Iván, un estudiante del extranjero llegó a México, hace dos días; sus vecinos le han advertido sobre un ser mitad humano mitad serpiente, llamado por los lugareños Tilcuate.
El ha escuchado de sus vecinos que no salga muy temprano; y si llega a salir que sea después de las 8:00am, ya que antes de esa hora los Tilcuates salen a cazar a los humanos.
El nunca ha creído en ese tipo de cosas.
- Sólo son cuentos para que los niños hagan caso- pensaba el.
Iván iba de camino a la parada del autobús para ir a la escuela y llegar antes de las 7:00am.
Iba perdido contemplando las casas coloridas del pueblo, del como combinaban perfectamente con la naturaleza que las rodeaba; cuando al mirar al frente pudo percatarse de una cabeza que se asomaba por entre los arbustos.
Hizo como si no la hubiera visto y siguió caminando, cuando estuvo lo suficientemente cerca de aquel ser, los dos se miraron a los ojos igual de asustados.
Fue ahí cuando Iván recordó lo que sus vecinos le habían dicho.
- ¡Los Tilcuates llegan a medir hasta 2.80 metros!-
Miró al ser frente a él; no medía los dos metros y se veía joven, casi como si fuera de su misma edad.
- Los Tilcuates se pelean con los hombres y duermen a las mujeres con su aliento; y si se encuentran cerca de tu, escucharás un silbido-
-No le temen a los humanos, pero cuando se sienten amenazados te soltará latigazos con su cola-
Iván lo que veía en aquellos ojos color miel, era miedo.
-Si te encuentras con uno, mátalo con una vara verde, estos provienen de las varas y de un solo golpe romperás sus vértebras-
El chico tomó una vara que estaba a pocos centímetros de él.
Miró al frente y el ser estaba temblando y sus grandes ojos estaban cristalizados.
Miró la vara en sus manos y recordó lo que le había dicho la señora María, una señora de 85 años.
-Esos seres son como nosotros, tienen familia, sentimientos y no hacen nada de lo que estos locos dicen- la señora apuntó a las otras casas -yo ví uno cuando tenía más o menos tu edad y solo asotó su cola al suelo en señal de advertencia, no había entendido el porqué, hasta que miré detrás de él y estaba protegiendo a sus crías solo eso.
Miré mi canasta del mandado, saqué la bolsa que contenía unos pescados y me acerqué lentamente, me agache y los dejé en el suelo.
El Tilcuate los agarró rápidamente y se fue para jamás volver a verlo-
Iván arrojó la vara lejos de ellos, miró al Tilcuate y este observaba perdido a donde había lanzado el objeto.
Se quitó la mochila y la abrió, sacó su almuerzo y se acercó al ser, quien al verlo retrocedió.
Iván se agachó a la altura del Tilcuate y extendió su brazo, el ser se acercó a Iván y tomó el sándwich.
-Gracias- fue lo que Iván escuchó
-¿Porqué?- contestó
- Por no lastimarme-
Así Iván y el Tilcuate fueron creando una amistad que duraría hasta el fin de sus días.
526 palabras
Esta historia se me ocurrió, ya que en la clase de español me pidieron redactar un relato corto.
No es spoiler de OMEPP lo siento.
Pero espero que lo disfruten.
