Capítulo 01.

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Jungkook terminó de beber el licor suave de su vaso, los bares definitivamente no eran lo suyo pero no iba a ser grosero con sus amigos, así que terminó por aceptar la invitación. No le gustaba beber pero una vez más aceptó por cortesía.

Ah, se sentía tan vacío.

Su vida era tan vacía y sin sentido alguno, se sentía tan perdido, como un caparazón sin alma. Recientemente su abuela falleció y era la única persona que le quedaba en la vida, ¿ahora que haría? Esa mujer prácticamente lo crió, cuidó y protegió hasta su lecho de muerte.

Sirve más pidió al barman.

Soltó un sonoro suspiro que pasó desapercibido por la multitud. Mientras el joven rellenaba su vaso, se giró para mirar a sus amigos bailar en el centro de la pista, tan felices y llenos de vida.

Si tan solo pudiera sentirse de ese modo por una vez.

Agradeció y de un solo tragó terminó el contenido líquido, sintiendo como bajaba lentamente y le quemaba la garganta.

Mientras que ese jovencito pelinegro se lamentaba en la barra, un hombre de alta estatura, tes morena, cabellos teñidos de rubio, labios gruesos y con un cigarrillo entre estos, entraba a aquel lugar. Sus ojos eran semejantes a los de un dragón, profundos, oscuros e intimidantes. Detrás de él caminaban dos hombres más, protegiéndolo.

Cualquier actitud sospechosa que vean, no duden en avisar. Esperaré al informante en la barra, mézclense, beban algo. Y lo más importante, que no descubran quienes son, ¿entendido? habló para sus dos acompañantes.

Entendido, señor Kim respondieron al mismo tiempo.

Y después de inclinarse ligeramente, ambos se fueron juntos a algún punto del lugar. El mayor miraba con desagrado a cada persona con cuál se topaba, algunos chocaban con él debido al alto contenido de alcohol en su sistema que les impedía controlar su equilibrio.

Kim Namjoon es un hombre importante para muchos, y el más peligroso para otros, por supuesto que la policía sabía quien era, saben sobre sus actividades ilícitas. Tienen roces de vez en cuando pero, después de que ayudó al gobernante actual a obtener su puesto, las cosas cambiaron a su favor.

El hombre no tenía idea sobre política por lo que podía manejarlo a su antojo, como un tipo de marioneta personal.

Cuando estuvo en la barra pidió algo que no fuera tan suave ni muy fuerte, tenía que estar en sus cinco sentidos para recibir amistosamente al sujeto que le vendería la información que solicitó hace unos cuántos días.

Frunció el ceño al escuchar sollozar al chico a su lado que tenía la cabeza escondida entre sus brazos y apoyados en la barra. Lo miró con desagrado y cuando el menor sintió la mirada ajena sobre él, sus mejillas enrojecieron por la pena.

L-lo lamento, no quería... se disculpó mientras se incorporaba.

Toma sacó un pañuelo desechable de su bolsillo y se lo entregó ㅡ. No me gusta escuchar a alguien moquear así que límpiate, ¿quieres? Es algo muy desagradable.

Jeon lo tomó con la mirada baja y agradeciendo en un débil susurro que el otro no escuchó por la música tan alta del lugar. El trago del desconocido llegó y lo bebió de inmediato, entonces Jungkook aprovechó para mirarlo. Sus ojos siguieron cada línea de tinta que decora la piel de su cuello y sus manos, le hacían ver increíblemente guapo.

En sus manos | namkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora