afecta. eres una roca, eres sólida e inamovible"

Encontró la puerta de Eda y toco, parpadeando sorprendida cuando un chillido repentino salió flotando de algún lugar del apartamento, pero continuó susurrando en voz baja mientras esperaba.

"Tu eres fuerte, no estás afectada ,ni siquiera te das cuenta de lo linda que es. ¿Y qué si ella tiene un lindo corte de pelo? ¿A quién le importa lo bien que huele? ¿A quién le importa lo musculosa que sea? Nada de eso importa, eres poderosa, tu está-"

La puerta se abrió y allí estaba Luz. Se había deshecho de su chaqueta, solo se había dejado una camiseta sin mangas que mostraba un vistazo de su faja en el pecho. Su cabello estaba desordenado pero su gorro todavía estaba donde siempre lo hacía. Amity estaba jodida.

"Eres gay", espetó antes de que pudiera detenerse.

Luz levantó una ceja y se rió entre dientes.

"Evidentemente", sonrió. "¿Por qué? hoy no te resultó lo suficientemente bueno? Estaría feliz de repetir la lección."

"Jodeme", se quejó Amity, y Luz se rió.

"Tal vez no esta noche, venga." Se paró a un lado y Amity entró, maldiciéndose con cada fibra de su ser. Eres una maldita lesbiana inútil, "Eres gay"? ¡¿Qué clase de maldito saludo es ese?!

"¿Quieres una bebida?" Luz empujó ligeramente a Amity con el hombro, y Amity se aclaró la garganta.

"Um, un poco de agua sería genial, por favor"

"Cool, un segundo." Luz se alejó de un salto, abriéndose camino entre montones de basura diversa. Vaya hay mucho de eso aquí.

Amity giró lentamente en círculos, contemplando el entorno del apartamento. Estaba cubierto de basura desde el techo hasta el suelo, desde recortes de periódicos hasta gramófonos rotos, una bañera, montones y montones de libros y un montículo de animales de peluche sobre los cuales dormía un pequeño gato negro, hecho un ovillo.

Cuando se volvió hacia un lado, vio un sofá, y Eda se sentó allí, con los ojos entrecerrados mientras examinaba a Amity. Otra persona de la edad de Eda se sentó a su lado, con un brazo alrededor de los hombros de Eda. Una lechuza se sentó en una percha en la mesa de café a sus pies, con la cara girada para poder mirar a Amity con grandes ojos amarillos.

"¡Vaya! Hola, perdón." Amity se movió donde estaba, sorprendida por verlos a todos. Eda se levantó, pasó una mano por el cabello azul pálido de la otra persona y se acercó trotando.

"Entonces, eres la chica Blight", Eda ladeó la cabeza. "¿Tu auto te está dando algún problema?"

"No, señora", Amity se clavó las uñas en las palmas de las manos en un intento de mantenerse en tierra. No podía darse el lujo de caer en espiral aquí, sin importar lo preocupada que estuviera por impresionar a la mentora de Luz. "Esta perfecto, gracias"

"¿Señora?" Eda levantó una ceja y se rió entre dientes. "Puedes llamarme Eda, señora me hace sonar tan vieja"

"Somos viejos", se rió entre dientes la otra persona desde donde estaban sentados en el sofá, y Eda se rió.