6. Espacios

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     — ¿Qué es esto?—. Exigió Gavi, pasando la mirada de Ámbar a los demás, esperando como si ellos supiesen la respuesta.

Tanto él como Ansu como Pedri, le escucharon decir a su amiga que no podía ir, pero ella sí.

Y aún así, allí estaba ella.
Delante de él.
Mirándolo fijamente, analizando cada facción de su cara con una sonrisa triunfante. Empezaba un poco a desquiciarle, también a provocarle. Pero no iba a decir ninguna de las dos cosas en alto.

     — Es una chica enano, tu hermana es una de ellas—. Dijo Balde

     — Pero que cómico estás hecho  macho jajajajaj —. Decía Chiara sentada en el sofá de enfrente. Se le notaban ya las copas y era cuestión de minutos que cayese en un profundo sueño o comenzase a desvestirse delante de todos encima de la mesa.

Con Chiara no había términos medios. Con Ámbar mucho menos, pero ambas estaban plenamente acostumbradas.

<< Hoy por ti, mañana por mi>>

Llevaban allí tan solo 30 minutos todos reunidos al fin, habían liquidado al rededor de 20 latas de cerveza y acababan de pedir dos botellas de Buchanan's y otras dos Beefeater. 

Ámbar se había ido a por una copa, o mas bien birlado en una de las mesas antes de pasar. Ahora estaba en la barra de la terraza, viendo a la gente bailar. Encorvó los hombros para así concentrar mayor la vista.
Se echó a un lado ligeramente al ver a Chiara ponerse a su lado tambaleándose entre risas y mechones de pelo pegados a la cara por el sudor.

     — Acabo de liarme con ese. — Indica señalando entre risas.

Ámbar le bajó la mano de golpe. "Ese" las estaba mirando, estaba en la otra esquina de la terraza. Bebiendo con sus amigos y riendo, mientras las observaba disimuladamente.
     — ¿Pero tú que eres subnormal? ¿No sabes quién es?

     — ¿Y porqué iba a saberlo? Sólo sé que no sé nada como Aristóteles.

     — Es Sócrates, palerda.

     — Bueno eso, — tropezó con su propio tacón y se apoyó en la barra—. Miento, si que sé algo. Que besa de puta madre UAJAJAJAJAJAJAJAJAJ

AMBAR

Sabía perfectamente quien era y estaba segura de que Chiara también, pero por culpa de los excesivos grados del alcohol no tenía ahora mismo la mente como para hacer memoria sobre quien era esa persona. Y sobre todo, con quien estaba saliendo.

Ana De Armas era una mujer increíblemente espectacular. Tanto dentro como fuera de las cámaras.

Su novio, bueno.

Su novio era solo espectacular en el campo y aún así había fuertes discrepancias sobre su calidad como jugador. Y sí. Se trataba de Vinicius Junior.

     — Bueno, cuéntame tú. Hemos percibido todos en la mesa antes la tensión sexual que había, eh. Que callado te lo tenías, cochina.

     — ¿De que carallo me estás falando?
¿De que cojones me estás hablando?

     — No eres muy discreta corazona, ya lo sabes

     — No sé de qué me hablas Chiara, me estás encabronando.

     — Que já vi perfeitamente como você e o sevilhano estavam se olhando, como você olhou para ele. Embora agora vai negar-me, babaca. — Ya no se reía tontamente como antes, ni tampoco me vacilaba.— Da conexão sexual não pode fugir minha amiga.

𝐀 𝐌 𝐎 𝐑 𝐄.   [PABLO GAVI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora