1. Come and clean

6 0 0
                                    

La alarma sonó demasiado tarde cuando abrí los ojos aquella mañana de principios de septiembre. Una sonrisa se dibujó en mi rostro, "ultimo año , al fin", finalmente acabaría mi calvario, era el final de muchas críticas e insultos hacia mi persona por claramente ser homosexual.
- ¡Llegaremos tarde, Andrés!- la voz de mi hermano sonó detrás de la puerta, desesperado por llegar ya que era su primer día de clases. Su emoción era incluso más notable que la mía; la verdad sabía que le iría bien. Thomas Rodríguez mi hermano, era un típico adolescente heterosexual, musculoso, amante al deporte tanto que no podía ver la hora en la que se inscribiría en el equipo de futbol americano del instituto.
- ¿Puedo quedarme en la cama?-bromee, sabía que eso lo enfurecería-
- ¡No seas cabron!, se lo diré a mama.

- Ve bajando ahora por favor; permíteme disfrutar un poco de mi mañana antes de ir por última vez al infierno.
El verano había sido uno donde había descansado por mucho, habíamos viajado a visitar a mi hermana, Belinda a Nueva York donde cursaba en la escuela de arte dramático Julliard. Mi hermana vivía su sueño y pronto yo haría lo mismo, aunque un poco más cerca de casa; en la universidad pública de Jacksonville Florida donde haría mi licenciatura en enfermería. Todo el pasado verano me había enfocado en asistir a pequeñas clases virtuales de enfermería, no tenía tiempo para pensar en distracciones y menos en chicos. Había sufrido mucho, digamos que el año pasado fui el hazmerreír al enamorarme del ahora universitario Parker Johnson, me aliviaba el hecho de no tener que verlo nunca más. Aún tenía vivido el recuerdo de cómo me había usado solo para pasar clase de historia, aquello me hacía sentir miserable.

Luego estaba Dylan Osborne a quien por desgracia debía verle el rostro una vez más, ese si había sido mi verdadero verdugo durante los pasados tres años. El típico americano blanco, con un cuerpo exagerado por los anabólicos, prepotente, se creía dueño y señor del instituto. Ese cabron había hecho de mi vida en el instituto un infierno, por ejemplo, en un chat se hizo pasar por un chico gay para pedirme fotos al desnudo y yo como buen tonto caí. Al día siguiente mi trasero estaba regado y mercadeado en la "MySpace". Al menos solo tendría que soportarlo un año más, para así no tener que escuchar todos sus comentarios homofóbicos que siempre hacía.
Era 2009 y aunque veía la luz al final del túnel para personas como nosotros, las burlas y la homofobia eran aun latentes. Artistas como Lady Gaga, Beyonce, Shakira e incluso el álbum completo de canciones románticas del artista favorito de mi madre; Chayanne, habían sido mis fieles compañeros durante todo aquel proceso de auto descubrimiento.

Siempre fui el tipo de gay que no tenía que gritarlo, con tan solo llevar una conversación ya lo descubrían, podía entrar por una puerta y allí estaban las miradas juzgadoras o curiosas de todo el mundo. Pero ese era yo, me había aceptado tal cual y era feliz con eso. Duche y vestí mi cuerpo, era principios de septiembre por lo que la temperatura estaba relativamente cálida, mi cabello color rubio dorado brillaba con el sol de la mañana, lo peine pero este estaba en un punto de largo el cual no parecía tener forma, o como le llamaba mi hermana Belinda en "*Shaggy Style". Lo deje caer ondulado hasta la mitad de mis mejillas, tal vez en algunos años más lo dejaría crecer más. Baje las escaleras, llegue a la cocina; allí Thomas ahora perfumado y bien vestido comía con clara emoción.
- Vas ahogarte, ten cuidado.-me burlé-
- No molestes a tu hermano, es su primer día.
- Lo siento mamá, estoy de muy buen humor.
- Ah cierto, tu ultimo año.
- Finalmente.
- Enfócate en disfrutarlo, después de todo tienes a Alice.
- Lose.

Mamá al igual que Alice era como mi mejor amiga, tenía un excelente grupo de apoyo por así decirlo. Mi familia, desde muy pequeño sabían e incluso, cuando por fin decidí salir del armario para ellos fue tan emocionante que mis padres estuvieron dos semanas usando playeras con temática de orgullo gay. Éramos una familia puertorriqueña viviendo en Jacksonville ,Florida.
Físicamente teníamos la mezcla perfecta que solo viene de una raza como la puertorriqueña, mi madre, mi hermana y yo éramos tan blancos como copos de nieve, rubios y los 3 teníamos los ojos claros mientras por otro lado papa y mi hermano tenían la piel tostada por el sol, cabellos cafés y los un par de ojos azules provenientes de mamá se colaron en la genética de Thomas haciéndolo peculiarmente hermoso, a diferencia de mi cuerpo el cual era delgado y con un estilo de vestir bastante extraño, una mezcla entre los 80 y 90, una de mis épocas de moda favorita. Se alzaban en mi closet aunque en la mayoría de los casos siempre llevaba una camiseta de mangas largas suelta y un par de vaqueros, siempre me sentí cómodo vestido de esa manera.

Di, que me recuerdas volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora