Una noche especial...
Ya no solo para el felino valiente, sino para la bicolor ojiazul, después de tantos años se sentía con esa plenitud de saber que al fin a encontrado a quien de inconscientemente... amaba de alguna forma...
Pasaron las horas mientras reían al conversar, podían saber que tenían a quien tanto quisieron confiar, es cuestión de tiempo para poder probarse si esto es genuinamente lo que obtuvieron con su reencuentro en aquel parque:
—Muy bien felino naranja, ¡muy graciosas tus historias! —menciona la bicolor mientras reía.
—¡Pero más que aquella aventura en San Ricardo! o más bien, una revolcada magistral de Robert cuando se cayó —menciona el atigrado para reír un poco al final.
—No olvides presentarme a tu amigo ¿eh?, solo para recordarle que tenga más cuidado —menciona un poco divertida la ojiazul.
—¡Claro!, y a todos mis amigos en el pueblo, cuando quieras podemos ir al pueblo que me vio crecer, ¡dar un paseo! ¡es un pueblo agradable! —menciona un tanto animado el atigrado.
—Mientras tanto, ay que ver como llevaríamos a la anaranjada que espera en casa, no es como que muy... "paciente", cuando se trata de conocer a más personas —menciona la bicolor con sarcástica voz para reír un poco al finalizar.
La verdad, es que Marina es de personalidad extrovertida... demasiado... precisamente es como se conocieron Kitty y Marina, es curioso como la anaranjada al divisar a Kitty a lo lejos es acercándose a hablar con ella pudieron conocerse y poder convertirse en amigas con el tiempo, pero en otro momento se podrá mencionar como fue el encuentro de Kitty y su amiga...
—¿Tienes algo planeado naranja? quiero pensar que puede haber algo más —menciona la bicolor interrogando al atigrado.
—Es que... bueno, no como tal, todo fue improvisado, la verdad no se me ocurrió demasiado —menciona el atigrado un poco dudoso.
Debido a que tenía que admitir que no pudo planear algo como tal, ay Gato... de todos modos sus improvisaciones suelen funcionar.
—Bueno, en ese caso, recomendaría que regresemos a casa, debido a que ya es un poco tarde y la anaranjada no espera demasiado —menciona la felina bicolor relajada y ligeramente divertida.
Ya era un poco tarde, eran como las 2 de la mañana en aquella ciudad de Granada, cierto el modo que de tanto andar por la ciudad, y el tiempo que pasaron en el edificio, no se percataron de cuánto tiempo había pasado desde que salieron de casa de Marina.
—Muy bien, entonces, vamos a casa... —menciona con una sonrisa.
Al levantarse ambos de al ras de ese edificio, siendo que Kitty toma el sombrero nuevamente del atigrado, mientras decía al alejarse:
—¡Mismo juego, Recupera tu sombrero si quieres! —dice en voz alta mientras se aleja del lugar.
—¡Kitty! ¿Cuántas veces me has hecho esto? —Menciona con sarcástico enfado al dejar aquel tejado del edificio, pudiendo ver como ambos felinos se alejan con el fulgurante resplandecer de la luna sobre la ciudad de Granada...
Pasa una hora, en lo que llegaban a casa de Marina, siendo que sigilosos al entrar, intentando no hacer ruido pero del cual, uno que otro crujido de las maderas de la casa, se oían en el lugar:
—¡Ssssshhh! Gato, haz ¡silencio! —dice susurrando la bicolor mientras hacía con su pata una señal de silencio.
—¿Y cómo voy a saber que madera va a crujir, ¡tengo botas!, son muy... —menciona de la misma forma, para ser interrumpido nuevamente por la bicolor mientras lo "susheaba".
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¡Encontré a alguien en quién confiar!...
RomanceAún que pueda parecer una historia de amor, aventura y acción común, es de alguna manera, una nueva aventura en la que vemos a Gato con Botas, y a Kitty Patitas Suaves, junto a Perrito y más amigos de este equipo, intentando que puedan entenderse, c...