15.

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SARAH

Cuando aquel reloj marco las tres de la tarde y el timbre de salida sonó, sentí un gran alivio dentro de mi. Acababa de terminar mi primer día de clases.

En cuestión de segundos camine por el pasillo el cual estaba lleno de estudiantes de todas las clases.
Me sentía algo rara porque todos se notaban emocionados, algunos alterados pero en si, divertidos con sus grupos de amigos.

Me retire del establecimiento y fui hacia dónde varios padres esperaban por sus hijos.
Aquí fue donde Luke me indico que lo esperara en la salida. Pero aún no ubicaba su auto por ninguna parte.

- ¡Hey, Sarah!- Escuché detrás de mi. Al girar me encontré con el caminando hacia mi- El auto está por allí, había demasiado trafico. Dejame ayudarte con eso- Dijo tomando mi mochila, bastante pesada por todos los libros que nos habían entregado tan solo el primer día.

Caminamos hacia el auto que se encontraba a unos pocos metros y vi que Cassie también lo acompañaba. Desde adentro ví su reluciente sonrisa al vernos.
Yo también me animé al ver que ambos se habían tomado el tiempo de venir por mi y recogerme en mi primer día de escuela.

-¡Hola Sarah!- Me dijo Cassie al abrir la puerta trasera del carro.

-Hey... Hola Cassie- Respondí mientras abrochaba mi cinturón.

-Bien, ¿Que tal fue tu primer día?- Pregunto Luke ni bien cerro su puerta. Ambos esperaban emocionados mi respuesta, lo notaba en sus miradas emocionadas sobre mi.

-Estubo bien...Normal, creo que solo debo adaptarme- Respondí mirando mis manos- Muchos niños se conocen ya, solo espero que me incluyan. Siempre es raro ser nuevo- Agregue. Note que sus miradas cambiaron y lo que no quería era preocuparlos- Se que irá mejor más adelante, no se preocupen- Dije tratando no arruinar el momento.

-Sarah, es normal que te sientas "nueva". Pero creeme que es solo la preocupación del primer día. A todos nos pasa alguna vez- Dijo Cassie. Yo le solté una media sonrisa creyendo que sus palabras estaban en lo correcto.

-Cada día será mejor que el otro Sarah, te prometo que encontrarás buenos amigos aquí- Dijo Luke mirándome desde adelante.

-Ademas...Luke y yo estaremos siempre para acompañarte y apoyarte cuando lo necesites- Dijo Cassie. Vi comprensión y empatía en ella, y lentamente comencé a sentir un destello de confianza.

Quizás Cassie no era mi madre, pero estaba haciendo todo lo posible por cuidarme.

Fuimos a almorzar para festejar mi primer día de clases. El restaurante era encantador, con una decoración acogedora y deliciosa comida. Cassie y Luke me hicieron sentir tan especial, compartiendo risas y anécdotas divertidas.

Durante el almuerzo, mis nervios se calmaron y me di cuenta de lo afortunada que era de tenerlos a mi lado. Aunque todavía me sentía un poco preocupada por lo nuevo que me esperaba en la escuela, su amor y apoyo me daban la confianza que necesitaba para seguir adelante.

-Sarah, elije un postre, el que tú quieras- Dijo Luke estirando la carta del restaurante.

-¿Puede ser helado de chocolate con almendras?- Pregunté.

-Claro que si cariño, hoy estamos de festejo por ti- Respondió el.

Enseguida llamo al mozo para pedir nuestros postres.
Este día continuaba de la mejor manera posible. Ellos despejaban mi mente y trataban de mantenerme contenida y con la menor presión posible.

-¡Luke!- Escuchamos una voz desde lejos. Los tres giramos y en la puerta estaba aquel muchacho que yo ya había conocido.

-¡¿Frankie?!- Exclamó Luke con una gran sonrisa en su rostro.
El de inmediato se puso de pie y camino a paso rápido hacia aquel chico.
Ambos se hundieron en un gran abrazo como si fueran grandes amigos. Y al parecer eran muy cercanos porque Cassie los miraba con una gran sonrisa.

¿Soy hija de Luke Morrow?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora