Oscuridad, siempre veía oscuridad, importando poco a donde mirara.
Pronto el ruido de la puerta abriéndose se escuchó por el lugar; pisadas cuidadosas bajaban las escaleras, esto me puso en alerta, pues significaba que la persona que entraba era nueva, y no el viejo rey del centro, quien entraba a lastimarme.
La luz que flotaba encima de la silueta cayó al suelo con un horrible estruendo, la silueta, corrío hacia mí convirtiéndose en un joven menor que yo.
Solo veía que el me volteaba a ver con preocupación, mientras intentaba soltar las cadenas que mantenían aprisionadas mis muñecas y mi pies.
Él movía su boca, soltando palabras que no lograba comprender. Él me sacó del calabozo, al sacar un pie fuera de ese lugar oscuro, sentí por primera vez en quince años la brisa del viento, miré hacia el cielo, éste tenía unas hermosas pecas brillantes llamadas estrellas.
El chico hizo que me sentara completamente desnudo en un gran balde de madera, los sirvientes empezaron a poner el agua en el balde donde me encontraba.
El chico les ordenó salir del cuarto.
Yo solo podía sentir el agua fresca tocando mi blanca piel llena de moretones y heridas mal curadas.
El chico se posó detrás de mí, moviendo mi pelo hacia un lado, lo escuché jadear de asombro.
Me trataba tan delicadamente, hacía años que anhelaba un toque tan cálido, una muestra de cariño que me hiciera recordar que era un ser vivo.
El chico abría su boca soltando balbuceos, riendo tímidamente, pero sus ojos denotaban un deje de tristeza, cómo si hubiera encontrado la verdad de una mentira dicha de un ser amado. El joven soltó lágrimas amargas, yo solo lo miraba con confusión. Él me pasó un trozo de tela por la cara con ternura, al terminar de hacerlo, me dió el trapo, su mano era tan suave y tibia, no sabía que alguien las podía tener de esta forma, lo agarré de su mano, el chico se exaltó un poco, se incó para que pudiera seguir apreciando su mano.
Volvió a hablar, lo miré a los ojos y solo solté mis palabras -Я не понимаю что ты говоришь( no entiendo lo que dices)- Mi voz salió ronca, no reconocí mi propia voz, pero el chico parecía emocionado.
-Если он может говорить, я думал, что он немой(si puede hablar, pensé que era mudo) - asombrado y emocionado de encontrar a otra persona que era de mi país natal, y qué pudiera entender lo que se sentía ser aprisionado en un lugar. Lo abracé. Al separarme de él, vi que lo había mojado, apenado me disculpé.
-Не волнуйтесь, я в порядке, это было всего несколько маленьких капель (No te preocupes estoy bien, solo fueron unas pequeñas gotas) - el chico sonrió con comprensión y ternura.
-А как тебя зовут? (y ¿Cómo te llamas?) - el chico pregunto curioso -Меня зовут Кендрик Бонавич (Me llamo Kendrik Bonavich) - respondí tranquilo, pero el chico parecía estupefacto, empezó a negar con la cabeza, sus ojos se llenaron de una enorme tristeza y furia indescriptibles. Me miró a los ojos -Я надеюсь, что вы не ненавидите меня после того, как я узнаю, кто я. (espero que no me odies después de saber quien soy) - el chico de piel besada por el sol, suspiró como si quisiera alejar todo lo malo que había descubierto -Я Meztli Alexander Suárez, Сын короля Eduard Elías Suárez (Soy Meztli Alexander Suárez, hijo del rey Eduard Elías Suárez) -
Lo mire detenidamente, el chico cerró sus ojos con frustración, el saber eso me había dejado sin habla, pero no lo odiaba, ni quería lastimarlo. El me había sacado de ahí y estaba ayudándome.
Con el cambio constante de las estaciones, nuestra cercanía era más que solo amistad, mi corazón palpitaba con devoción con tan solo ver su silueta. Pero sabía que llegaría ese punto para separarnos, lo habíamos hablado y decidimos qué lo mejor sería que yo regresara a mi reino.
Así lo hice, pero no sabía que mi regreso desataría tal caos, el pueblo se levanto en armas encontrá del reino de mi amado.
Oh, mi amada Luna, quien no había hecho nada y solo estaba pagando los horribles errores de su padre. Pero si yo me oponía la gente también se iría contra mí y no podría protegerlo.
Con gran pesar, me uní con mi gente, pero en mi mente solo persistía la idea de salvar a Sasha y sus hermanos.
Con el pasar del tiempo llegué a la capital del país, junto a mis soldados, frente a mí, yacía imponente el castillo. Bajé del caballo ordenando a mis hombres quedarse vigilando la entrada.
Pasé al castillo con pasos dudosos, llegué al patio central, y allí lo ví, parado en medio del pequeño lago, con el cabello mal cortado, su ropa sucia y mal acomodada; un nudo en mi garganta se hizo presente, pero poco me importó; corrí hasta él, lo abracé, esperando que también se alegrará al verme, pero lo que recibí fue desesperación y miedo de su parte.
Lo solté, él se alejó de mí con un gran horror, yo me inqué, mojando mi pantalón. Alexander se empezó a calmar viéndome con vergüenza, empezando a llorar, caminé incado y con calma para no asustarlo, el se acercó y me abrazó balbuceando "no quería, de verdad", le susurré qué le creía, volteé hacia en frente y vi los pequeños cuerpos de sus hermanos, a todos les faltaba algo de ropa, tensé la mandíbula y mi corazón se achicó, entendí de inmediato lo que habían sufrido.
Llevé a Meztli a mi tienda, llamé al médico y su diagnóstico me hizo darme cuenta que lo que les pasó fue peor de lo que imaginé.
Mandé investigar quienes fueron los que hicieron esa atrocidad.
Volví a salir, sin poder llevar a Alexander conmigo, para cuando regresé, me topé con la figura de Meztli sosteniendo una de mis espadas, con el filo de ésta en su cuello, cuando reaccioné, el cuerpo de él, estaba en mi regazo perdiendo sangre.
— Perdón— dijo con dificultad, casi como un susurro. Yo lo abracé con todas mis fuerzas, llorando amargamente, y depositando un beso en su frente.
—¡Corte!, ¡quedó perfecto chicos, gracias por su participación, tomen un descanso! — gritó el director, para que todos lo escucharan.
A lo lejos vi a Mitchel, mi pareja y actor de Alexander, hablar con los maquillistas. Me acerqué a él abrazándolo por la espalda. Los maquillistas se fueron dejándonos solos, Mitchel volteó todo su cuerpo para quedar frente a frente, respondiendo el abrazo.
Besé sus labios y el aceptó con gusto el afecto.
1101 palabras.
