02#🖇️💿 𝗠𝗜𝗡𝗚𝗬𝗨 ˙

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—Mingyuuuuu~
—susurró Hyejin sobre la oreja del más alto.

El nombrado se removió sobre la cama abriendo solo un poco los ojos.

—Adivina qué... —Hyejin exclamó con total emoción mientras  aplaudia, sin importarle la hora.

Mingyu jadeó en respuesta volviendo a cerrar los ojos, había una tenue luz que alumbraba la recamara y que le causaba molestias, se sentía tan cansado que no podía ni abrir los ojos para mirar a su pareja.

Hyejin soltó una risa acariciando el brazo de Mingyu, y como si se tratara de una sorpresa o algo emocionante le dijo a su novio casi en la cara;

—Tengo antojo de una concha!! —expresó con emoción.

Mingyu suspiró sin mostrarse despierto. ¿Hyejin tenía antojos? claro... era de esperarse, a ese punto ya se había tardado en despertar sus antojos en momentos inesperados.

Hyejin tenía tres meses de embarazo, la noticia les había caído de sorpresa una mañana de marzo. Ambos, desde que se habían casado, anhelaban tener un bebé, para ellos siempre había sido un sueño criar a un pequeño, ser padres, y por varios años ese deseo no se les había cumplido, sin embargo no se habían rendido. Por eso, cuando Hyejin apareció en el cuarto con lágrimas en sus ojos y una prueba de embarazo en sus manos con un gran "positivo" Mingyu sintió su vida completa cambiar, todo en él se iluminó y se volvió más brillante.

Serían padres, tendrían un bebé que deseaban desde hace años. Era una emoción indescriptible porque después de tantos intentos fallidos habían logrado un positivo.

Pero no todo eran risas y felicidad.

Los últimos días habían sido difíciles para Mingyu; Hyejin había comenzado a tener infinidad de cambios, y en realidad para Mingyu los cambios en el cuerpo de su pareja no eran ningun problema porque para él su liendre era la mujer más hermosa de todas, además, el crecimiento en su pancita significaba el crecimiento de su bebé y eso le probocaba un sentimiento bello. Lo difícil eran los cambios de actitud y comportamiento en su pareja, los cuales eran tan "normales" pero que a la vez no sabía cómo manejar sin lastimar los sentimientos de esa mujer tan hermosa.

𝙏𝙃𝐈𝙎 𝙈𝘼𝐍: 𝙎𝙀𝙑Ǝ𝙉𝙏𝐄𝐄𝙉 𝙄𝐌𝐀𝙂𝐈𝙉𝘼𝙎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora