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Capítulo 1: La intervención del tren

Liläk miró hacia abajo desde su ikran. Cerca del suelo, podía ver aviones explotando y a su madre lanzando flechas. Se preguntaba qué se sentiría ser útil para la guerra, útil de verdad, no en su trabajo de patrulla. Sabía que su padre sólo les dio a ella, a Neteyam y a Lo'ak la tarea para hacerles creer que participaban sin involucrarlos realmente. Ella tenía órdenes estrictas de no acercarse al campo de batalla. Tenía que vigilar desde lejos y sólo contactar con su padre si había peligro real cerca.

Siguió volando, dando vueltas en círculos como un buitre para mantener vigilado todo el perímetro. La vía del tren que sus padres intentaban destruir explotó, llenando el cielo de Pandora con un fuerte ruido. Sus orejas se agacharon mientras miraba hacia abajo. Era una victoria para los Na'vi.

-¡Sí! -exclamó ella.

Siguió patrullando hasta que se dio cuenta de algo: Lo'ak y Neteyam no aparecían por ninguna parte.

Se tocó el cuello para activar el auricular.

-Perro diabólico.- Dijo el nombre en clave de su padre. Le parecía ridículo dirigirse a él así, pero sabía que su padre había estado en la armada cuando era humano, así que así era como se hacían las cosas con él desde que la gente del cielo había regresado, aunque a Liläk le gustaría poder hablarle con normalidad.-Perro diabólico, Flor de Lirio acá, cambio.

-Flor de Lirio, te leo, cambio.

-Neteyam y Lo'ak no están en el aire, sospecho que aterrizaron por algo, pensé que debías saberlo, cambio.

-Mantenme informado y sigue en el aire, cambio.

Jake buscó a sus hijos con la mirada, los encontró en un segundo, Lo'ak sosteniendo un arma junto a Neteyam. Estaba a punto de ir a por ellos cuando se oyó de nuevo la voz de Liläk.

-¡Hay una nave que viene del norte! -gritó en su auricular y ordenó a su ikran Pìwopx que subiera más. Con la conmoción se dio cuenta de que se le había olvidado decir cambio.

-¡Oh! ¡Cambio! -añadió mientras se elevaba.

La nave seguía disparando desde arriba. La segunda vez que disparó al suelo Liläk supo que algo no iba bien. Sintió un débil dolor en la espalda: Neteyam.

Alguien disparó a la turbina de la nave haciéndola explotar en el aire. Ignorando las órdenes de su padre, aterrizó en tierra buscando a su mellizo.

Vio a su hermano pequeño mirando los escombros preocupado.

-¡Lo'ak!-llamó.-¿Estás bien? -preguntó mientras lo miraba de arriba abajo. Lo'ak asintió débilmente, sabía que tendría problemas en cuanto papá encontrara a su hermano ¡¿Por qué siempre surgían problemas cuando decidía hacer algo ligeramente fuera de lugar?! Tras darse cuenta de que su hermano estaba bien, Liläk miró los escombros respirando con dificultad.

-¿¡En qué estabas pensando!?

-Las cosas ya se habían calmado ¿vale?

-¡Las cosas nunca se calman! En cualquier momento puede surgir el peligro, ¡lo sabes!

-Suenas como papá...

Liläk se rió débilmente y sacudió la cabeza.

-Skxwang...-dijo cariñosamente mientras le abrazaba.

Estaba preocupada por Neteyam, pero sabía que estaba bien, simplemente lo sentía. Pudo ver a su padre llevando a Neteyam en su espalda en la distancia, Lo'ak se fue, sabiendo que se metería en más problemas si su padre veía que no se había ido en el momento que le dijo.

Liläk se acercó rápidamente a su padre.

-¡Liläk! -Su padre llamó.

-¿Está bien? -preguntó.

-Sí, sí, necesito que lo lleves en tu ikran.

Se dio la vuelta para encontrarla.

-¡Pìwopx!

Su ikran llegó a su lado inmediatamente. Su padre ayudó a Neteyam a subir mientras Liläk se conectaba a Pìwopx.

-Adoro a Lo'ak, pero tienes que dejar de hacer todo lo que te sugiere, es un poco skxwang.

Neteyam se rió mientras surcaban los aires en dirección a casa.