Capítulo 4

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—YeJi me llamó hace unos minutos—dice mamá cuando se sienta con nosotros a cenar. Mi cabello sigue húmedo por la ducha que tomé hace segundos, el cabello de papá también está igual, la camisa que tiene deja ver los tatuajes en su brazo—Dijo que estaba en la isla de Jeju.

—¿Fue sola? —pregunta papá llevando la tostada a sus labios dándole un mordisco.

—Dijo que estaba con algunos familiares. Se escuchaba entusiasmada.

La tía YeJi era muy graciosa, Lia, Theo y yo nos divertimos cuando nos invita al cine, al parque de diversiones, a un evento, ¡Incluso un concierto!, era una tía cool, en resumen. Mis padres saben lo extrovertida que puede ser, pero también lo responsable que puede llegar a ser.

—¿Son perlas reales? —la pregunta de papá hacia mí interrumpe mis pensamientos. Mastico despacio tocando el collar en mi cuello—Es bonito.

—Mamá lo compró en el mercado, según el chico que nos lo vendió dijo que eran reales.

—Fue muy amable al acercarse a nosotras cuando te sentías mal.

Una de las cejas de mi padre se levanta, ya veo sus celos activándose.

—¿Me perdí de algo?

—Mamá cree que le gusté al vendedor del collar.

—¿Le gustaste?

—Claro que no.

—¿Y él te gusta?

—Papá.

—Primero JiSung y ahora este chico.

Apenas escucho el nombre y mi enojo aparece. He perdido el apetito por completo.

—¿Por qué eres tan exagerado?

—HaRim—advierte mamá—JungKook, hemos hablado de esto, no quiero que discutan...

—No, mamá, deja que responda. ¿Por qué tienes que ser tan exagerado?, no soy una niña.

—Eres mi hija, eres una jovencita muy hermosa y hay demasiados peligros en este mundo.

—¿Enserio?, ¿Besar a un chico es peligroso?

—HaRim—escucho a mamá.

—Tuve tu edad, conozco bien lo que hacen los chicos a esta edad y sólo quiero lo mejor para ti.

—No, no sabes porque a mi edad estabas drogándote. ¿No es así, papá?

—¡Jeon HaRim! —es primera vez que escucho a mamá tan molesta. En los ojos de papá puedo ver el dolor reflejado, sólo entonces soy consciente de que fui demasiado lejos, pero al ser un tanto orgullosa no quiero pedirle perdón—Discúlpate ahora mismo.

—No, SoHee, déjala—una pequeña sonrisa me hace disminuir el enojo. No debí decir eso—Tienes razón, a tu edad estaba...en otras circunstancias—se inclina hacia atrás—A tu edad me hubiera gustado tener un padre que estuviera preocupado por mí, que fuera atento conmigo y fuera un verdadero apoyo para mí—me mantengo callada—No eres una niña, HaRim, esa es la peor parte de ser padres, estás en la etapa donde demasiados cambios pueden sofocarte, tanto a tu madre como a mí nos asusta que no seas capaz de manejarlo.

Bajo la vista conteniendo las lágrimas. Estoy siendo muy cruel con ellos.

—Vete a tu habitación—la voz de mamá es firme. Sin decir nada, me levanto de la silla caminando hacia mi habitación.

...

—A veces creo que mis padres no me entienden—JiSung se encuentra a mi lado en el salón de música. El chico suele tocar el piano y me gusta escucharlo, es muy bueno en ello—Últimamente sólo discuto con ellos, cuando era niña las cosas eran menos complicadas.

—Por eso dicen que esta es la etapa más difícil para todos—me siento a su lado—Tus padres se preocupan por ti, HaRim.

—Se supone que debes apoyarme, recuerda que te amenazó cuando me besaste.

—Creo que hubiera reaccionado también si estuviera en su lugar.

—Oh, entonces serás un padre celoso con tu hija—señalo.

—¿Cómo reaccionarías si vieras a tu hijo o hija besando a alguien? —cuestiona. No tengo la respuesta a eso por lo cual sonríe divertido—A veces es bueno colocarnos en los zapatos de ellos.

Con un suspiro despierto, alguien acaricia mi mejilla y abro los ojos, mamá sonríe un poco acomodando mi cabello.

—Buenos días.

—Buenos días—bostezo.

—El desayuno está listo.

—¿Papá está en el comedor? —me coloco boca arriba restregando mis ojos.

—No—su sonrisa disminuye—Salió a caminar—hace una pausa—Quiero que te disculpes con él, lo que dijiste anoche estuvo mal.

—Lo sé—restriego mis ojos con mis manos, bostezo un poco antes de hablar—No debiste decir nada, mamá.

—Oye, la que comentó eso de gustar fuiste tú e incluso si yo hubiera iniciado el tema no es razón para mencionar lo que dijiste—indica—Hay algo que estás ocultándonos, HaRim, no quiero presionarte a decírnoslo, pero como tu madre me preocupan estas actitudes, cambiaste demasiado en meses.

—Me disculparé con papá cuando vuelva—es todo lo que puedo decir.

...

—¿Podemos hablar? —pregunto cuando noto que papá acaba de lavar todos los platos del desayuno. En su rostro no hay molestia, sólo noto...decepción, no debí decirle eso.

—Hace tres meses que no escucho esa pregunta de ti—me mira mientras seca sus manos.

—Lo siento, no debí decir eso ayer.

—Bien.

Pero no me convence.

—Papá...

—Ahora yo quiero preguntarte algo—comenta— ¿Por qué estás alejándote de nosotros?, ¿Por qué estas actitudes tan agresivas?

—¿Agresivas?, tu actitud cambia cuando menciono un chico...—levanta una de sus cejas. Ruedo los ojos tomando un suspiro—Lo siento, de nuevo.

—Tienes razón, no me gusta saber que los chicos se interesan en ti porque vivo con el constante temor de que salgas herida.

Sonrío ladinamente.

—Si supieras—ante eso su preocupación se deja ver. Debo decírselos, este es el momento.

—¿Qué pasó?

—Hay algo que quiero contarles a mamá y a ti, tengo miedo de cómo reaccionarán—juego con mis manos en un acto de nerviosismo—Especialmente tú, papá.

Jeon HaRim: Growing Pains (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora