Capítulo I

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N/A: Hola! Tanto tiempo sin escribir por aquí. ¿Cómo están? Me gustaría introducirles esta nueva historia que estoy produciendo.

Voy a ser MUY honesta y espero que realmente tomen esta precaución: DEAD DOVE DO NOT EAT. La que avisa no traiciona. Este fanfic puede tener escenas muy TRIGGERING respecto a trastornos alimenticios, depresión, ansiedad, consumos problemáticos, suicidio, entre otros tópicos (que quizá se agreguen). Lean con discreción. En el caso de que esta historia te resulte problemática, por favor deja de leerme y cuida tu propia salud mental. Consúmanla responsablemente. La intención de este fanfic no es la de ser nociva, pero no soy especialista de salud mental por lo tanto no estoy segura de cuanto pueda afectar en cada subjetividad. Dada esta advertencia, procedan con la lectura. Una review tampoco le hace daño a nadie así que son bienvenides a dejarla. Muchas gracias, espero que este fanfic sea de su agrado uwu

Este fanfic está siendo subido a: Ao3; y Wattpad. Nombre de usuario: Cosocosita. Nombre del artista de la portada: lizon_breketon en Twitter.

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Capítulo I.

Veinticuatro horas habían pasado. Suspiró, con desgano. Esperaría que pasen, quizá, otras cinco más, u otro día entero. No lo veía como un inconveniente, sino que simplemente había aceptado, quizás así debía ser, quizá esa era la naturaleza de las cosas. Estiró su brazo para agarrar el vaso de agua con hielos que estaba en su mesa de luz, se irguió apenas sutilmente de su cama para tomar del mismo y sentir como el paso del líquido congelaba apenas su interior y llenaba de algo su estómago, para luego dejarlo nuevamente a un costado. Estaba cansado y un poco mareado, pero esas cosas ya se habían hecho costumbre. Hace veinticuatro horas que no se había movido de su cama, era fin de semana y vivía solo. No tenía ningún motivo como para decidir levantarse y hacer algo, es más, sentía que eran más los motivos que justificaban su situación actual antes de cualquier otra cosa.

Su teléfono empezó a vibrar, finalmente vio de qué se trataba aunque para ello tuvo que revolver entre las sábanas y localizarlo. Lo estaba llamando su madre, atendió sin preguntárselo.

—Buenos días Calabacita. —Se escuchó del otro lado de la línea, una voz suave, la correspondiente a su madre.

—Buenos días, ma. ¿Qué pasa?

—Oh nada, Eric. Sólo llamaba para avisarte que fui a tu casa por la mañana, te llevé unas milanesitas para abastecer tu freezer, pero no quise molestarte cuando dormías. —Avisó la mujer. Era una mujer amable, que toda la vida había velado por su bienestar, sólo como una madre puede hacer con lo que tiene. Si tenía que ser crítico y justo, admitiría que su madre no era una persona perfecta, se ausentó en muchos momentos de su vida y cada vez de manera más frecuente, y a los motivos recién los entendió al crecer; también dio cuenta de cuan injustificables eran. Cuando era un niño se llevaba particularmente bien con ella, pero crecer siempre produce cambios en la percepción, especialmente de lo que eran todas o la mayoría de las falencias, pero eso mismo era parte de existir en el mundo. Aunque tenía cosas para reclamarle, sabía en su interior que sí era una mujer que se preocupaba por él, a veces eso parecía lo merecido, lo necesario, o eso quería creer. —Por favor, cómelas a tiempo así no tengas que tirarlas.

—Está bien mamá. —Respondió Eric, mientras volvía a dejarse caer sobre el colchón. —¿Cómo estás tú?

—Bien, por suerte. Ayer pude terminar con un tejido que había comenzado gracias a una revista, pronto espero tejerte una bufanda, apuesto a que te quedaría bien.

—No necesito más ropa mamá.

—Claro que la necesitas. —Respondió la mujer. —Aunque no salgas, tienes muy poca ropa y la mayoría ya no te queda muy bien. Déjame hacer esto por ti.

This is Bones [KYMAN] [STENNY] [SOUTH PARK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora