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—¿Niño o niña? —preguntó Hyejin, con una sonrisa en sus labios. Vernon, su pareja, se quedó pensativo.
—Niño... —respondió dudosamente, luego de pensarlo por unos segundos. Aunque después se retracto totalmente. —En realidad no lo sé... Digo, no deberíamos tener preferencias ¿o sí?
Hyejin soltó una carcajada mientras tomaba la mano de su pareja. Ambos caminaban por la calle, pero parecía que solo existieran ellos dos.
—No, podemos amarlo si es niño o niña. —sonrió. —Pero nunca está de más desear... quizás que sea uno y uno. —vernon abrió los ojos de sobremanera, sorprendido ante los deseos de Hyejin. Ella soltó una carcajada.
Vernon y Hyejin habían estado juntos durante varios años, compartiendo risas, lágrimas y todo lo que la vida les había puesto en el camino. Ambos se conocieron en la universidad, durante una clase de literatura. Vernon era el tipo de persona seria y reservada que prefería pasar desapercibido, mientras que Hyejin era extrovertida y amigable, siempre rodeada de gente y risas.
A pesar de sus diferencias, se encontraron compartiendo una pasión por la poesía y la escritura creativa. Vernon quedó impresionado por el talento de Hyejin y su energía contagiosa, mientras que ella encontró fascinante la profundidad y la sensibilidad de Vernon.
A medida que pasaban más tiempo juntos, descubrieron que sus personalidades se complementaban perfectamente. Vernon admiraba la forma en que Hyejin iluminaba cualquier habitación con su presencia, mientras que ella apreciaba la calma y la estabilidad que él aportaba a su vida.
Aunque Vernon era reservado, era increíblemente amoroso y atento con Hyejin. Siempre estaba allí para apoyarla en sus proyectos creativos y escucharla cuando necesitaba desahogarse. Su relación estaba llena de pequeños gestos de cariño y complicidad que demostraban lo bien que se entendían el uno al otro.
Juntos, formaban un equipo fuerte y unido, enfrentando los desafíos de la vida con valentía y determinación. A pesar de sus diferencias, compartían una profunda conexión que solo se fortalecía con el tiempo. Vernon y Hyejin sabían que habían encontrado el amor verdadero el uno en el otro, y estaban agradecidos cada día por haberse encontrado. Su relación había crecido y madurado tanto con el tiempo qué ahora sentían que estaban listos para dar un paso más allá juntos. De comenzar una etapa totalmente nueva y de explorar nuevos caminos juntos.
