v e i n t i c u a t r o

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Veintinueve semanas.

La campanita del local sonó cuando ambos salieron del establecimiento, dejando atrás los olores a químicos, colorantes, shampoo y demás, sintiéndose totalmente fantásticos y renovados, porque nada mejor que un cambio de visual, y más ahora que Felix se estaba sintiendo un poco extraño estando en su estado, perdiendo un poco de su autoestima al notar muchos de los cambios de su cuerpo, no se trataba nada más de su panza sino todo en general, había sido un golpe duro.

—A HyunJin seguro le va a encantar —comentó su compañero mientras sacaba de su abrigo las llaves de su auto, desbloqueandolo.

—¿Tú crees? Quizás ni se dé cuenta—  dijo el embarazado, sin borrar la sonrisa, todos en la peluquería estuvieron alagandolo, no sabía si le dedicaban aquella atención por su estado, pero se había sentido lindo.

—Entonces me avisas y yo lo pateo por no darse cuenta —amenazó el menor —le diría: es que vamos, mira a tu marido, es hermoso, sino estuvieras tú yo le hubiera hecho ese bebé.

—Ahg, callate Seungmin-ah, no es agradable imaginarse eso—Felix frunció su nariz, luciendo adorable.

Seungmin entró primero, y esperó que Felix también entrara al auto para ponerlo en marcha, dejando el anterior tema de lado, ambos eran muy pasivos como para siquiera pensarlo.

Felix sabía que hace un tiempo, cuando Jeongin visitó su casa, se había descolocado demasiado, lo cual le provocó estrés y terminó tratando mal a uno de sus mejores amigos, y entendía que no estuvo bien, así que en modo de disculpas había invitado a Seungmin a la peluquería, luego de hablar de la situación con debida madurez ambos procedieron a realizar los respectivos cambios que querían en sus cabellos, el embarazado había investigado y además consultado con su doctor, con el fin de que lo que iba a hacerse no causara algún daño a su cachorrito y ahora volvían a casa.

—Hey, abrochate el cinturón — reprochó Min —¿a caso quieres que me multen o algo por el estilo?

Felix bufó sacando su teléfono, a veces provocaba darle unos buenos puños a su amigo, pero con amor.

—Pensé que dirías algo como "¿a caso no piensas en tu seguridad?" —respondió el mayor, Seungmin seguía con sus ojos puestos en la carretera pero se reía — ¿no crees que ya lo intenté? Pero no me cierra ¡el cinturón de este auto es muy corto que le pasa!

Seungmin soltó una carcajada en tanto seguía al pendiente del volante, procuraba ir con suficiente precaución, más aún con el incidente del cinturón.

—O estás muy gordo— bromeó el omega menor, quién recibió una mirada para nada dulce del mayor, hasta pudo sentirla dejando de reír.

—Tengo siete meses ¿que esperabas? Estoy a nada de explotar, no sabes lo que pesa, aparte que esta aplastando mis órganos vitales, a veces me quedo hasta sin aire, y ni hablar de cuando está muy despierto ¡juega cerca de mis costillas! Tú no quieres saber como se siente pero es horrible...

—Hey, hey no te alteres solo bromeaba—  se apresuró a decir, no quería que luego lo tomara personal y a darle un discurso de como estaba sufriendo, que acabaría en un "pero vale la pena, espero que ya te toque a ti"

—Ya veremos si bromeas cuando sea tu turno.

Seungmin casi sintió escalofríos, no había nadie que repeliera tanto el embarazo como él, miraba a una gran parte de su circulo de amigos volverse padres y no, no deseaba un pequeño humano haciéndole la vida imposible, aunque claro, le agradaba la idea de convertirse en tío.

—No llames malas vibras —regañó en cuanto paró en un semáforo rojo.

Lee sonrió y acarició su barriga, era una acción que realizaba por simple inercia, ni siquiera lo planeaba y ya estaba haciéndolo, pensaba en que quizás Seungmin odiara la idea pero podría ser un buen padre y más rápido de lo que se esperaba darle un primito a su inquieto bebé.

𝗗𝗔𝗘𝗕𝗔𝗞          |                     HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora