Capítulo 11.

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Los días transcurrieron de la siguiente forma para Jungkook: bastante activos con tareas diarias por realizar y nuevas cosas por aprender. Alimentos y comidas ricas en vitaminas, medicamentos y, por supuesto, ejercicio. Y algo que no podía faltar son los besos y caricias por parte de Namjoon.

Jungkook tenía un poco más de tres meses viviendo en aquella casa junto al grupo de mafiosos que comenzaban a tratarlo como a uno más del grupo. Claro que siempre debían hablarle mucho respeto o Namjoon se molestaba.

El joven tenía una mejor cara, había subido de peso y se encontraba muy cerca de su peso ideal. Tenía muchísima energía y el hombre de piel morena se hallaba fascinado y feliz de ver su recuperación.

Su manejo con el arma había mejorado notablemente, tenía un mejor agarre, postura firme y ya no se asustaba o gritaba como en un principio. La carita de concentración de Jungkook a la hora de jalar el gatillo hacía que Namjoon se excitara y terminaba por follarlo después de cada clase.

Aquella mañana de miércoles la casa se encontraba en completo silencio, el único sonido que podía escucharse era el de los cubiertos que Jungkook utilizaba para comer su almuerzo nutritivo hecho por Jimin. Bebió su jugo de naranja y sonrió al ver que había terminado todo.

Tras llevar los platos sucios a su lugar buscó su teléfono y vio la hora, pasaban de las diez de la mañana y no había señal de nadie. Era muy extraño considerando las órdenes de Namjoon de estar listos desde la primera hora de la mañana.

Al no saber que hacer, decidió regresar a su habitación a esperar hasta que alguien diera alguna señal. Ni siquiera Taehyung estaba disponible para hacer algo, él saldría junto con sus perros guardianes a comprar ropa nueva y estaban por irse.

Qué aburrido.

Caminó por los pasillos en dirección a su habitación cuando sus oídos captaron un sonido, o más bien un quejido de dolor que hizo eco por las paredes. Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando se quedó quieto en su lugar. En realidad no estaba solo. ¿Pero de dónde provenía?

¿Y si... Namjoon estaba en problemas?

Aquello activó todas las señales de alerta en su sistema y se echó a correr. Recorrió los pasillos tratando no hacer más del ruido necesario para lograr escuchar algo más. Volvió a revisar su teléfono y esta vez se decidió por llamar a Namjoon, pero la llamada nunca entró.

Maldijo bajito y luego escuchó un grito de dolor acompañado de una risa de otra persona.

Respiró hondo y caminó en dirección de las quejas, las cuales se volvían más y más claras. ¿Y qué se supone que haría? Su pistola se había quedado en su habitación. Ni siquiera sabía pelear pero por Namjoon lo intentaría.

Estaba tan sumido en sus pensamientos que no notó la presencia de cierto peli azul que resguardaba una de las puertas. De inmediato caminó hacia él teniendo cuidado de que nadie viera a Jungkook por ahí.

Hey, ¿qué haces aquí? le preguntó sin dejar de mirar a su alrededor.

¡Jimin, gracias al cielo! el rostro de Jungkook mostró alivio ㅡ. ¿Namjoon está bien? No he podido localizarlo y me asusté al escuchar unos ruidos muy extraños.

Tienes que irte de aquí. Ve a cualquier otro lado pero Namjoon no puede verte merodeando cerca de esta zona el hombre empujó al más joven por los hombros.

En sus manos | namkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora