Tenía los pelos de punta por lo que estaba por suceder. Llevaba mas de 45 minutos parada al lado de la cancha observando con muchísimo nervios lo que estaba sucediendo. Ya había soltado mi cabello y me había mordido todas las uñas de acrílico que me acababa de retocar esta mañana. Mi garganta ardía y el espesor de mis piernas me comenzaba a molestar cada día más.
Pues estaba por pasar.
Treinta segundos más.
Veinte segundos más.
Diez segundos más.
Cinco segundos más.
Tres.
Dos.
Uno...
—YA PÍTELO!.—Grite desesperada cuando el árbitro tomó su silbato y lo puso entre sus labios dejando salir una corriente de oxígeno que marcó una cosa.
—¡LOS TUZOS SON LOS NUEVOS CAMPEONES DEL FÚTBOL MEXICANO!
Y todo lo que tenía en mis manos voló.
Lo lance todo y comencé a brincar como loca gritando y moviendo mis brazos en el aire llena de felicidad.
Los fuegos artificiales explotaron en el cielo llenando el estadio hidalgo de humo y felicidad.
Mi padre se acercó a mi y me apretó en un fuerte abrazo que correspondí con la misma intensidad, luego se pasó al demás equipo técnico mientras que yo corría y me unía al abrazo de los jugadores que se encontraban en la banca.
Luego de que el abrazo se rompió los demás entraron a la cancha a festejar junto con el equipo quienes estaban eufóricos.
Rápidamente mi mirada se dirigió a Kevin quien estaba quitándose su playera de los tuzos dejando ver la playera interior blanca que habíamos hecho un día antes con la imagen de su papá y las palabras "Hasta arriba."
Quise llorar de felicidad, tenía muchas ganas de gritar y correr hasta el, abrazarlo y festejar a su lado eso que el tanto me había dicho que quería, aquello por lo que duro tantas noches en vela con miedo de que la historia se repitiera y quedaran otra vez a un paso de la gloria.
Pero eso no había sucedió, pues lo habían logrado. Todos lo habían hecho.
—CASTAÑA!!! VENTE!.—un grito me saco de mi nube de pensamientos.
Roberto de la Rosa estaba enfrente de mi haciéndome señas con la mano para que me acercara.
—¿Yo?.—geste con los labios señalándome a mi misma.
—SII, TU.—gritó de nuevo haciendo las señas.
Yo mire a los lados esperando que alguien me diera una señal como de permiso o algo por el estilo, pues nadie más que la gente del equipo estaba dentro de la cancha.
Para mi suerte la mirada de mi padre fue la primera que encontré, estaba huyendo de una cámara de un reportero y al parecer había escuchado lo que Rober me había dicho pues en cuanto sus ojos se vieron con los míos asintió.
Y no lo dude más y corrí hacia la cancha tirándome a los brazos de Roberto quien me estaba esperando con una sonrisa.
Comenzó a darme vueltas en el aire de felicidad haciendo que riera a carcajadas, hasta que alguien tras de mi carraspeo.
—¿Solo hay abrazo para Rober?.—este me bajo del suelo y voltee a ver al dueño de la voz.
—¡Luis! Muchas felicidades.—sonreí gigante y me acerque a él para darle un abrazo que correspondió de inmediato.
—Estoy muy feliz por ustedes Luisito, de verdad.—dije en su oído.
—Nosotros también lo estamos loquita, estamos muy felices.—nos separamos del abrazo y me despeino haciéndome renegar.
—Ándale, ve con el antes de que venga y me mate con sus propias manos.—murmuro divertido mirando hacia atrás.
Y sabía a quien se refería.
El color subió a mi rostro y una vez más me di media vuelta hasta quedar de frente al lateral derecho más guapo de toda la liga, que digo de toda la liga, ¡de todo el mundo!
Otra vez corrí hasta sus brazos que estaban abiertos listos para recibirme y en cuanto nuestros cuerpos se tocaron miles de fuegos artificiales volvieron a explotar ahora dentro de mi cuerpo.
Kevin me levanto en pedo y comenzó a girar como loco riendo a carcajadas.
Yo me aferre a sus brazos descubiertos y desee que este momento durara para siempre, mi cabeza se recargó en su pecho y sentí las ganas de llorar de felicidad invadirme otra vez cuando escuché su voz entre cortada.
—Lo logre amor, lo logramos.—sollozo en el abrazo temblando levemente.
—Te lo dije Kev, sabía que lo harías.Yo te juré que esto sucedería.— respondí recordando la conversación que tuvimos por teléfono horas antes del partido
—Tengo mucho miedo.
—No tienes nada que temer, guapo. Tienen un mundo de goles de diferencia, todo está en su favor. Te juro que ustedes se llevan esa copa a casa por que se la llevan. Si no se la verán conmigo.
Escuché como rio y luego suspiro.
—Te necesito aquí conmigo.—murmuro.
—Aquí estoy amor, y estaré ahí cuando levantes ese trofeo y seas el campeón, mi campeón.
Como anhelaba poder besarlo en este momento, besarlo y demostrarle lo feliz que estaba por el.
En eso sentí otros dos pares de brazos unirse al abrazo y comenzar a saltar con nosotros dos enmedio de ellos.
Esos dos se convirtieron en tres, cuatro, y así sucesivamente hasta que se convirtió en un abrazo grupal lleno de alegría y orgullo.
Por que eso era lo que sentía por ellos.
El abrazo se rompió y luego tuve que dejar el espacio para que la ceremonia comenzara, me hice a un lado junto con otros miembros equipo y recuperé mi celular que estaba encima de uno de los bancos.
Tome miles de fotos y videos; grite hasta que me quede sin voz y llore al verlos levantar la copa que tanto habían deseado, aquella copa que les arrebataron el torneo pasado y que por fin habían recuperado, por que era suya, suya, suya suya.
Nadie la merecía mas que ellos. Definitivamente sería un día inolvidable para todos nosotros.
Y ahora, estaba lista para el siguiente paso.
El mundial.
Qatar, allá te vamos.
la noche más bonita del mundo 😭
Cap tempra gracias a delarouse q lo soñé
están listas para lo q sigue?
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No me culpes 𝐊𝐞𝐯𝐢𝐧 𝐀𝐥𝐯𝐚𝐫𝐞𝐳
FanfictionEl profe Almada tenía una sola regla para los muchachos de su equipo. NO salgan con su hija. La posesión más preciada del DT del Club Pachuca regresa a México después de tres años de intercambio en Suiza. Tres años de libertad y diversión sin c...