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LUKE

Durante dos semanas visite aquel hogar esperado respuesta alguna de Sarah. Pero los días se pasaban demasiado rápido, y ella seguía sin querer recibirme.
Las dudas se apoderaban de mis pensamientos día tras días, y también la culpa.
Ni siquiera aquella asistente social tenía respuestas para explicar aquel comportamiento.
Solo me incitaba a tener paciencia y que quizás todo mejoraría. Pero yo veía cada vez más lejos aquella mejoría.
Mi corazón sentía una rara sensación de que algo nada estaba bien.

-¿quieres que intente entrar?- pregunto Cassie, mientras estábamos en el estacionamiento de aquel hogar. Luego de haber tenido una respuesta negativa de querer vernos por parte de Sarah.

-Cassie, sabes que la directora no te dejará- respondí mirando hacia el frente mientras mordía una de mis uñas por ansiedad.

-¿que haremos?- pregunto ella.

-volveremos otro día, hasta que quiera recibirnos- respondí sin aliento.

Encendí el auto y aquella mañana regresamos a nuestro hogar, pero sin Sarah. Otra vez.

SARAH

El día estaba gris, demasiado. Parecía que estaba oscureciendo pero eran las dos de la tarde.
La directora del hogar nos llamo luego del almuerzo y nos dió la noticia de que iríamos de excursión a una feria de lectura en el centro de convenciones.
Cuando ella lo anunció me sentí algo emocionada, ya que la feria de lectura era uno de mis lugares favoritos. Y evento más esperado del año.
Se hacía una vez al año, y cientos de escritores internacionales venían a dar conferencias y firmar libros.
Yo no tenía muchos, ya que la mayoría estaban en casa de mi madre, y solo tenía la colección que Luke y Cassie me habían obsequiado. Que por cierto, nunca termine de leer.

Nos subimos al minibús que nos llevaría a aquel lugar y al ver que no había otro asiento libre, tocó acercarme a la niña a la que le había prestado uno de los libros.

-¿estás emocionada por ir?- pregunto rompiendo el silencio. Yo distraía despegue mi mirada de aquella ventana empañada por el el frío.

-si, claro- respondí- nunca pude entrar, la entrada era demasiado costosa, asique tenía que observar desde afuera- aquella niña trato de fingir pero yo note su pena por mi.

-yo lo miraba por la televisión del hogar- agrego ella.

Otra vez el silencio se apoderó de nuestro viaje y era algo incómodo porque siempre me costó hacer amigos, y casi nunca lograba establecer una amistad con alguien o al menos estar en algún grupo de la escuela.

-¿porque sigues en el hogar?- pregunto casi susurrando aquella niña. Yo la mire algo confundida. Porque no entendía aquel interés de saber.

-debo estar ahí, ¿donde más podría?- respondí.

-tu padre, fue otra vez ayer, y ante ayer ¿sabías?- dijo ella. Yo asentí y ella fruncio su entrecejo- ¿porque no lo recibes?- pregunto. Pensé unos segundos pero la respuesta era más que clara para mí.

-el solo viene a perder el tiempo- respondí- mi lugar es el hogar, y tengo que quedarme ahí- agregue.

Un nudo se armó en mi garganta de solo recordar las veces que ví a Luke, a trave de mi ventana, en el estacionamiento. Esperando por mi. Pero irse sin mi.

Trague saliva antes de que mis ojos se aguaran y se llenarán de lo que menos quería. Lágrimas.

Por suerte llegamos a la feria de lectura y aquella niña se despegó de mi lado para dejar de hacerme este tipo de preguntas que no tenía ganas de responder.

¿Soy hija de Luke Morrow?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora