Capítulo nueve

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— ¿Qué te sucede?— preguntó preocupado ante la actitud de su amigo, pues nunca antes lo había visto tan descompensado en sus emociones a como ahora.

— No sé — contestó entre sollozos — hace días me siento extraño, pero ya hoy fue insoportable. Amanecí llorando, con angustia en el pecho... me siento melancólico... no sé por qué...

Bin lo acunaba en sus brazos y lo masajeaba en la espalda para apaciguar su llanto. Su amigo estaba pasando por un cuadro de pena aunque no había razón para ello... no había tenido ningún episodio triste en estos días, es más, últimamente se le veía muy alegre, Bin pensaba que era el efecto de Myungjun. Esperen... eso era!

Tomó a su amigo por los hombros y lo alejó un poco mirándolo directo a la cara... — Jinjin, ¿extrañas a Jun?

Y el omega en vez de responder, su rostro se deformó en una mueca de dolor y nuevo llanto brotó explosivamente — ¡no lo sé! ¡¿Por qué lo extrañaría si no somos nada?! — a duras penas Jinjin trataba de dar argumentos mientras solo lloraba e hipaba — ¡nunca había estado así!

— ¡Jinjin, date cuenta! Es tu omega el que está así, extraña a su alfa — Bin lo zamarreó despacio para hacerle ver lo evidente — tu omega ya se vinculó al alfa de Jun.

— Imposible...

— No puedes contra la naturaleza, Jinjin.

Jinjin de un manotazo se separó de su amigo y se fue a su nido en la cama, donde volvió a su posición fetal.

— Jinu... sé que no lo entiendes ahora, pero tienes esta emoción fuerte de pena y angustia porque extrañas a Myungjun... o más bien, tú omega lo extraña. Es la única explicación lógica. ¡Mírate! hiciste un nido y ni siquiera tienes prendas de Myungjun, fue tu instinto.

— Ni siquiera podría olerlas. Es estúpido.

— Pero aún así lo hiciste, para sentirte protegido... aunque no lo quieras reconocer... Jun le importa a tu omega... ya caíste amigo.

Un gruñido de frustración se escuchó desde su amigo quien escondió su rostro contra el colchón.

— ¿Y qué hago entonces para calmarme? — asomó un ápice su rostro.

— Traer prendas de Jun no serviría de nada pues no puedes olerlas... — Bin se sentó en el suelo con las piernas cruzadas mientras divagaba en voz alta — creo que lo efectivo entonces sería hablar con él.

— ¡No! — mostró su rostro completo y lágrimas volvieron a brotar.

— ¿Por qué no?

— Me da vergüenza — murmuró Jinjin haciendo un leve puchero mientras evitaba mirar a su amigo.

— ¿Quieres qué se te pase la angustia?

— Sí

— Tienes que hablar con él

— Pero...

— Lo siento amigo, pero es lo único que calmará a tu omega

— Lo odio — sus mejillas se habían teñido de un adorable sonrojo. Bin sonrió de ternura, su amigo estaba viviendo las emociones del enamoramiento, pero su lado racional peleaba o trataba de negar que eso fuera posible.

— Jinjin, sé que tienes miedo por estas nuevas emociones que estás viviendo y sintiendo, pero si me permites decirlo... ante ti se está abriendo una de las etapas más lindas que podrás vivir — el omega se medio incorporó desde su cama para mirarlo, mientras limpiaba las lágrimas que aún bajaban despacio por sus mejillas — Jinu, date esta oportunidad. Serás feliz sin duda, Jun es el indicado y es tu destinado... tú no lo percibes pero sus aromas se mezclan tan bien. Es exquisito el aroma que forman cuando están juntos. Todos alrededor de ustedes lo hemos notado...

I wan't smell you - MJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora