Capítulo 13.

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El cielo gris cubría completamente la ciudad y la fría lluvia caía sobre un joven que lloraba desconsoladamente en un callejón. ¿La razón? Su abuela había fallecido.

¿Por qué su vida tenía que ser así? Una mierda gracias a dos personas inestables que no midieron las consecuencias de sus actos y trajeron a un ser indefenso que, al parecer, estaba pagando por los errores que no cometió.

Nadie le daba la información que necesitaba, nadie le decía que harían con el cuerpo de su abuela. No le permitían ingresar al hospital, y sus intentos por entrar a la fuerza habían salido mal. Los guardias de seguridad lo arrojaron lejos de allí para que no molestara a los demás.

Gritó y golpeó el suelo llamando la atención de más de una persona que caminaban cerca de allí, pero nadie se atrevía a acercarse y averiguar lo que le ocurría.

¡¿Por qué a mí?! preguntó al cielo esperando por una respuesta que nunca llegaría.

Continuó llorando con la cabeza abajo, viendo sus manos maltratadas y los nudillos sangrar debido a los golpes. Dolía, pero no tanto como su reciente pérdida.

De pronto la lluvia paró, así que levantó la mirada y se sorprendió de encontrar a un hombre sentado en cuclillas. Este traía un paraguas en la mano y los cubrió a ambos con él.

Hey. ¿Estás bien, amigo? le tocó el hombro mientras le miraba con preocupación.

Estoy de maravilla, ¿qué está ciego? contestó Jeon con el ceño fruncido levantándose del suelo.

El azabache salió del callejón caminando a prisa, molesto a más no poder e importándole poco que la lluvia le cayera encima con furia.

Oye, en verdad quiero ayudarte pero dime cómo hacerlo la persona lo alcanzó después de trotar hasta él. Ahora lo tomó del brazo para impedir que volviera alejarse.

No quiero su ayuda. Déjeme en paz o comenzaré a gritar Jungkook no estaba de humor para tratar con otro idiota más.

Ya había tenido suficiente en el día como para que empeorara todavía más. Forcejeó con el hombre llamando la atención de las personas que caminaban a su lado pero nadie se atrevía a intervenir.

Nadie, hasta que hubo un joven que se abrió paso entre la multitud y empujó al hombre lejos.

¿No escuchó? El chico le dijo que lo deje en paz, lárguese habló con voz fuerte.

Esto no es su asunto, entrometido.

¿Conoces a este tipo? ¿Te está molestando? el joven le preguntó a Jungkook quien no podía procesar lo que estaba pasando.

Nunca lo había visto en mi vida contestó incómodo.

Largo o llamaré a la policia amenzó volviendo a empujarlo. Esta vez con la fuerza suficiente para que se cayera y entendiera que hablaba muy en serio.

El joven bufó y se aseguró de que el hombre en verdad se estaba marchando. Luego, sacó un frágil pero oportuno paraguas del bolsillo trasero de su pantalón y cubrió al empapado chiquillo que seguía a su lado.

Mi nombre es Jaehyun, ¿y el tuyo?

Jungkook se permitió observarlo antes de responder. Tenía una sonrisa amigable en su rostro la cual le transmitió confianza, además de que lo había defendido. Su cabello castaño estaba un poco húmedo por la lluvia al igual que su ropa.

En sus manos | namkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora