𝗗𝗔𝗘𝗕𝗔𝗞 | Hyunlix

c u a t r o

Nueve semanas.

Felix soltó un pequeño quejido estirandose en el sofá, sus pies envueltos por las medias empujaron el esponjoso cojin que estaba debajo de estos, estaba a nada de soltar las lágrimas y se sintió estúpido por querer hacerlo, las hormonas empezaban a atacarlo como a todas las personas cuando estaban embarazadas.

Era extraño el día en el que Felix
se levantara de mal humor, hoy era uno de esos días, hasta había faltado a su trabajo y es que el doctor no mentía cuando decía que los síntomas no tardarían en aparecer.

Sus pies dolían sin que siquiera se levantara de la cama, su espalda baja lo estaba torturando, eso contando
que su panza no pesaba aún y lo peor de todo es la sensibilidad en sus pezones, hasta el roce de la tela de su sueter parecía ser doloroso.

Hyunjin por su parte tenía mucho trabajo acumulado, pues era escritor de una gran editorial, su próximo libro sería lanzado dentro de unos meses y el tiempo limite de entrega estaba muy cerca y por más que quisiera estar junto a Lix para mimarlo como el omega se merecía, necesitaba trabajar y más ahora que sus libros estaban siendo un éxito en la comunidad juvenil y en la de los jóvenes adultos.

El alfa se encontraba con el ceño fruncido mientras miraba la pantalla en frente a él, tecleaba con rapidez y tambien borraba inconforme con el resultado, tomaba de la taza de café con frustración, obstinado por no saber como seguir y justo en ese momento escuchó la puerta de su pequeña oficina abrirse.

Felix se encontraba apoyado en el marco de la puerta, aún llevaba
su pijama de seda azul y pantuflas rosas, pero aunque lucia adorable, la expresión en su cara junto al puchero en sus labios le decía que algo no andaba bien.

Echó hacia atrás su silla con rueditas y se volteó hacia a él, entregandole toda su atención.

—¿Sucede algo, Felix?—el omega asintió sentándose en el sofá que tenía en la habitación, junto al estante de los escritos originales de sus libros y algunos premios recibidos hace poco.

—Me duele, HyunJin hyung—expresó con pesar y mantenido su puchero, luciendo adorable—mis pies y espalda me están matando y ni hablar de mis pezones.

Hyunjin cerró la pestaña donde estaba trabajando hace unos minutos, quitó sus lentes dejándolo en su escrito, levantandose para consolar a el menor, se sentó a su lado y besó su frente brevemente.

—Eso es normal Lix, tu cuerpo no está acostumbrado a la presencia del bebé y es su forma de reaccionar, y por su puesto tambien se está preparando para la llegada del cachorro, estoy seguro que estos dolores pasarán pronto—trató de confortarlo en lo que pudo tomando sus manos entre las suyas, dandole calor.

—Lo sé, pero no quita que me duela e incomode—respondió hundiendo su nariz en el cuello del alfa—no mal entiendas, amo estar embarazado pero, Dios, es doloroso.

—Y eso que estas lejos de las contracciones, dolores de parto y bueno, el parto en si.

Felix levantó su mirada molesta viendo a su hyung, si este era su esposo ¿para que necesitaba enemigos?

—Siempre has sido malo para consolar a las personas.

—Lo sé, me lo dicen siempre —besó sus labios y pasó sus manos por su espalda para abrazarlo fuertemente y disfrutando del aroma dulzón que el omega desprendía y escuchó el quejido del menor.

—Que me duele, animal—regañó empujandolo y Hyunjin sólo negó
con una sonrisa en su lindo rostro,
No había algo más adorable que su omega embarazado.

🌷🍃🌷🍃🌷🍃

—Mira HyunJin—fueron las primeras palabras de Chris cuando le fue abierta la casa de los Hwang.

—¿Irrumpes en mi hogar y ni un hola?—reclamó el alfa, paseando su mirada por las cosas que traía su amigo.

En sus manos llevaba un par de pequeños zapatitos, y una bolsa misteriosa. El alfa mas alto lo dejó entrar y cerró la puerta tras de si.

—¿Dónde está Lix? Quiero que vea estos zapatitos, los tenía en casa hace un tiempo y por fin uno de mis amigos tiene un bebé para poder regalarselos— comentó con mucha emoción.

—¿Y por que los tenías hace tiempo? —preguntó con su ceño fruncido, según él Chan no tenía un pequeño humano entre sus familiares y amigos por ahora.

—Es que me parecieron adorables— Hyunjin lo miró un instante con extrañeza, no compras unos zapatos de bebé solo porque te parecen
adorables

—No se en que gastar mi fortuna ¿está bien?

En ese momento Felix apareció con
una dona de chocolate en sus manos, comiendo como si no hubiera un mañana, siendo sorprendido por la inesperada visita de Chris y con vergüenza comenzó a limpiar su boca llena de chocolate.

—¡Eh, Felix!—Chan corrió hasta él envolviendo en sus brazos sin mayor cuidado, y Felix se sobresaltó por su repentina acción y chilló cuando su deliciosa dona calló de sus manos.

—Christopher Bang, ten cuidado, no le aprietes tanto el estómago, te puede vomitar—regañó Hyunjin, que por supuesto recibió una mirada de pocos amigos de su esposo.

—oh si, lo siento—habló con rapidez —sólo me emociona que al fin su grande deseo se esté cumpliendo.

Felix sonrió, más por que sus pies tocaran una superficie segura, pero también por el adorable alfa, Chan
era todo un tesoro de ser humano.

—A nosotros también Channie— respondió sonriente el menor — pensamos que este día nunca llegaría para nosotros, pero ya ves.

Chris más que nadie era feliz con saber de esa noticia.

—Y mira lo que el tío Chan trajo para su pequeño sobrino—señaló los zapatitos y Felix abrió la boca con sorpresa.

Tomó los lindos zapatos de las manos del Alfa y los observó con admiración, podían ser solo unos simples zapatitos para cualquiera, pero a el omega le llenaba de sentimentalismo, eran tan pequeñitos, la imagen mental era preciosa.

—Oh Channie hyung, son sus primeros zapatitos—expresó con felicidad— gracias, mira Hyunjin hyung.

—Le quedaran cuando tenga un año.

Felix lo empujó sin delicadeza, era tan odioso cuando quería.

—No es nada, ya me acostumbré al humor de HyunJin—respondió el alfa mayor sonriente también—Oh, este
es para ti—le tendió la bolsa que el menor tomó con rapidez, amaba los regalos.

Al abrir la bolsa se encontró con una especie de aparato raro y frunció su ceño sin entender de que se trataba.

—¡Es para sacar la leche! La señora de la tienda me dijo que cuándo se pasaba tiempo sin amamantar se acumula la leche y hasta puede llegar a doler, de nada, por cierto.

Felix no supo como reaccionar
ante el extraño regalo, se sintió un poco cohibido, desviando su mirada hasta su esposo que luchaba por no carcajearse manteniendo sus labios apretados..

—Oh, seré el tío más feliz.

Hyunjin miró a Felix y abrazó su cintura.

—Nosotros también estamos muy felices.

—Hyung, quiero sushi—contestó , saliendose completamente del tema —y ya no uses ese perfume, me da náuseas.

—Dijiste que te encantaba mi perfume, hasta usabas mis sueteres por eso.

—Eso fue antes que me diera náuseas Hyunjin por favor —rodó sus ojos, bueno debía acostumbrarse a esos cambios de humor.

—Bien, bien no mas perfume, entendido.

—Asi me gusta, hyung

—Awww—el chillido de Chan los sacó de su burbuja—chicos, ustedes son mi otp.

Los dos no hicieron mas que reírse, Chan era un caso.