Capítulo 4

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Frases como "ha humillado a Snape en la clase" o "Hermione ya tiene competencia" eran las que rondaban por los pasillos de Hogwarts, haciendo que de vez en cuando Jones se ganara miradas: unas de aprobación y otras para nada amistosas. Debía acostumbrarse a eso, sabía que su estancia no sería para nada sencilla.

Y lo comprobó justo cuando el famoso grupo de Slytherin comenzó a hacerle comentarios para nada lindos al verla sentada con el trío de Gryffindor durante el almuerzo. Realmente no tenía ganas de estarlos escuchando, quería tener paz, la que no tuvo durante la clase porque sentía dos miradas masculinas sobre de ella: la de Snape y la de Malfoy.

―Te juntas con los de tu clase Jones, interesante elección. Eres Slytherin, pero tienes todas las cualidades de un mediocre Gryffindor. ―dijo Pansy pasando por su lado golpeando el hombro ajeno.

―No les hagas caso Bela, ignóralos. ―dijo Granger con la intención de que ninguno la escuchara, pero para su mala suerte, no fue así.

―Entre idiotas se entienden. ―se burló Crabbe.

―Con razón ustedes se llevan tan bien. ―contra atacó harta de la situación.

―Ten más respeto, ¿sabes acaso con quien estás hablando? ―esta vez se metió al fin Malfoy a la pelea.

―No, no sé con quién hablo y no me interesa, además, el respeto lo tendría si ustedes lo tuvieran para conmigo, digo, trata como quieres que te traten, ¿no?

Para ese momento, los estudiantes que estaban en el gran comedor, miraban sin perderse ningún detalle la escena que el rubio y la pelinegra daban.

Hermione le mandaba miradas a Harry para que interviniera y evitara que Jones se buscara más problemas, sumando el odio, de las serpientes, pero Ron le decía que la dejará, se estaba divirtiendo demasiado, al igual que el resto. Además, Bela no parecía tener las intenciones de detenerse a pesar de que tal vez eso le sume su primer castigo en su primer día.

Sorpresa fue la de todos que las serpientes no respondieron nada, lo único firme que mantenían era la mirada contra Jones quien tampoco se las quitaba de encima. De ahí se fueron, haciendo que los demás comenzaran a hablar nuevamente en murmullos sobre la nueva chica y su ahora enfrentamiento contra Draco Malfoy.

― ¿Al menos tienes idea de quien es él? ―señalo Ron con la mirada al rubio que estaba saliendo del lugar.

―No, ¿tan importante es como para que todos me miren de esa forma? ―preguntó Bela muy confundida.

― ¿Has escuchado hablar sobre los Malfoy? ―ella negó, Ron tenía intenciones de seguir hablando, pero fue Hermione quien gano la palabra.

―Son de las familias mágicas más respetadas e importantes. Con el que peleaste fue Draco Malfoy, su único hijo y claro, futuro heredero. ―ella escuchaba, pero no se maravillaba ni tampoco tenía miedo de lo que estaba escuchando.

― ¿Y solo por eso debería tener miedo? Pregunta seria.

―Se supone, todo mundo les debe respeto, los tratan como si fuesen de la realeza. Literalmente no te puedes meter con ellos sino quieres un maleficio contra ti. ―agregó Ron a la plática, pero Narella seguía sin inmutarse―. Además, odian a los hijos de muggles.

―Y eso te lo puedo confirmar. ―dijo Hermione al recordar aquel suceso del encuentro entre el equipo de Quidditch de Gryffindor y Slytherin cuando pelearon por el campo para entrenar.

―Lástima que Draco Malfoy se haya sentido decepcionado de que no esté en un rincón temblando y rogando a Merlín para tener protección. ―volvió a acomodarse en su asiento, hizo su plato a un lado, ahora había perdido el apetito luego de ese altercado.

ʟᴏꜱᴇ ᴄᴏɴᴛʀᴏʟ ⸻ ʜᴀʀʀʏ ᴘᴏᴛᴛᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora