7. fábulas

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Una tenue luz se filtraba a través de grietas en las rocas. Varias rocas puntiagudas se encontraban por el camino amenazantes. Cualquier tropiezo, provocaría la inminente tragedia de clavarte una pequeña de esas cuchillas. Grandes arboles se encontraban al rededor del sendero de roca, proyectando los reflejos de luz que proyectaban las piedras del suelo.

La joven de cabellos plateados miró hacia donde se encontraba el chico de cabellos castaños ,y sonrió mientras comenzaba a correr siguiendo el camino. Tyler le miró sorprendido por la repentina acción de la ojiperla, al mismo tiempo que esta estiró la mano hacia el.

―Venga castañito, Vamos a coger un pequeño atajo.

Entre las ramas de los arboles empezaron a moverse con el ritmo del viento y el joven vió como unas pequeñas bolitas luminosas comenzaron a deslizarse y bailar al rededor del cuerpo de la chica. Fue entonces cuando se dió cuenta de algo peculiar en la chica, ―mientras iba corriendo detrás de ella para que no le dejara atrás― al fundirse su pelo con el mismo ritmo del aire dejó a la vista sus orejas puntiagudas.

Miró a su alrededor y vió que las luces habían dejado de reflejarse y ahora solo estaba la luz de la luna sobre ellos. Un pozo de piedra se alzaba orgulloso al final del camino de piedra en el cual se encontraban, mientras que el cielo parecía haber sido sembrado con millones de diamantes, que les indicaban el camino hacia adelante.

Irie se detuvo antes de llegar al pozo y se quedó observando hacia un gran roble que se encontraba a un par de metros del camino, en un claro junto al camino. Tyler se detuvo junto a ella y observó el Pozo.

―¿Porqué hay un pozo en medio de la nada?

La chica se volvió hacia el y después miró al pozo.

―Existe una leyenda al rededor de el...― se colocó enfrente del joven y le miró a los ojos mientras señalaba hacia el pozo― ... las hadas dicen que si realizas un alto sacrificio, podrías ser capaz de realizar tu mayor deseo... dependiendo claro está, de aquello que estuvieras dispuesto a sacrificar para cumplirlo.

―¿Eso es posible? ― Horrorizado miró hacia el pozo.

―Un trato tiene un precio.... pero las Hadas acostumbran a inventarse historias, así que tampoco te lo tomes muy en serio.

Irie sonrió mientras le daba en el hombro un ligero golpe.

―¿Como estas tan segura?

―Bueno... acabo de decirte que no confíes en todo lo que te cuentan.― al ver la cara de confusión de Tyler, la joven sonrió y le cogió de la mano y le dirigió hacia el gran roble― Vamos, se quien va a poder llevarnos hasta tu Hermana rápidamente.

―Pero....¿No se encuentra en Walschbronn con mi tia? Le dijimos que se quedara ahí, maldita sea.

La joven de cabellos plateados comenzó a reír.

―En primer lugar.... No, no llegasteis a decirle nada, ni siquiera que os marchabais. Y en segundo lugar, Atacaron la aldea, así que no se encuentra por allí.

―¿Como que Atacaron la aldea? ¿como sabes eso si has estado conmigo todo el rato?

―Simplemente.... Lo se.

Con un aire misterioso, Irie se aproximó hasta las raíces del gran roble y sacó un cuchillo de plata que habia tenido guardado en la parte posterior de su cinturón. Con delicadeza y bajo la curiosa mirada de Tyler, cogió la mano de este y sin previo aviso, pasó el filo de la daga por la palma de este.

Ante el repentino dolor, el castaño apartó la mano mirándole con rostro serio. Irie ignorando la cara de este, vertió las gotas de sangre del joven sobre la corteza del árbol.

―¿A que a venido eso?

Comenzó a caminar al rededor del roble y deslizando el cuchillo por la corteza del árbol, dejaba un ligero rastro de sangre, que comenzaba a verse cada vez mas y mas rojo. A pesar de no haberle hecho una herida que fuera capaz de dejar tanto rastro, extrañamente aquel árbol iba sacando mas color rojo por el recorrido que realizaba la medio Hada por su tronco.

Tyler se revisó la herida y vio que solo era superficial. Suspiró aliviado y después miró a la joven con orejas de punta. Se habia detenido y ahora estaba con los ojos cerrados,sobre la hierva de rodillas y con ambas manos sobre el suelo. Una corriente de aire apareció de repente, como si saliera justo de debajo de ella y un gran numero de bolas de luz ― como las que habia visto por el sendero cuando bailaron al rededor de ella― comenzaron a salir del cuerpo de la joven y volaron hacia el gran roble.

Los arboles de alrededor comenzaron a moverse violentamente y justo una gran cantidad de rayos comenzaron a caer en las proximidades a ellos. Abrió los ojos y clavó una intensa mirada como el mercurio liquido sobre el joven.

―¡TYLER COGE MI MANO! ―Un rayo cayó sobre el gran Roble provocando que el joven diera un paso hacia detrás del susto―¡¡AHORA!!

Aunque desconfiado, corrió hacia Irie y le sujetó la mano que le ofrecía, al tiempo que otro Rayo se deslizaba por el cielo para incidir en el mismo lugar en el que se encontraban.

Pequeñas bolas luminosas les rodearon acompañas por hojas que bailaban a su alrededor, como si se tratara de una coreografía preparada. Tyler observó a Irie con fascinación, sus cabellos danzaban junto a las volutas y se mecían en el aire acompañado de las hojas creando círculos en el cielo. Los rayos de la tormenta comenzaron a golpear al árbol y junto a ellos , intensificando el resplandor de las luces y quemando las hojas que bailaban a su alrededor. Una gran cortina de humo y luz comenzó a rodearlos y a girar a su alrededor, dejandoles dentro de un circulo que desprendía magia y poder por todas partes.

El castaño alzó la vista hacia el cielo y observó como las lenguas de fuego acompañadas por las volutas se alzaban sutilmente hacia ahí, Hasta ocultar por completo el firmamento.

―¡¿Que está pasando?!

Un gran fogonazo procedente del cuerpo de la chica hizo que el joven cerrara de golpe los ojos, hasta que notó como esta caía contra el suelo. Una vez volvió a abrir Tyler los ojos se dió cuenta de que ya no estaban en el bosque.

Una pequeña casa de madera y poco decorada junto a un recinto cercado con madera , flaqueaba un grupo de casas mas elegantes y decoradas con motivos florales. Un grupo de personas se encontraban hablando junto a la casa de madera, cuando Tyler de dió cuenta de que habían llegado a una Aldea.

Ayudó a Irie para que pudiera levantarse pero esta se incorporó sin su ayuda. Se sacudió el cuerpo y dirigió su mirada hacia ese grupo de personas mientras sonreía.

―Listo. - Hizo un gesto con la cabeza hacia los desconocidos - mezclate entre los demás y ya estarás a salvo.

―¿Estás loca? ¿Donde me has traído? - Nervioso miró a su alrededor y cuando vió que el grupo de desconocidos se habia percatado de su presencia, se dirigían hacia ellos - Dijiste que me ibas a mantener a salvo, ¿Que se supone hago aquí?

―Quien sabe, ademas nunca dije que fuera a estar cuidando de ti muchacho....

―Espera, no iras a ...- Antes de terminar la frase, la joven le hizo un gesto con la mano y desapareció entre miles de mariposas luminosas. Tyler palideció mientras veía como las mariposas revoloteaban a su alrededor.

―Shane Mikhailov....búscalo. - una pequeña mariposa se posó en el hombro del joven - ... El podría saber algo de tus padres. Mientras tanto es mejor que duermas y estos no sepan quien eres.

―A que te refie...?

En el momento que el animal tocó con una de sus antenas a Tyler, este calló inconsciente al suelo dejando en su mente lo ultimo que le habia dicho la joven entre una pequeña risa.

" Shane Mikhailov ..... Shane Mikhailov"

"El es el culpable."

Vampire SlayerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora