Capítulo 8

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                            KTH

3 de noviembre, 2019.
Seúl, Corea del Sur.

Luego de gravar mis líneas para la canción Black Swan, en la cual no canto demasiado, utilizo más mi voz como apoyo a la persona que esté cantando, yo soy como la voz de fondo. En fin, cuando termine, inmediatamente fui con mi cita con el psiquiatra, de verdad odio ir, porque cada vez que voy me tratan como si fuera un niño que no sabe hacer nada.

Subí a mi auto y me dirigí hacia la cita. Para mi suerte, la empresa tiene amenazado al psiquiatra con revelar algo sobre mi estado, porque obviamente antes de hacer cualquier cosa, hicimos que tanto el psiquiatra como todo el edificio donde voy, guardarán silencio y no hablarán para nada sobre mis visitas ahí. No me gustaría que se revelara mi situación mental. En cuanto llegué, salude a la de recepción y subí las escaleras directamente hacia el consultorio.

— Está vez si llegaste temprano, felicidades TaeHyung. — Dijo el doctor en cuanto entre.

— Si bueno, al mal paso darle prisa. — Cerré la puerta y me senté en su cómodo sofá. — Dígame, ¿cuáles fueron los resultados de los análisis?

Su expresión cambió a una bastante seria, un poco preocupado me senté correctamente.

— Bueno, al final fueron... — Mi preocupación crecía conforme los segundos pasaban. — muy buenas noticias.

Solté un gran suspiro de alivio. Esos resultados son muy importantes, son estudios del cerebro que hicimos para poder ver si había alguna solución a mi problema, estos estudios al ser bastante exactos, es por eso que se tardan en dar un diagnóstico correcto. La verdad comenzaba a perder la esperanza, pero al parecer puedo mejorar, y eso acaba de hacer que mis esperanzas crezcan.

— Entonces, ¿puedo mejorar? — Pregunté esperanzado. Aunque ya estoy un 95% seguro de que puedo hacerlo, necesito que el doctor lo confirme.

— Claro, pero recuerda que las pastillas no deben hacer todo el trabajo, la mayoría del trabajo debes hacerlo tú, las pastillas sólo están ahí para darte un pequeño empujón para apoyarte. Ahora, luego de esta maravillosa noticia, debemos seguir trabajando, cuéntame, ¿cómo te ha ido? — Y todo lo bonito se esfumó. De todas las cosas que me disgusta hacer, esta esta es la que más odio, tener que hablar sobre mí.

Sacó su característica libreta azul con stikers de BT21, que su hijo le había pegado luego de enterarse que yo era paciente de su padre. Aún recuerdo su cara de sorprendido al verme, él quería ir y gritarle a todos sus amigos que me conocía, pero gracias a su padre, entendió que no puede hacerlo ya que es un secreto, se desanimó al principio pero luego entendió y hablé con él durante un rato, es tan adorable ya que sólo tiene 10 años.

— Pues como siempre, mantengo una vida muy ocupada, donde constantemente tengo que fingir ser feliz todo el tiempo, no importa cuanto me esté destrozando por dentro, en mi rostro siempre debe de haber una sonrisa. — Dije honesto. Es algo muy deprimente, pero esa es la realidad.

— Siempre tengo que recordarte que no lo mires de ese lado, trata de pensar que eres una persona que se la pasa haciendo felices a muchas personas, y entiendo que la sociedad esté tan mal que ni siquiera te deje expresar lo que de verdad sientes. Recuerda que te dije que si no te encuentras lo suficiente estable como para estar enfrente de una cámara, descanses un par de días, incluso semanas o meses, tú salud mental es primero. — Agarró un par de hojas que se encontraban en la mesita de centro, y me las dio.  — Estos son un par de ejercicios que me gustaría que intentaras.

Behind The Mask.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora