¡Encontré a alguien en quién confiar!...

El encuentro.

El encuentro de dos ideales cambiantes con el tiempo, por una parte, cegado por el odio y el resentimiento, por otra parte, cegado por el orgullo y la arrogancia, pero al menos está aprendiendo a superar a "la leyenda", un suceso importante que marcará un antes y un después como cuando Gato y Kitty se reencontraron.

Todos en una carrera hasta el final, Sara llendo a dónde Gato se encuentra a dar a aviso de lo que está sucediendo antes de que ellos lleguen a él o al menos a ayudarlo en caso de que ya hayan llegado a él, averiguó que fue de su amigo, cómo sabemos desde el inicio, Logan con todo un ejército en la espera de acabar con quién a su hermano la vida le arrebató, Gato por su parte es una sorpresa que no se esperaría, el solo descansa y se recupera de la herida que Logan le dejó, sin embargo es un felino audaz y astuto, por lo general la improvisación es algo característico de este valiente héroe.

Después de todos esos pensamientos, por fin la felina azabache puede descansar, de alguna manera afianzó su amistad con Perrito con ese pequeño gesto que el can había hecho, de verdad que no le gustaba ver a ninguno de sus amigos de esa forma, por lo que hace todo lo que está en sus posibilidades para hacerlos sentir mejor.

Pasan las horas y vemos como toda la caballería del felino con aquella cicatriz se detiene por un momento en una nube de polvo que envolvía a todos por unos momentos, al fin habían llegado a Granada:

―Espero que estés listo amigo del pasado, que estoy esperando esto desde hace 15 años... ¡VAMOS! ―exclama el felino siniestro al movilizar a todo su ejército de secuaces.

Claro, Sara estaba detrás en las lejanías viéndolo todo, finalmente había llegado al igual que todos ellos, sim embargo, tuvo que movilizarse con rapidez si quería llegar primero que ellos, debía ser rápida. Así se desvanecían en lo lejano de las tierras de la gran ciudad de Granada, cómo bien dijimos al inicio, todos con objetivos diferentes.

El tiempo pasa, y aquel equipo que descansaba tranquilamente, poco a poco empiezan a despertar, como siempre la felina bicolor es la primera en levantarse, pero recordemos que Kitty pudo descansar con el nuevo amigo de Marina, Perrito, quien poco a poco se empezaba a despertar al lado de Kitty:

―Buenos días Kitty ―dice somnoliente el pequeño can.

La bicolor no tuvo más remedio que despertar ante el saludo de su canido amigo, por lo general es la primera en levantarse, pero le ganaron esta vez a Kitty en quien se despierta primero.

―Mmm... buenos días Perrito ¿cómo dormiste? ―pregunta la felina bicolor.

―Bien, muchas gracias ¿y tú? ―dice Perrito para cuando responde la bicolor:

―Muy bien, eeh... gracias Perrito...

―¿Por qué? ―pregunta el can.

―Me ayudaste anoche, no podía dormir y ahora ya pude descansar por ti, gracias... ―menciona la ojiazul.

―Lo que sea por una amiga ―dice felizmente el can.

Kitty bufa en broma al rodar sus ojos de la misma manera, Perrito baja de la cama y le hace una seña con la cabeza, invitando a bajar de la habitación a Kitty, esta acepta y ambos van con rumbo a las escaleras para cuando ven a Gato durmiendo en el sofá.

Empiezan a confabular para hacerle una broma al felino valiente:

―Oye, Perrito, ¿Y si le hacemos una broma? ―dice Kitty.

―Pero si está durmiendo, no es bueno despertar a la gente de esa forma ―dice reflexivo el can.

―Ay no pasa nada, mira... ―dice la blanquinegra para ir a buscar un vaso con agua, y nuevamente, la broma del agua.