7.

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Sarah
El hogar cada vez se volvía un lugar más familiar para mi.
No era el mejor, pero tampoco estaba tan mal.
El tercer día creo que venía siendo el peor aquí.
No tenía intenciones de relacionarme con los demás niños. Aunque la señora Grey, de servicios sociales, me insistirá yo no tenía voluntad de hacerlo.
Me incomodaba tener que compartir la habitación con cuatro niñas más.
Debían tener un año más que yo, trataba de descifrarlo en las conversaciones que tenían todas las noches hasta las dos de la madrugada.
Horario en el que deberíamos estar durmiendo, se sentaban en una de las camas a conversar sobre diferentes cosas. Susurraba un poco, creo que para que yo no escuchara mucho.
Tampoco me interesaba.

Me senté en aquel pequeño jardín que había. Al menos algo positivo de este lugar, era que había un espacio al aire libre en donde podía ver el cielo y el césped. Era mejor que estar en el comedor con el ruido de todos los niños.

-¡Sarah!- al escuchar aquella voz cerre el libro que estaba leyendo algo asustada y me voltee. Era la directora del hogar con la puerta semi abierta- ¡tienes una visita!- exclamó desde su lugar. Frunci mi ceño pensando de quien se trataba, pero solo dos personas podrían ser.

Me levante de aquel banco inmediatamente al ver que la mujer me hacía gestos para que me apresure.
La seguí hasta su oficina y al abrir la puerta me encontré con Cassie sentada en uno de los sillones.
Me sorprendí. Y ella también, porque al verme llegar se le formó una gran sonrisa.

-las dejare a solas- dijo aquella mujer mientras me adentraba a la oficina.
Cerro la puerta pero yo me quedé un poco pensativa.

-¿que haces aquí Cassie?- pregunte confundida mientras me sentaba en el mismo sofá que ella.

-¿no me daras un abrazo de bienvenida?- pregunto ella. No lo dude y la abrace- me alegra verte cariño- susurro en nuestro abrazo.

- pero, ¿has venido sola?- pregunte. Note su cara de preocupación- ¿Luke no vino contigo?- ella negó.

- tuvo un viaje por su trabajo a Texas, llegará en dos días más- respondió ella. Yo me decepcione un poco, porque si a alguien deseaba ver era a el.
No significa que la visita de Cassie no me haya gustado, de hecho, era lo mejor que podía pasarme en el día de hoy. Pero también extrañaba a Luke.

- no debías molestarte en venir hasta aqui- dije. Ella frunció su ceño.

-no es para nada una molestia Sarah, sabes lo mucho que te aprecio-respondio ella tocando mi mejilla- Luke vendrá en cuanto llegue a casa, de hecho, te extraña demasiado- agrego.

- pense que sería más fácil llevar los días aquí, pero extraño mucho estar en casa, digo, su casa- dije mirando mis manos.

- sabes que también es tu hogar, y cuando menos te lo esperes volverás- respondió Cassie tomando mis manos- de hecho, te traje un regalo para que no te siestas tan lejos de nosotros- dijo tomando un paquete que había en el otro sofá.

Lo extendió hacia mi y lo tome.
Al abrir aquella bolsa me encontré con tres libros, de hecho, sabía que eran libros juveniles porque conocía aquellas portadas.
Nunca pude comprarlos en una tienda porque eran costosos, pero siempre desee leerlos. Y ahora estaban en mis manos. No podía creerlo.

También había una caja blanca pequeña.
Pensé que se trataba de algún accesorio, pero cuando la abrí me llevé la gran sorpresa.
Había un móvil nuevo, color gris.

-pero..- dije no aceptando aquella parte- no debiste Cassie-

-no se aceptan devoluciónes- dijo ella al instante- es exclusivo y especialmente para ti- agrego. Yo la miré algo avergonzada por aquel gran regalo que me había hecho que ni siquiera me salían las palabras. Ella solo hizo una mueca de sonrisa.

¿Soy hija de Luke Morrow?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora