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La tensión se palpaba en el aire. Era cuestión de segundos para saber si los Tuzos del Pachuca podrían tener su revancha en la final de la Liga Mx.

Unos cuantos segundos segundos bastaban para que el árbitro diera por terminado el partido y que los Tuzos se proclamaran como los primeros finalistas de la liga.

El estadio de Hidalgo estaba que estallaba. Todo el lugar estaba inundado por gritos y maldiciones de los aficionados rayados al darse cuenta que la remontada jamás llegó.

Un 5 a 1 los había condenado al fracaso, y había coronado a los blanqui-azules a la venganza que tanto anhelaban.

El tiempo ya corría.

Diez segundos

Nueve segundos

Ocho segundos

Siete segundos

Seis segundos

Cinco segundos

Cuatro segundos

Tres segundos

Dos segundos

Un segundo

El pitido final llega y la afición grita.

— LOS TUZOS NUEVAMENTE ESTÁN EN LA FINAL.— y no descansarían hasta tener su revancha.

Luego de las entrevistas y pequeños festejos que pasaban siempre, los jugadores comenzaron a salir de la cancha mientras que el Profe Guillermo Almada "amablemente" se despedía de los técnicos del equipo contrario, y aunque en sus facciones no se notaran. Por dentro estaba lleno de emoción y orgullo del partidazo que sus muchachos habían dejando en la cancha.

Momentos después, tomó sus cosas y comenzó a hacer salida hacia el vestidor para tener una corta charla y poder irse a su casa, pues esa era otra cuestión que lo mantenía más feliz que de costumbre.

Su hija menor regresaba de su intercambio en Suiza. Luego de tres años pisaría nuevamente las tierras Mexicanas en donde nació y se crió junto con su madre, y a pesar de la distancia que existió siempre entre su papá y ella, el profe siempre se encargó de hacerla sentir amada.

Su vida estaba llena de comodidades, jamás le faltó nada. Ni amor, ni dinero, ni afecto.

Siempre consiguió lo que quiso, estuvo en las mejores escuelas, eligió el país al que quería irse y vivió su vida de ensueño en el país Europeo. Pero por fin había llegado la hora de regresar a casa. Y ahora estaba más emocionada que nunca, pues, por primera vez estaría viviendo en el mismo país que su padre.

Por otro lado, en el vestidor de los jugadores sólo se escuchaba hablar de una sola cosa. Además de la victoria, claramente, la conversación había tomado un rumbo diferente en el momento en el que Nico Ibáñez notó la presencia de una joven que esperaba pacientemente fuera del vestidor.

Y no fue el único que se dio cuenta, mientras que algunos de los futbolistas mayores la veían con curiosidad, pues, estas eran áreas restringidas y los aficionados no podían acceder a ellas, y honestamente, tampoco parecía que lo fuese pues desde que pasaron frente a ella su actitud fue senil, no hubo rastro de emoción, ni si quiera se volteó a verlos, cosa que extraño a más de uno.

Luego, estaban los otros futbolistas. Los menores, quien, al darse cuenta de la presencia de la extraña no pudieron evitar quedar asombrados con su belleza, pues era un joven muy atractiva.

Sus ojos miel y su actitud con desdén capto la atención de varios futbolistas, en específico de un grupo en general, y de un muchacho en particular.

Kevin.

No era ninguna novedad el saber que Kevin era un Don Juan. A pesar de su actitud tímida y reservada, por dentro el sabía el atractivo que tenía, sabía cuáles eran sus encantos y conocía las maneras de hacerlas relucir. Cualquier mujer en la que el pusiera la vista terminaba cayendo bajo sus encantos. Y el estaba muy consiente de eso.

No era un mujeriego, no, simplemente sabía como llegar y disfrutar de su soltería cada que quisiese. Y ahora, toda su atención se dirigió hacia la bajita castaña borde que acaba de ver.

¿Quien era ella?

¿Que estaba haciendo aquí?

Esa y muchas más preguntas lo invadieron, y el estaba mas que dispuesto a descubrir a cómo diera lugar la respuesta de cada una de ellas. Sin saber, que todas estas estarían apunto de resolverse.

Mientras tanto, aquella desconocida joven mordía sus uñas ansiosa, no podía aguantar más la emoción. Quería que llegara ya, pero como siempre. Al profe Almada le gustaba tomarse su tiempo y charlar cortamente con cada persona que se cruzará en su camino, retardando así su tan anhelada sorpresa.

Espero unos minutos más, y luego, cuando el adulto estaba cerca de ella, se escondió tras un arbusto y una vez que el Profe estaba lo suficientemente cerca dio un gran salto y se le paró enfrente mientras grito.

—Buuuh!.—

El profe la miro con sorpresa, los papeles en sus manos cayeron y procedió a estrecharla en un fuerte abrazo.

—¿que haces aquí, hija?.—preguntó una vez que se separaron.

—Sorpresa.—la adolescente sonrió con inocencia mientras encogía sus hombros.

—¿Qué no tu vuelo salía mañana?.—

—Si, pero quise cambiarlo para sorprenderte, y aquí estoyyy.—extendió la oración mientras seguía sonriendo.

—¿Pero, como? ¿Con quien? ¿Cuando?.— todavía no lograba comprender como había volado desde el otro lado del mundo sin que el se diera cuenta.

—Mamá.—fue lo único que ella respondió.

Su padre rio cortamente sabiendo que no necesitaba preguntar más cosas, luego, levantó sus cosas del suelo y decidió que sería hora de presentarla con sus jugadores, pues, sabía lo aficionada que su hija era del deporte y algo en el presentía que pasaría mucho tiempo con ellos así que decidió no esperar más.

—Voy a presentarte a los muchachos, primero, déjame entrar para asegurarme que están en condiciones.—dijo ocasionando que su hija riera, pues, no le haría mucha gracia al padre que su hija adolescente entrara a un cuarto llena de hombres desnudos.

Ella simplemente asintió y espero pacientemente a que su padre saliera de nuevo, no pasaron más de cinco minutos cuando éste salió y le dijo

—Listo, ya puedes pasar.—extendió su brazo y abrió las puertas del vestidor ganándose así la mirada de todos los presentes.

—Muchachos, les presento a mi hija, Anna.—

Y en cuanto sus ojos se posaron en unos grandes ojos color marrón, ella lo sintió.

Algo pasó por primera vez en el pequeño paraíso más oscuro.

primer capitulóoooo, cuéntenme en los comentarios que opinan :)

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No me culpes 𝐊𝐞𝐯𝐢𝐧 𝐀𝐥𝐯𝐚𝐫𝐞𝐳 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora