— hey tu, ¿eres estúpido? — escucho la voz gruesa de su padre llamarlo.
— ¿qué ocurrió?...— volteó a preguntar.
— tu primo ya me contó lo que pasó con esa omega.
—... pues que te contó.
— ¿eres un marica o no te gustaba esa chica?.
— no... no era mi tipo.
— Canadá dice que tenía buenas tetas, ¿es que acaso eres exigente, hombre? A tu edad, yo ya había tenido tres mujeres así, dos de ellas zorras, y la tercera era tu mamá.
— papá...
— cállate, no quiero escuchar de nuevo que dejas solo a tu primo, porque la próxima vez no serán palabras, Usa.
—...
— Usa ya tiene que ir a la escuela, cariño...— hablo su mamá al otro lado de la habitación.
— vete de aquí.
— sí...
[...]
— ¿y ahora por qué mierda me pegas?
— fuiste con mi papá a contarle, ¿crees que te ibas a salvar de esta? — comenzó a llenar su cara de golpes. — te dije muy claramente desde hace tiempo, no me metas en tus mierdas, la única razón por la que vomité es porque tu me diste asco.
— n-no importa cuánto me golpes, recibirás todo el doble.
— valdrá la pena entonces pegarte hasta que no te puedas mover, porque mi padre no podrá matarme sino igualar lo que te haré y no pararé una vez que me sane, ¿entiendes? — lo pateó una última vez.
— ugh...
— te pregunte si lo entiendes.
—... lo entiendo.
— la próxima vez que quieras hacer algo estúpido, hazlo lejos de mi vista.
— sí...
Pero Usa no contemplaba sus días de quejas, porque Canadá era alguien resentido y vengativo. No flaqueaba ante amenazas y tenía a su tío de su lado.
Usa había cavado su propia tumba sin darse cuenta.
Porque su padre no descanso hasta hacerlo desmayar esa misma noche, incluso cuando también golpeó a su madre por intervenir, y por supuesto, no se cansó al amanecer cuando lo vio en el marco de la puerta arrastrándose.
Usa por primera vez en su vida sintió que moriría y esa habría sido su forma de escape, pero cuando pensó en su mamá sintió muchas ganas de llorar.
Porque ella había decidido continuar por él, no existía ningún escape sino salía con él.
—--

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Un alfa | Usper
AléatoireOdiaba ser alfa, lo detestaba con todo su ser. Sin embargo era uno. Y aparentemente, para Perú también lo era, y si ser alfa significaba vivir junto a Perú, entonces se aferraría a esa identidad. / Segunda parte de "Un Omega" /