Una vida de miedo.

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Todos en aquel hostal descansaban tranquilamente y en silencio, por lo menos no sospechaban que nada les haría daño, al menos por esta noche, o eso es lo que creía Gato, para cuando el imponente Lobo feroz estaba justo en frente de Kitty y de Gato.

El Lobo silba dentro de la habitación en la oscuridad, siendo que solo Gato pueda escucharlo, y así fue, este empieza a balbucear un poco al despertarse poco a poco con el sonido de aquel temido silbido, para cuando la pata del lobo lo embiste en donde este descansaba:

―¡Aah!, ¿Qué?... ¿Quién eres tú? ―dice el felino naranja.

―¡Ah!, ¿Qué pasó Gato?, ¿Qué? ―dice Kitty.

Exclaman ambos al sentir el repentino golpe por el empujón de la pata del lobo contra la cama donde descansaban, resulta que este sostenía al felino atigrado con fuerza, Kitty se despierta rápidamente igual, pero sin reaccionar rápido por lo sorpresa del momento, Kitty intento tomar su espada al despertar por completo y ver al lobo, pero este reaccionó más rápido al sacar su hoz, y apuntar a Kitty:

―No, no, no, no, no Kitty... ahora no... Saludos Gato con Botas, es un honor para mí tener a alguien tan ilustre... ―dice con una sonrisa siniestra el Lobo.

―¿Quién eres tú lobo?, ¿Un cazarrecompensas? ―menciona Gato con la voz un poco ronca por la presión del agarre del lobo.

Al pasar unos momentos después de aquella escena, Kitty solo observa y escucha sin poder reaccionar, ya que la hoz estaba a escasos centímetros de ella.

―No creo que un simple mortal lo entienda, pero te diré quién soy y quien me llamó... ¿Soy la parca... has escuchado de ello? ―pregunta con una sonrisa tétrica y espantosa, como daba miedo su expresión.

―Si he escuchado de la parca, pero no creo que lo seas ¡TU! ―dice Gato al intentar zafarse del agarre de este pero era inútil, Kitty intenta en un movimiento rápido agarrar su espada, pero no lo logra, ya que la hoz del lobo toca el cuello de Kitty.

―¡TOCALA Y TE DESPEDAZO! ―grita entre dientes con rabia el felino valiente.

―JA, JA, JA, ¿Quién, TÚ?, No lo creo... muchos siempre han dicho que serán los primeros en vencerme, pero te lo prometo Gato, nadie ha sobrevivido, y te lo juro arrogante minino, no soy un cazarrecompensas, soy la parca, ¡sin mascara...! ―dice el Lobo.

Cada palabra se volvía más fría, siniestra y malévola, aumentando el tono y con furia lo mencionaba, parecía que estaba loco, además de que se acercaban aquellos ojos rojos a los de Gato con cada palabra, este de repente siente un poco de... miedo... al ver como este de alguna manera, habla en serio... su pelaje empieza a erizarse, ¿ el agarre es cada vez más fuerte, con trabajo puede respirar, el lobo solo reía un poco.

―¿Tu e.... en verdad... eres la pa... la parca...? ―pregunta Gato con voz entrecortada, intentando ocultar un poco su temor.

―Si... lo soy, y debo admitir... ―dice el lobo al levantar a Gato de la cama.

Kitty, aún sin poder hacer nada, solo veía como ese espantoso personaje levantaba a su compañero: "No, Gato..." Pensó Kitty con preocupación.

―Debo admitir como me ¡ENCANTA el OLOR DEL MIEDO! ―grita el Lobo al agitar a Gato con fuerza frente a su rostro, este solo se queja un poco al sentir como violentamente lo sacudían.

―¿Y quién te envió? ―pregunta Gato, con voz cada vez más ronca, el Lobo con simples contesta:

―Logan...

Eso fue suficiente para enfurecer al de iris esmeralda, siendo que intentaba luchar por zafarse del agarre del lobo al decir:

―¿Y por qué ese imbécil te envió por mí?, ¿Que acaso la parca no debe tener juicio en esto? ¡Ah!, ¡Aah! ―grita entre dientes nuevamente Gato, sin embargo, se queja por el inmenso dolor del aplastante agarre de la pata del lobo, le empezaba a costar hablar y respirar mucho más, su cuerpo le dolía demasiado...

¡Encontré a alguien en quién confiar!...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora