Fantasía-Doushino

8

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La noche paso muy rápido, después de lo ocurrido Shinobu se fue a dormir a otro cuarto y lejos de Douma ya que no soportaba estar con el,está ya sabía de la rara costumbre de Douma,ya que todas las noches la vigilaba,supuso que era por si quería escapar por lo cual tener éxito en su plan sería demasiado difícil.

Después de pasar la noche está se levantó y inmediatamente habrío las cortinas dejando ver el radiante sol,está lo hizo con la intención de que ningún demonio se le acerque,su plan era encontrar su katana o algo que le pueda servir para cortar la ventana,ya lo había intentado con otros objetos sin embargo ninguna daba éxito,suspiro irritada para luego salir de aquel cuarto,noto que Douma no estaba por lo cual pudo pasear por toda la mansión sin problema,más no pudo escapar de ahí ya que siempre la vigilaban,en su recorrido encontro muchos jarrones y cráneos coleccionados,se asqueo demasiado y el odio y repudio que le tenía a Douma aumento significativamente pero para su buena suerte ahí estaba su katana solo que estaba destrozada,su filo ya no era el mismo pero de igual forma podía servirle para cortar aquella ventana,salió de aquel cuarto con la esperanza de llegar a aquella ventana y romperla de una buena vez.

Al llegar a aquel cuarto está cerro la puerta y comenzó romper la ventana,pero esto ocasióno un gran ruido por todo el templo atrayendo a seguidores de Douma los cuales la detuvieron y le quitaron la katana.

-(¿Porque no controle mi fuerza?)-Se pregunto así misma mientras veía sus puños,está nunca había tenía fuerza física por lo cual al romper la ventana utilizó toda su fuerza en esta,más con tan solo un golpe la rompió y ahora mismo se encontraba en la habitación de Douma ya que la habían mandado ahí porque no habían ventanas en aquel cuarto.

Shinobu se encontraba viendo la herida de su pecho,ella no entendía el porque seguía viva ya que en aquella pelea sus pulmones habían sido levemente cortados,la probabilidad de que sobrevivir a aquel accidente era casi nula para una persona con tan baja estatura y fuerza como ella por lo cual tenía muchas dudas.

Y lo más raro era que de aquella herida casi no quede ni un rastro,se supone que por lo menos debía de quedar como una gran cicatriz pero en cambio,tenía unos simples raspones,Shinobu supuso que un doctor muchísimo más experimentado que ella la curo o...que Douma utilizo su sangre en ella,pero lo último no tenía sentido ya que había estado bajo la luz del sol en la mañana.

Tenía muchas dudas en su cabeza pero se esfumaron al ver a un chico que parecía de su misma edad entrar a aquel cuarto.

-Oh no me digas que eres otras de las mujeres de Douma.-Menciono aquel chico muy confiado.

-¿Quien eres?--Pregunto con asco en sus ojos al ser llamada como "mujer de Douma" tan solo pensar en eso le daban ganas de vomitar.

-Permiteme presentarme,soy uno de sus socios comerciales,se supone que teníamos una reunión pero el idiota no está aquí.-Respondio con repudió,aquel chico solo le importaba el dinero y no creía en que Douma era un Dios por lo cual lo llamaba de esa forma.

Shinobu iba a responder pero justo ahí entro Douma el cual estaba llendo de sangre,aquel chico al verlo así se asustó por lo cual se alejo rápido de este.

-¡¿Porque estás con sangre?!,¡Sabes lo que le causaría a la empresa!

Douma no lo pensó mucho y con un rápido movimiento con sus abanicos acabo la vida de aquel joven,estaba simplemente enojado,pero se calmo al ver a su mariposita en sentada en su cama.

-¡Shinobu-chan!¿Me esperaste?-Pregunto emocionado mientras se acercaba a ella para abrazarla pero Shinobu le impidió,no solo porque no quería recibir un abrazo de este si no que también estaba llendo de sangre.

-Jajaja estás lleno de sangre,primero limpiate,¿Si?--Menciono fingiendo una sonrisa,ella trataba de fingir estar bien con el para así poder tener oportunidad de escapar,su plan original era escapar con información pero visto que aquel demonio no le diría nada se resignó al plan B.

-¿Nos bañamos juntos?--Pregunto con cierta sonrisa en su rostro.

Shinobu solo se le quedó viendo con una sonrisa y varias venas en su rostro,enserio quería golpearlo pero debía de soportar para poder salir más rápido de ahí.

-Hazlo solo,¿Si?--Dijo a lo cual Douma hizo caso,¿Cómo podría decirle que no a esa sonrisa?

Douma abandono el cuarto para que justo ahí aquella sonrisa falsa de Shinobu ya no esté más,Shinobu miro aquel cuerpo muerto con cierta pena,era cierto que aquel hombre parecía ser mala persona más no le deseaba la muerte,suspiro pesadamente para luego intentar ir hacia él pero los seguidores de Douma entraron al cuerto y con puro silenció sacaron el cuerpo,en aquel cuarto solo se quedó una chica la cual le entrego una caja a Shinobu y se retiró del lugar.

Shinobu abrió la caja para encontrarse con un kimono completamente morado claro y una nota la cual era demasiado empalagosa para ella por lo cual solo leyó el principio,al parecer irían a un baile,ella sonrió maliciosamente,tendría oportunidad de escapar si esque el baile se trate de personas y no de demonios como sospechaba.

Ella se puso el Kimono el cual le quedaba bien,era un kimono el cual era completamente morado y pocos detalles pero igual le hacían ver hermosa,su obi era morado más oscuro y tenía algunas mariposas en ella.

Se arregló su cabello,tenía pensando ir con el pelo amarrado pero al final decidió ir con el pelo suelto,tenía que ocultar las apariencias,si tenía que mostrarle a Douma que enserio había aceptado su destino debía de arreglarse aún más,no se puso maquillaje ya que sus labios ya eran rojos y sus mejillas tenían cierto rubor, después de puso su haori de mariposa encima de aquel kimono.

Al poco rato entro Douma a la habitación ya arreglado,solo llevaba una hakama De color negro y un haori rojo oscuro.

Douma se sonrojo al ver a Shinobu vestida así,al parecer aquel kimono que habia elegido le quedaba mejor de lo que esperaba,se quedó en silencio con cierto rubor en sus mejillas mientras le extendia la mano lo cual fue aceptada por Shinobu,ambos salieron del templo agarrados de las manos para dirigirse a un carruaje el cual ya estaba esperándolos.

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