Vampire Slayer

12. Separación

Una suave brisa meció la cortina que vestía la ventana donde se encontraba Daliah. Sentía un gran dolor desde el tobillo que se torció hasta la espalda, donde se golpeó al entrenar con Ryan.
Transcurrieron varias horas desde que Giselle y Ryan se fueron junto a su tio Soyer para asegurar el perímetro, aunque todavía no habían regresado. A pesar de que Nathaniel iba a continuar el entrenamiento que habia comenzado Ryan, el rubio ignoró eso y le pidió que por favor fuera a descansar. Su tobillo era imposible que se hubiera recuperado tan rápido y diablos... que razón tenían.

--Después de tanto golpe, ya no se que me duele mas.... - Se frotó el hombro izquierdo y puso mala cara.-- Maldita sea, mañana tendré un hermoso cardenal justo aquí.

Unas pequeñas voces procedentes de la puerta le llamaron la atención. Llevaba solo unos minutos en el interior del dormitorio y en el camino ya habia estado notando que le seguían. Pero no le dio importancia hasta ese momento.

Confusa sobre que podía estar sucediendo, Daliah se incorporó de la cómoda silla y se aproximó con cautela, al momento de hacerlo un tirón le recorrió la pierna provocando que casi se desplomara en el suelo. Para su suerte evitó la caída utilizando de apoyo el tocador, pero el espejo cayó al suelo rompiéndose entre un gran estruendo.

--Mierda.... - Un grito agudo procedente del pasillo hizo que fuera hasta la puerta, solo para sorprenderse al ver al pequeño Klain junto a una pequeña lagartija de color azul turquesa .-- ¿Que a sido ese grito?

Klain estaba apoyado contra la pared del pasillo mientras el pequeño reptil se enrollaba he intentaba ocultarse detrás del pequeño. Daliah al ver sin comprender que ocurría se agachó preocupada.

--Klain ¿Que a ocurrido? - El pequeño levantó la vista y pudo observar como tenia los ojos llorosos. Preocupada miró a ambos lados - ¿Porqué llo...?
--¡¡DALIAH!! - El pequeño de cabellos rubios rompió a llorar al tiempo que se lanzaba sobre sus brazos sin previo aviso - prometemos que no queríamos hacer nada malo, solo teníamos curiosidad.
--¿Teníamos?
--Ricci y yo queríamos jugar contigo, pero como la puerta estaba cerrada intentamos escuchar si estabas dentro... - Sorbió por la nariz con fuerza - Pero nos asustaste.

Daliah acarició la cabeza del pequeño y volvió a mirar a la pequeña lagartija azul. Sonrió divertida.

--No me digas... Ricci se asustó tanto que volvió a transformarse, ¿Verdad?

Klain asintió y con cuidado la adolescente cogió al pequeño bichillo asustadizo.
--¿No estas enfadada porque te espiábamos? - Klain se separó triste y avergonzado.
--¡No! No estoy enfadada. - Acarició con un dedo la pequeña cabeza del reptil, y este comenzó a asomar poco a poco la cabeza que le dedicaba una mirada triste. Daliah sonrió al verle tranquilizarse .- Vaya Ricci, eres súper guapo, me encanta el color de tus escamas.
--¡¡SI!! ¡Es azul súper chulo! - Klain sonrió emocionado mientras señalaba a su amigo - Pero se queja mucho, dice que no le gusta el azul.
--¿En serio? - Daliah pasó su mirada desde el pequeño rubio hasta Ricci como reptil, y vió como este sacaba la lengua en dirección a su amigo . - Pero es súper bonito el color azul. Es mi color favorito ,y ademas eres del mismo color que mis ojos, azules.

Al escuchar eso el animalillo dirigió su rostro hasta Daliah, estirándose un poco al mismo tiempo que esta le acariciaba, hasta que sus ojos se enfocaron en los suyos y asi pudiera verlos mas.

--¿Ves? son bonitos , al igual que tu.
--¡Guau! ¡ Como los de la señora cazadora!
--Si te refieres a mi tia Jacky, si ,bueno... son parecidos, pero los suyos son mas brillantes... - Se incorporó con Ricci todavía en sus manos y miró a Klain - ¿Todavía queréis jugar?
--¡Si ,Si!