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Capítulo 15: Nuestros hermanos y hermanas han regresado.

Kiri estuvo inconsciente toda la noche. Todos se quedaron a su lado, esperando. Ronal la había atendido, pero había sido en vano, pues seguía dormida unas horas después de marcharse. Liläk le cogió la mano y se la acarició suavemente.

-¿Se despertará algún día? -la vocecita de Tuk la sacó de sus pensamientos.

-Por supuesto que lo hará 'evi.-Le sonrió débilmente. Aunque no estaba muy segura, Tuk pareció calmarse con la respuesta. Liläk miró a sus padres con pesadez.

-Tuk ven aquí, deberías intentar dormir -le dijo Neytiri a Tuk.

-Yo me ocuparé de Kiri, Tuk. Adelante -dijo Liläk, sonriéndole.

-Quizás deberías intentar dormir un poco tsawksyul. -Le dijo su madre.

-Dudo que pueda hacerlo.-suspiró. Se levantó y salió al exterior, donde estaban sentados Neteyam y Lo'ak.

-¿Cómo está?-preguntó Lo'ak.

-Sin cambios... -respondió Liläk.

Se sentó entre sus hermanos. Los tres miraban al mar sumidos en sus pensamientos. Estaba cansada e intentaba seguir teniendo fe. Tenía que ser fuerte... pero cada vez era más difícil. Estaba preocupada por Kiri. Echaba de menos su casa. Le preocupaba la mitad de los días que Lo'ak se metiera en problemas. Una pequeña parte de ella se preocupaba por Spider, cada vez que se acordaba de él. Y para colmo, no podía quitarse de encima la sensación de que algo estaba a punto de suceder. La sensación de que Quaritch estaba al acecho, ganando tiempo. Que los atacaría cuando menos lo esperaran, esperando a que volvieran a sentirse felices y cómodos, para arrebatárselos en cuanto pudiera.

-Estoy tan cansada. -Murmuró.

-Todo irá bien... -le dijo Neteyam.

-¿Estás seguro de eso, bro? -le preguntó Lo'ak con dureza.

-No. Pero ¿qué otra cosa podemos hacer?-terminó Neteyam. Después de eso, los tres se quedaron callados antes de entrar y sentarse al lado de Kiri, donde estaban sus padres.

Ninguno de los Sully durmió esa noche. Incluso Tuk se despertó en mitad de la noche y se dirigió en silencio a los brazos de Neytiri mientras todos rodeaban a Kiri y le suplicaban a Eywa, rezaban o esperaban en silencio a que por fin despertara.

A la mañana siguiente, Norm y Max llegaron al pueblo para ayudar. Liläk y Tuk no habían salido de la cabaña desde la noche. Fue agradable ver a los dos amigos de su padre después de tanto tiempo, la ayudó a sentir que recuperaba un pedacito de su hogar. Pero las condiciones por las que venían no la reconfortaban, Kiri todavía estaba inconsciente.

Llegaron a la cabaña tras aterrizar el helicóptero en la playa.

-Hola chicas.-dijo Norm mientras se dirigía apresuradamente hacia Kiri. Tuk se apartó un poco de Norm y Max cuando entraron, no los conocía mucho porque nunca se unía a sus hermanos cuando iban al laboratorio.

-Hola Norm...Tuk saluda.-Le dijo suavemente a su hermana mientras señalaba a Norm.

-Hola.-Tuk dijo rápidamente.

-Hola Liläk. ¿Cómo estas? -le preguntó Max con dulzura. El científico sentía debilidad por los gemelos, ya que había trabajado con ellos cuando eran pequeños y también porque eran los primogénitos de Jake.

-¿Crees que puedes ayudar? -suspiró Liläk.

-Haremos lo que podamos Li.-replicó Max pesadamente mientras empezaba a preparar sus instrumentos para ayudar a Kiri.

Al cabo de un rato, un pitido llenó la cabaña: Norm y Max habían instalado un monitor cardíaco para Kiri. Max estaba comprobando los escáneres del cerebro de Kiri.