𝗗𝗔𝗘𝗕𝗔𝗞 | Hyunlix

v e i n t e

Las sensaciones que el omega experimentaba en el momento eran confusas, sentía cierta molestia e incomodidad pero ante todo curiosidad de saber que buscaba aquél chico, que pretendía yendo a su casa. Podía escuchar a Seungmin un poco alterado, no entendía totalmente porqué Kim sentía tanta repulsión hacía el omega.

Decidido se levantó como pudo, lo más rápido que su panza le permitió, y sintiendo su corazón acelerado caminó hasta la puerta, el omega estaba afuera mientras Seungmin estaba a punto de cerrarle la puerta en la cara.

—Eres un cínico, mira que venir hasta la casa de Felix...—rechistó Kim, tomando el pomo de la puerta dispuesto a cerrar.

Pero la mano del pecoso sostuvo la puerta evitando que la cerrara en su cara, irritando más a Seungmin.

—Disculpa hyung pero con todo respeto, primero ni siquiera me conoces para hablar así de mi y segundo yo me iré pero solo si Felix me lo dice, porque hyung eres su amigo, pero esto no te concierne —habló el menor un poco cansado de lidiar con el histérico omega sobreprotector, la verdad quiso reír cuando vio su cara de indignación, pero pues no era el momento.

—¿por qué estás hablándome así?— dijo Min.

—Estoy siendo respetuoso.

Seungmin le dirigió la mirada a Felix, esperando una indicación de este. Lee pasó su mano por su vientre, sin razón alguna tenía unas inmensas ganas de llorar, todavía no lograba entender que hacía el chico allí y se sentía un poco ansioso ante el hecho.

—Déjalo pasar, Seungmin— demandó el australiano, tomando a su menor por sorpresa.

—Pero Felix, ¿como lo vas a dejar entrar? Este tipo solo quiere hacerte sentir mal de seguro, ¿que más querría?—insistió Kim.

Felix suspiró cansado, por supuesto que tenía sus inseguridades pero necesitaba acabar con eso de una buena vez.

—Seungmin, solo dejalo —dijo el omega embarazado.

—No te entiendo, de verdad —comentó Kim y Felix rodó los ojos, harto de la situación. Aun así Seungmin se hizo a lado dejando pasar al mayor.

—Min, es mi vida y son mis problemas ¿bien? Entiendo que me cuides pero por favor en esto no te metas, necesitas respetar mis decisiones— lo dijo, en ningún momento pensó demás antes de soltar aquellas palabras, que aunque fueran simples, habían logrado lastimar a Kim.

Seungmin asintió recomiendo los labios.

—Tienes razón —concordó, antes de abrir un poco más la puerta— Solo estoy metiendome en tu vida.

Salió sin decir una palabra más, golpeando con sus hombros lo de Jeongin.

Felix chasqueó la lengua y esperó por que la puerta fuera cerrada, resolvería las cosas con Seungmin luego, quedando a solas con el chico que según él había sido la raíz de sus más recientes problemas. Lo recorrió con la mirada con algo de disimulo, se sintió algo tonto, aquél omega estaba como quería, no podía negar que el chico tenía cierta belleza.

—¿Quién te dijo donde vivía?— interrogó, haciendo que el menor lo siguiera hasta la sala, no le hacía bien estar parado tanto tiempo. JeonGin lo siguió esperando a que el mayor tomara asiento, no atreviendose a sentarse él.

—ChangBin hyung—contestó sin titubear y  Felix asintió mirando hacía otro lado—Yo fui quien le insistió hasta el cansancio, así que no te molestes con él.

—¿Por qué viniste?— bien, su pierna estaba temblando, era como si hubiera dejado entrar a la peor persona del mundo a su casa.

No sabía las intenciones del chico y quizás pudo haber sido un error dejarlo pasar a su hogar, pero no podía con la curiosidad, pero en aquél momento el temor estaba carcomiendolo, ¿y si el chico era un psicópata?