𝐃𝐈𝐄𝐂𝐈𝐒É𝐈𝐒, distracción.

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"𝘔𝘪𝘴 𝘪𝘯𝘴𝘶𝘭𝘵𝘰𝘴 𝘴𝘰𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘳𝘪𝘤𝘵𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘧á𝘤𝘵𝘪𝘤𝘰𝘴

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"𝘔𝘪𝘴 𝘪𝘯𝘴𝘶𝘭𝘵𝘰𝘴 𝘴𝘰𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘳𝘪𝘤𝘵𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘧á𝘤𝘵𝘪𝘤𝘰𝘴."

CUANDO SCARLETT se despierta a la mañana siguiente en el sofá de Tara con una fina manta sobre su cuerpo desnudo, Jax no está a la vista. Ambos habían logrado acomodarse en el pequeño sillón para pasar la noche, porque ninguno de los dos quería dormir en una cama con Kohn muerto en la habitación.

Bostezando, Scarlett mueve lentamente las piernas sobre el costado del sofá, sus ojos buscando en el suelo su camiseta, pero en lugar de eso ve la simple camisa blanca de Jax. Lo agarra y se lo pone antes de levantarse y salir hacia el baño con la camisa cubriéndole el trasero.

Entra al baño y se pasa las manos por la cara, mientras continúan temblando por los acontecimientos de anoche. Parece que no puede borrar el recuerdo de haber disparado esa única bala en la cabeza de Kohn, acabando con su vida para siempre. Él se lo merecía, ella lo entiende, pero eso no ayuda al hecho de que ahora ella es una asesina, incluso si ella, Jax y Tara son los únicos que lo saben.

Se inclina hacia adelante contra el lavado y se mira al espejo. Su rímel está corrido, pero no puede determinar si es por el llanto o por el sexo. Sus ojos recorren su rostro, notando el estado inexpresivo y cómo sus ojos no albergan ninguna emoción detrás de ellos más que pura tristeza. Anoche, Jax la había ayudado a olvidar por un tiempo, pero ahora es en todo lo que puede pensar.

Cierra sus puños alrededor del costado del fregadero, clavando sus uñas ansiosamente en la cerámica mientras deja caer su barbilla sobre su pecho y respira profundamente.

En las afueras de Charming, Jax conduce la camioneta de Camille por una carretera de tierra hasta una vieja cantera en el bosque. Estaciona y sale, vestido con su sudadera y su chaqueta de Sons. A propósito le había dejado su camiseta a Scarlett, sabiendo que ella preferiría usar esa en lugar de su propia camisa manchada de sangre. Camina alrededor del vehículo, desabrocha la parte trasera antes de detenerse por un momento para mirar el cuerpo envuelto que yace frente a él. Aprieta la mandíbula, recordando la imagen de entrar corriendo a la casa de Tara y ver a Scarlett parada con sangre cubriéndola.

Tomando aliento, Jax arroja el cuerpo de Kohn sobre su hombro. Se arrodilla, con un gruñido bajo, dejando caer el cuerpo en una pequeña zanja. Tratando de no mirar demasiado al hombre muerto, se pasa una mano enguantada por la cara antes de levantarse una vez más, tirando del cuello de su ropa mientras respira profundamente.

Entonces su teléfono comienza a vibrar en su bolsillo. Lo había estado ignorando desde anoche, cada llamada y cada mensaje de texto de su madre queriendo saber dónde estaba. Pero cuando mira la pantalla, ve que el contacto de Camille parpadea.

Él responde, llevándose el dispositivo a la oreja mientras comienza a caminar penosamente de regreso. —¿Jones?.

Ella jadea. —¡Jax! ¡Dios santo, Scar..!

𝐖𝐀𝐑𝐑𝐈𝐎𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora