ʟᴏꜱᴇ ᴄᴏɴᴛʀᴏʟ ⸻ ʜᴀʀʀʏ ᴘᴏᴛᴛᴇʀ

Capítulo 7

Los cuatro estaban reunidos en los jardines del castillo, nuevamente tenían una seria conversación acerca de lo que habían escuchado los dos jóvenes. Habían charlado después de que salieron del lugar, pero no fue suficiente el tiempo, necesitaban seguir hablando, necesitaban tratar de conectar los cabos sueltos de aquello que aún no les quedaba muy claro.

―Mencionaron a una niña, pero no dijeron el nombre. ―dijo Bela estando recargada en una de las rocas que la mantenía enfrente de los tres leones.

― ¿Cómo que una niña? ¿La relacionaron contigo? ―pregunto Hermione mirando a Harry.

―No sé, es confuso, dijeron que Sirius es mi padrino pero que no sabían si lo era de aquella niña también. ―hizo una mueca de molestia, le estaba causando una extraña sensación todo eso. Parecía que los detalles estaban ahí solo que mezclados.

― ¿Alguna hija de conocidos de tus padres? ―trato Ron de encontrar un poco de lógica, pero, aun así, seguía sin ser concreto.

―Todo lo que gira a mi alrededor es muy extraño. ―sin dudar dieron los tres la razón a Harry. Ya era momento de que lo aceptarán. Poco a poco los hilos estaban siendo atados, pero seguía existiendo el punto donde la historia se dispersaba porque siempre salía algo nuevo que los dejaba confundidos aún más de lo que estaban.

―Lo mejor es mantenernos a línea e investigar en las escondidas, no podemos permitir que ellos se enteren que ustedes dos estuvieron espiando, sería peligroso. ―sugirió la castaña a lo que Jones y Potter asintieron.

Ambos se fueron, pero por caminos separados esta vez. Ron y Hermione les miraron sintiendo que algo extraño les rodeaba, pero seguían sin poder interpretarlo. Y un ejemplo de ello era el pasado partido de Quidditch que tuvo Gryffindor contra Hufflepuf. Ahí descubrieron que los dementores le afectaban a Harry más que a cualquier otra persona, ese suceso había estado en boca de todos los estudiantes, sobre todo cuando el ojiverde cayó de su escoba.

Algo que no lograba encajar Granger era porque Jones no estaba ahí. Se dio cuenta que estaban todas las serpientes y trato de preguntarle a Pansy sobre el paradero de Bela, pero ella respondió muy groseramente diciendo que no le importaba donde estaba ella. Sin mucho adelanto, horas después, gracias a Neville Longbottom, se enteró que la chica había estado en la enfermería por un repentino desmayó que tuvo al salir de su sala común y nadie sabía la razón, solo que la habían encontrado tirada inconsciente.

Hermione creía que la llegada de la azabache significaba algo. Y no algo precisamente bueno. Pero no podía culparle, además, se precipitaba demasiado, todos sabían que ella era hija de muggles y que por ningún motivo podía estar relacionada con algún suceso extraño dentro o fuera de Hogwarts. Su cabeza claro que hacía muchas teorías, pensamientos que quizás exageraba, al menos ella lo sentía así, pero tampoco podía descartarlos. Prefería mantenerlos en su cabeza, no le diría nada a Ron porque éste seguro iría con el chisme a Harry o a Bela y era lo que menos quería.

Las vacaciones habían llegado, tenían que prepararse, aunque en realidad, no había muchas opciones. Harry estaba decidido a aprender el hechizo para ahuyentar a los dementores junto al profesor Lupin y Bela solo quería indagar más en esa conversación que escucharon juntos en Las Tres Escobas. Considerar un error aquella travesura sería algo estúpido, al menos para ella. No iba a quedarse con las dudas, estaba decidida a enfrentarlo, necesitaba saber porque Madame Rosmerta y Cornelius Fudge habían reaccionado con tanta sorpresa cuando McGonagall les dijo que ella estaba en Hogwarts.

El famoso trío estaba esparcido, Ron y Hermione preparándose y Harry simplemente pensando, mientras que la serpiente estaba en la sala común leyendo un libro que saco de la biblioteca. El mismo que, sin razón alguna, apareció en sus manos aquella vez cuando realizaba una tarea junto a Granger.