8. sita doble.

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Estaba todo nerviosos hoy iba a ver a jiang cheng, y estaré con el a solas, mis pies me temblaban no entendía por qué estaban tan nervioso ni cuando fui a l escuela por primera vez cuando era un niño.

Ya estaba con mi hermano en el carro que papa nos estaba llevando a la casa de los jiang, ya faltaba poco para llegar. Al bajar nos despedimos de papá el parte y nos volteamos.

A los que un chico le brinca en sima montandose le en sima a mi hermano, a lo que el lo abrasa con fuerza asectandolo y comenzando a darse unos besos muy intensos, me sentí muy incómodo y fuera de lugar sin saber que aser.

Con unas ganas de irme y dejarlos solos pero no se a donde ir.

A lo que note un poco apartado de nosotros a jiang cheng, con cara de molestias y los ojos en blanco seguro estaba como yo con la situación o algo así.

Queria acercarme pero no podía moverme solo me le quede mirando en mi sitio, se veía bien tenía unos pantalones pegados que marcaba sus bien trabajadas piernas, también se notaban si bien trabajados brazos.

No se cuanto tiempo pasó desde que me le quede mirando al jiang menor pero mi hermano, me llamo la atención al pareser ya había terminado su sesión de besos.

Comenzamos a caminar justo detrás de la parejita de tórtolos que estaban muy pegajosos, al lado mío estaba jiang cheng que igual que yo estaba incómodos más por que los dos somos  solteros, aisnedole compañía a una parejas que no ahora qué lo pensabas no creo que mi hermano sea el autor de la idea lo conozco muy bien.

Pero debo agradecer que por lo menos podré aser conversación con el menor, y le pediré que dejemos solos a ellos dos y bajemos otro lugar. Los dos solos.

Espero no, no puedo estar solo con el me boy a poner muy nervioso. Algo más se me debe ocurrir no lo se aser conversación con el, ¡pero que estas diciend!

— hey, — boltie la cabeza a el locutor de esa susurró pero audible  — no quieres ir a otro lado, es que es incomodo estar con ellos dos que se ponen demasiado asquerosamente melosos.

Afirme con la cabeza rápidamente el en un instante tomo mi mano bueno tomo mi muñeca, jañandome suavemente estre la multitud a no se donde no se que me paso todo el mundo se esfumó y solo podía verlo a el estaba como si estuviera hechizado.

— bien, tomemos asiento.

A lo cual yo obedecía a lo dicho por el menor sentándome, se formó un silencio entre los dos no muy incómodo pero en eso una meseta nos pregunta que queríamos de comer.

Agarre de inmediato el menú para darme cuenta que la malloria de la comida era picante nunca eh comido picante en mi vida, pero aún así elegimos un plato que no al asar. Sabia que después me iba a arrepentir.

Note cómo el jiang menor me miraba nervioso.

Aprendiendo A Enamorarte (Jiang&Lan) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora