Capítulo 7

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GeonHee comenzó a venir más seguido luego de la invitación de mamá, el chico traía pescado fresco, mariscos, langostinos, cualquier cosa de mar. Con las pequeñas visitas por la tarde descubrí que su madre es quien hace los accesorios que vende, la mujer recoge pequeñas conchas de mar creando arte con ellas, GeonHee había traído unos aretes para mamá, cuando intentó pagárselo él la rechazó, debido a esto mamá lo invitó a ambos para una cena en casa.

Eso nos lleva al presente.

Mientras ayudo a colocar los platos en la mesa, papá sirve los palillos un tanto serio, sé que no le agrada para nada GeonHee, sigue trabajando en eso de no ser un padre obsesivo.

—Appa.

—¿Qué? —me mira. Tiene una camisa con mangas cortas por lo cual deja ver su tatuaje, a GeonHee le intimida, él mismo me dijo que lo colocaba nervioso.

—¿Recuerdas cuando los abuelos también te detestaban? —me mira confuso—La abuela dice que hubo un tiempo donde simplemente no te toleraba.

—Lo recuerdo—coloca los últimos palillos— ¿A dónde quieres llegar?

—¿Por qué no te agrada GeonHee?

—A ti no te agrada.

—Me agrada, es...aceptable.

—Pues tu actitud con él dice lo opuesto—ante mi silencio inclina su cabeza apoyando sus brazos de la silla—Tiene que ver con JiSung, ¿No es así? —al verlo sonríe apenas—No todos van a lastimarte, tú lo dijiste.

—No se vale si usas mis palabras en mi contra.

—Eso mismo te he dicho, ¿Qué sueles decir tú?, el orden de los factores no altera el producto—imita mi voz.

—No están discutiendo, ¿No? —mamá aparece colocando el bol de ensalada en la mesa junto a otro de kimchi.

—Sólo discutimos como padre e hija—dramatizo llevando mis manos al pecho. Papá hace un corazón en mi dirección sacándole una risita a mamá.

—Escríbele a GeonHee, pregúntale por donde viene.

—Voy—me dirijo a la sala donde dejé mi teléfono. Al tomarlo escucho el timbre, camino a la puerta acomodando mi blusa, giro el pomo encontrando al chico con una mujer más baja, a simple vista noto que es humilde, sus ojos son un poco pequeños, su cabello oscuro va recogido en una coleta baja—Bienvenida, señora Lee—hago una reverencia.

Me llevo una gran sorpresa cuando la mujer responde con señas.

—¡Que bueno que llegaron! —mamá interviene sonriente—Pasen.

GeonHee nunca mencionó que su madre era muda.

...

—GeonHee nunca nos contó, lo siento—se disculpa mamá.

La señora Lee hace algunas señas y su hijo las traduce para nosotros. A mi lado está mamá, frente a nosotras se encuentran ellos, papá está en la punta de la mesa junto a mamá.

—Dice que no deben disculparse. Es culpa mía por no haberlo contado.

—¿Te avergüenzas de ella? —mi madre me pellizca debajo de la mesa ante lo que digo.

—No, estoy orgulloso de mi madre.

—No te preocupes, apenas nos conocimos, no tenías obligación de contarnos.

—Mamá dice que los aretes le lucen muy bien, señora Jeon.

—Gracias—sonríe sonrojándose—Tiene mucho talento, difícilmente me los quito.

—Y tiene razón—interviene papá por primera vez sirviéndose jugo.

La señora Lee hace preguntas triviales sobre mis padres o sobre mí, papá incluso se vuelve más conversador y el ambiente se hace agradable. GeonHee se ríe en algunos momentos, tiene una risa bonita, no lo negaré, cuando me pilla mirándolo no puedo evitar avergonzarme. Finjo beber algo, aunque no tenga sed en lo absoluto.

...

Mi cuarto está a oscuras cuando abro los ojos de golpe, papá se encuentra sentado a mi lado cubriéndome más con las mantas. Acaricia mi mejilla mirándome con ciertos ojos tristes.

—Tranquila, fue una pesadilla—susurra—Vuelve a dormir.

—¿Qué hora es? —mi voz es un poco ronca.

—De madrugada, vuelve a dormir.

—¿Mamá está durmiendo? —él asiente—¿Te sientes bien?

—¿Si te respondo dormirás?

—Probablemente.

Sonríe de lado acariciando mi espalda.

—Eres igual de entrometida que tu madre.

Me hago a un lado permitiéndole que se recueste, juntos nos cubrimos con las mantas sintiendo frío con el aire acondicionado, papá me deja recostarme en su pecho, me rodea con sus brazos abrazándome mientras deposita un beso en mi frente.

—¿Tuviste un mal sueño también?

—No, todo lo contrario—suspira—Era un agradable sueño—levanto mi cabeza mirándolo—Tu abuela HaRim estaba allí. Dijo que te habías convertido en una hermosa jovencita.

Sé lo importante que fue la abuela para papá, no la conocí, pero lo sé. Así como sé todo lo que hizo para protegerla, incluyendo su trabajo en el club, ¿Cómo supe esto último?, al tío Jimin se le escapó una vez en una de sus visitas.

—¿La extrañas mucho?

—Siempre lo hago.

—Ella debe estar muy feliz por ti, tienes la familia que mereces.

—Bueno, no creo que merezca una hija tan testaruda como tú—bromea.

—Ja, ja, que gracioso.

Besa mi frente apretándome entre sus brazos. Sonrío un poco regresando al silencio por cortos minutos.

—Appa.

—¿Sí?

—Lamento no haberles dicho sobre JiSung y nuestra relación—me mira fijo—Creí que si mamá pudo ayudarte entonces yo también podía hacer lo mismo con él.

—HaRim, te diré esto y escucha bien—asiento—Hiciste tu mejor esfuerzo con ese muchacho, sí, me molesta un poco que no lo hayas dicho, al mismo tiempo lamento la pérdida en su familia, nadie debe terminar así, mucho menos un joven como él—sonrío apenas—No quiero que tengas una relación como la que tuvimos nosotros.

—Pero te enamoraste de la mujer correcta, ¿No?, si mamá no te hubiera ayudado yo ni siquiera existiera.

—Tu madre y yo pasamos por muchas cosas juntos para llegar a este punto—indica—No todas las relaciones terminan así, no todos quieren cambiar, quiero que tengas eso en cuenta.

—Toda relación tiene sus dificultades.

—Y no todas acaban bien, ¿Entiendes mi punto? —habla un poco serio—No romantices algunas actitudes, quiero que tengas una vida sana, una relación sana y...

—Papá—lo interrumpo—Conozco el bien y el mal, sé lo que está bien y lo que no, ustedes me lo han enseñado.

—Eres muy joven...

—Sí, soy joven, tengo mucha vida por delante, pero créeme cuando te digo que sabré cuando cruce la raya.

—Eres impulsiva como yo muchas veces.

—Pero soy inteligente como tú muchas veces.

—HaRim.

—Papá, ¿Crees en mí?

—Lo hago.

—Entonces cree en mí cuando te digo que tendré una buena vida, ¿Está bien? —asiente y toma mi rostro entre sus manos.

—Deja de crecer, por favor—sonrío divertida abrazándolo—Estás creciendo muy rápido, no quiero dejarte ir todavía.

—No necesitas dejarme ir, estaré contigo en todo momento.

Jeon HaRim: Growing Pains (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora